Venezuela: Y ahora… volver a ganar

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atentaLa formidable metida de pata de Capriles, cuando apareció el pasado domingo poniendo en duda la data de muerte de Chávez, no tiene remedio. Dijimos: es difícil discernir las razones reales para que Henrique Capriles haya comenzado su campaña electoral con una intervención tan estúpida que no se puede decir sino que apunta a un más rápido hundimiento de una candidatura que no tiene posibilidad, absoluta ninguna posibilidad, de tener éxito. | NÉSTOR FRANCIA.*

 

Desde un principio nos quedó claro, cuando lo escuchamos, que el gran y principal error del personajillo fue meterse con Chávez y su familia en un momento como este, porque fue eso lo que hizo al poner en duda la fecha de muerte del presidente. Para refrendar esta opinión, aparece ayer la carta sin desperdicio de la hija de Chávez, María Gabriela.

 

Hoy por hoy parece estar claro que la “boutade” fue una imprudencia del candidato más que una frase bien pensada. Diríamos que sí, que es una de esas estupideces de este personajillo de inteligencia inferior y cultura inexistente, además de su carácter burgués que le impide reconocer los sentimientos del pueblo y actuar en consecuencia.

 

Seguramente que al voto duro de la derecha no le va a afectar la metida de pata. Ese es un sector hasta ahora inconmovible, conformado por unos entre cuatro y cinco millones de electores, que comprará rápidamente el nuevo discurso de “yo no fui” que adopta el irresponsable para tratar de zanjar en algo su craso error.
Pero es que la oposición no puede crecer sino a costa del chavismo, que conforma la mayoría, y que ha sido ofendido en bloque por las declaraciones del candidato del imperialismo.

 

El sentimiento que ha despertado la muerte de Chávez ha tenido como uno de sus efectos el que muchos votantes del chavismo no militante, que simpatizan con Chávez, aun siendo críticos del gobierno, renueven sus lazos afectivos con el comandante. Eso se revela en las interminables colas para despedir al líder, donde se ve a muchas personas que no portan símbolos propios del chavismo militante, muchachos con sus uniformes escolares, señoras en trajes de uso diario, caballeros vestidos como paisanos comunes y corrientes.

 

MargabriTodos ellos han sido ofendidos por Capriles y cosas como la digna carta de María Gabriela no hacen sino profundizar la tumba del candidato burgués. Es una falla garrafal de la cual no se recuperará de aquí al 14 de abril.

 

Por eso, y por otras cosas que hemos dicho, nos atrevemos a dar un pronóstico: el chavismo volverá a las cotas del 60% o más de votos que alguna vez tuvo, aunque luego se estabilizó alrededor del 55%. Eso significa que ahora sí es posible llegar a los siempre anunciados 10 millones de votos, si la abstención se mantiene baja, sobre todo la del voto chavista. No es que vaya a ser necesariamente así, pero si en alguna oportunidad eso ha sido posible, es esta de ahora.

 

Por cierto, olvidamos señalar otra circunstancia que contribuye a que la elección de Maduro sea absolutamente inevitable: la nueva conformación política de los gobiernos regionales. Al no contar ahora con gobernaciones tan importantes como las de Zulia, Táchira y Carabobo, la debilidad política de la derecha se ha acrecentado notablemente en comparación con la elección del 7 de octubre pasado. Es como para que digan: “éramos muchos y parió la abuela”.

 

La inevitable derrota y el «atentado»
Por otra parte, los signos de la derrota se ven claros en las acciones opositoras. Quizá sea la primera vez en la historia, a partir de la caída de Pérez Jiménez, que un candidato que supuestamente tiene chance no inscribe personalmente su candidatura sino que lo hace a través de mandaderos, dos tipos sin acompañantes ni presencia masiva de seguidores. Ellos aducen, dentro del estilo terrorista que parece asomar en su hasta ahora muy confusa campaña, que a la vez vuelve sobre los temas de la paz y la unión, que es porque a Capriles se la había preparado un atentado.
Para apuntalar esta última conseja, mostraron un montaje fotográfico tan pueril, tan tonto, que no parece cosa de adultos: una pantalla de televisión con la imagen del perdedor y dos manos apuntándole con armas automáticas.

 

¡Vaya, de dónde sacarían esas fotos tan rápidamente!
Es que nos creen a todos pendejos, lo malo para ellos es que quizá lo seamos, pero no a tal extremo. La verdad verdadera es que están en una situación tal de minusvalía y desmovilización, que si hubiesen convocado alguna concentración para inscribir al candidato en el CNE, hubieran hecho el ridículo del siglo después de la avalancha chavista. Lo cierto es que ninguno de estos ardides de amateurs podrá cambiar el destino implacable que los espera el 14 de abril.

 

Otra señal de la derrota es que ya empezaron a pedir un “debate” con Maduro. El año pasado hicieron lo mismo, y entonces señalamos: Otros errores de la derecha desesperada salieron a flote durante el fin de semana. Como ese de Capriles de andar otra vez pidiendo un “debate” con Chávez. A diferencia de algunos otros países, en Venezuela es claro que quien pide debate está perdiendo, y quien se niega a caer en eso, está ganando.
MaduroPasó con Salas Römer y también con Rosales. El asunto lo plantea muy bien el politólogo Nicmer Evans:
El llamado de Capriles es la aceptación pública de que va perdiendo y que necesita igualarse al ganador para reposicionarse en esta última etapa de campaña… El que va ganando no tiene la necesidad de levantar y recolocar el nombre de su opositor, y es lógico que el presidente no lo acepte, no porque no tenga que debatir, sino que sería darle espacio a su adversario. Amén.

 

Entretanto, se acentúa la acción internacional con el objetivo imposible de levantar en algo la mortecina candidatura de la derecha. Reapareció el insufrible Guillermo Cochez con sus twits 

También los gringos acentuarán sus ataques políticos y mediáticos en medio de la campaña electoral. Ayer se informó que los servicios de inteligencia estadounidenses advirtieron del “colapso económico que puede sufrir el país”. El informe imperial agrega que el próximo gobierno de Venezuela tendrá que luchar contra las consecuencias de “un deterioro cada vez mayor en el entorno empresarial y los crecientes desequilibrios económicos” y que las obligaciones de deuda contraídas por el gobierno “consumirán” el crecimiento de los ingresos por el petróleo.

 

Y para estar más a tono con la prédica opositora del patio, el informe añade su “preocupación” por la “ola de crimen violento” que afecta a la seguridad de los ciudadanos. Como preguntaba nuestro Chávez el año pasado: “¿Quién es el candidato del imperialismo?”.
——
* Periodista.

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