Reunión de la OEA: cuatro variantes y un solo perdedor

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La visita el pasado miércoles a Cuba del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, con dos objetivos bien definidos en su agenda, ha colocado en las primeras planas de muchos medios de comunicación lo que acontecerá en La Habana y otras ciudades durante las próximas horas y días. | IROEL SÁNCHEZ.*

 

Santos ha venido a encontrarse en la capital cubana con el presidente venezolano Hugo Chávez —que se recupera de una reciente intervención quirúrgica— para firmar anexos a un acuerdo comercial rubricado el pasado noviembre, pero la verdadera expectativa alrededor de su viaje está en las conversaciones que ha anunciado sostendrá tanto con Chávez como con el mandatario cubano, Raúl Castro, sobre la posible participación de Cuba en la llamada «cumbre» de las Américas, prevista para abril próximo en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias.

 

Los cancilleres de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) —Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas— en un encuentro efectuado en La Habana el pasado 7 de febrero, acordaron “respaldar la participación plena de la hermana República de Cuba” en la  reunión  de Cartagena. Un  planteamiento realizado en la reunión de esa organización en Caracas por el presidente Rafael Correa y apoyado por los demás  mandatarios  en el sentido de no acudir a dicha cita si Cuba no es invitada, había desatado un proceso de  consultas por parte de la cancillería colombiana que el Consejo Político del ALBA acordó “observar con atención”.

 

Desde Wáshington, distintos personeros, incluyendo a la Secretaria de Estado Hillary Clinton, han ratificado su oposición absoluta a la presencia cubana en la reunión de Cartagena. Las presiones  estadounidenses colocan a Colombia —que debe decidir si invita o no a Cuba— en una posición muy difícil, porque por un lado quiere preservar su cercana relación con EEUU y por otro mantener la evolución positiva de sus vínculos con países como Venezuela y Ecuador, luego de que durante el mandato de su antecesor Álvaro Uribe se deterioraran profundamente sus relaciones con Caracas y Quito.

 

Es muy difícil para Colombia,aliado militar y económico de Wáshington, desafiar a Estados Unidos. Pero el gobierno colombiano sabe que tiene grandes oportunidades si acepta invitar a Cuba y evita quedar como un peón estadounidense.

 

Ante la opinión pública nacional daría una imagen de soberanía e independencia que mucho lo fortalecería y en lo internacional alcanzaría un enorme prestigio, Santos quedaría en la historia como el presidente que intentó sentar en una misma mesa a David y Goliat. En cuanto a posibles represalias de Washington,  los norteamericanos tendrían que ser muy torpes como para dañar sus relaciones con uno de los pocos aliados que le quedan en la región.

 

Por su parte, ante la situación creada, Estados Unidos sólo puede perder. Si Cuba asiste, tendría que aceptar la presencia incómoda de la voz disidente que lleva más de cincuenta años tratando de acallar pero que es cada vez más escuchada en el continente y cuya presencia sería el centro de la cita. Si Cuba no asiste pero van los países del ALBA, estos convertirán la Cumbre en una rebelión frente a la política de EE.UU. hacia la Isla que sería acompañada por muchas otras naciones que sostienen buenas relaciones con La Habana y condenan el bloqueo norteamericano.

 

Si no van los países del ALBA, quedaría quebrado el foro que EEUU trata de convertir en su principal espacio de interlocución con la región y con más razón el cuestionamiento de su política contra Cuba ocuparía el centro de la reunión. Si va Cuba y Barack Obama decide no asistir, sería el acta de defunción de las cumbres de Las Américas. En cualquiera de las cuatro situaciones se pondría en primer plano para Wáshington y el mundo que la obsesión estadounidense contra la Isla es el aspecto más rechazado hoy en toda América Latina.

 

Gracias a las ataduras electorales y la ausencia total de audacia política de Barack Obama el gobierno colombiano ha terminado siendo más libre que sus colegas de Wáshington. Al menos Santos puede venir a La Habana y conversar, Obama, por ahora,  es sólo un espectador.

 

Falta aún un mes y una semana para que comience la Cumbre de Cartagena de Indias pero ya se hace evidente para EE.UU. la definición que recientemente, a propósito de cumplirse cincuenta años del bloqueo, escribió un articulista de The Huffington Post: “Los aislados somos nosotros”.
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* Periodista.
Publicado en www.cubahora.cu
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1 comentario
  1. LAUTARO ROJO MILLAPÀN dice

    Sobre el articulista de «The Huffington Post» cuando manifiesta que «Los aislados somos nosotros»,refiriendose a la participaciòn de EE.UU,en la Cumbre de Cartagena de Indias,en Colombia: que EE.UU. participe o no, con Barack Obama,en dicha Cumbre de ALBA,lo cierto es que el paìs màs poderoso del mundo,se va quedando solo,poco a
    Aùn recuerdo aquellas frases de Josè Stalin,presidente de la Uniòn Sovietica,cuando dijo en una Conferencia despues de la Segunda Guerra Mundial: «No despierten al gigante,porque despues les va a pesar», refiriendose a la China Popular de Mao Tse Tung.
    Hoy esas palabras de Stalin, se estan convirtiendo en una realidad, màs cuanto que la Uniòn Sovietica està vivita y coleando,porque ha comenzado un nuevo despertar y se està levantado de la cenizas como el Ave Fenix.
    En cambio el capitalismo,cada dìa se ve acorralado con los levantaientos de las nacioanes que yo no creen, ni quieren vivir siendo esclavos de un capitalismo, salvaje, despiadado y corrupto.
    Razòn por la cual estas crisis econòmicas, creadas justamente por los grandes monopolios capitalistas, se van desvaneciendo a pasos agigantados y los dueños del mundo, como no ven salida, para evitar una catàstrofe mundial empujan a Israel para que desencadenen una Tercera Guerra Mundial, que como muy bien dijo el comandante Fidel,»muévese hacia un guerra mundial de la cual no se salvarà nadie de las armas vucleares».
    Por eso, que Barack Obama asista o no a esa Cumbre en Cartagena de Indias,la suerte està echada,como dijo el columnista de The Huffington Post: «Los aislados somos nosotros».

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