EEUU: desvergonzadamente ricos mientras crecen las filas de los pobres

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Es hora de enfrentarnos a la verdad. La asistencia social para los ricos como política tributaria no funciona. Es más, las cifras nos dicen que ha sido un total fracaso. La guerra de clases que ha sido realizada, comenzando con Ronald Reagan y luego ampliada bajo Clinton, su desmonte del estado de bienestar, y finalmente las rebajas de impuesto de W. Bush para “los que tienen y los que tienen más”, como llamó él en una oportunidad a su base electoral, debe cesar. Hasta el conservador columnista de The New York Times David Brooks escribió recientemente acerca del tema y llegó a la conclusión de que “si no enfrentamos el problema… la alternativa es el suicidio nacional”.| ÁVARO F. FERNÁNDEZ.*

 

Puede que Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del planeta, haya sido quien mejor lo haya dicho cuando declaró: “Sin dudas hay guerra de clases, pero es mi clase, la clase de los ricos, la que está haciendo la guerra, y estamos ganando”.

 

Y está el argumento republicano que dice que no permitir las rebajas de impuestos para los ricos afectará inversamente a la economía. Un incremento de los impuestos, aseguran ellos, afectará el crecimiento del empleo y como resultado habrá mayor pobreza.
Pero las cifras no los apoyan.

 

Si esa filosofía fuera verdad, entonces las cifras de pobreza debieron haber bajado después de que George W. Bush se mudara para la Casa Blanca en enero de 2001 y comenzara a recortar impuestos, en especial los de los ricos.

 

Algunas verdades

 

Las cifras del censo del año 2000 mostraron que había 31 millones de norteamericanos viviendo en la pobreza. Y esas cifras disminuyeron, ¿no es cierto? La teoría del desborde de Reagan funcionó a la perfección con W. Bush al timón, ¿no es cierto?

 

En 2012, el número estimado de norteamericanos que vivían en la pobreza había aumentado a 46 millones. Un incremento de casi 50% Pero eso no fue lo que nos dijeron. ¿Qué sucedió?

 

En pocas palabras, hay demasiados políticos que favorecen a los súper ricos —supongo que es porque estos los mantienen en el poder con sobornos llamados donaciones de campaña y otras golosinas—. Así que durante los últimos años, y para ayudar a esos amigos ricos necesitados de unos pocos millones más —o cientos de millones— salieron en busca de botín.

 

Y entonces se encontraron con programas de red social de seguridad, bien financiados, creados desde Franklin Delano Roosevelt por políticos de ideas progresistas. Programas establecidos para garantizar que los norteamericanos nunca más sufrieran las estrecheces de la Gran Depresión en la década de 1930.

 

En su libro Tan rico y tan pobre – Por qué es tan difícil acabar con la pobreza en Estados Unidos, Peter Edelman, un profesor de la Universidad Georgetown y ex subsecretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos bajo Bill Clinton, y que renunció a su cargo debido a desacuerdos por la reforma de la asistencia social, dice que la red de seguridad creada y mejorada durante el último medio siglo, mantiene a 40 millones de norteamericanos fuera de la pobreza.

 

Nos dice que si a algunos de nuestros políticos se les permitiera realizar su filosofía de austeridad y el recorte y robo de nuestros programas de red de seguridad, esas personas pudieran llegar fácilmente a la cifra de 86 millones de norteamericanos viviendo en la pobreza dentro de muy poco tiempo. Tal como están las cosas, dice él, uno de cada siete norteamericanos depende en la actualidad de los sellos de alimentos.

 

Otra cifra sorprendente es que la mitad de los empleos en este país pagan menos de US$34.000 anuales (el límite de pobreza está en $22.000, un hecho para la cuarta parte de todos los estadounidenses), un salario que ha estado estancado aproximadamente desde la década de 1970. Durante ese mismo período los directores generales de las grandes corporaciones y los muy ricos se han vuelto excepcionalmente ricos. Es interesante conocer que han logrado pagar menos impuestos (como porcentaje de sus ingresos) que las personas con el salario de 34.000 y que trabajan para que ellos sean más ricos.

 

Este país se enorgullece de ser el más grande de la Tierra. El más rico. El más fuerte —gastando miles de millones en guerras por todo el mundo y manteniéndonos “a salvo del terrorismo”—. Sí, claro, me acuerdo cuando era del comunismo…
Imaginen un futuro no muy distante con casi 100 millones de norteamericanos viviendo en la pobreza. ¿No creen ustedes que ese es un tema de seguridad nacional? Me parece que es la democracia la que está en peligro.

 

Terminaré con una cita proveniente del libro de Edelman:
“Estados Unidos y pobreza son palabras que no deben aparecer en la misma oración. Somos el país más rico del mundo; es un oxímoron que exista cualquier nivel de pobreza. Y que tengamos la más alta tasa de pobreza infantil en el mundo industrializado es sencillamente una vergüenza”.
——
* Periodista estadounidense.
En http://progreso-semanal.com
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