Colombia. – COCA COLA TAMBIÉN A BALAZOS MATA
Las corporaciones transnacionales han desplazado muchas de sus operaciones a países como Colombia, donde las políticas neoliberales han destruido los obstáculos para el lucro. De esta manera, se benefician del paramilitarismo rampante en Colombia.
Coca-Cola, Drummond y Nestlé han sido acusadas de colaborar con paramilitares para intimidar y asesinar organizadores sindicales. Por eso se está organizando una campaña internacional para llamar la atención sobre los abusos de las transnacionales en Colombia. Particularmente, se está concentrando en Coca-Cola, una de las corporaciones más brutales y voraces.
Coca-Cola explota permanentemente a los trabajadores, subcontratando empleados, echándolos sin indemnización, con exceso de cargas laborales y bajos salarios. Pero los activistas aseguran que también colaboran con los paramilitares para reprimir más a los trabajadores que se organicen contra esas condiciones.
Nueve trabajadores de Coca-Cola han sido asesinados, cuatro de ellos como respuesta a las exigencias sindicales de mejores condiciones de trabajo o salarios; 38 trabajadores han debido huir de sus ciudades y 67 son víctimas de amenazas de muerte. Sus familias han sido amenazadas e incluso algunos de sus parientes han sido secuestrados. Las manifestaciones han sido atacadas y las oficinas sindicales allanadas, dinamitadas e incendiadas.
Las investigaciones se han acogido además a los informes de derechos humanos que dan testimonio del permanente accionar de grupos paramilitares que actúan en complicidad con las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del Estado, sumado a esto es claro para los trabajadores que se ha favorecido a las multinacionales y a sus filiales. Las presiones ejercidas contra los dirigentes sindicales, han llevado a que a centenares de trabajadores se desafilien del sindicato, a la renuncia de contratos de trabajo, a que se desconozcan los convenios colectivos y a la imposición de salarios de hambre destinados para los subcontratados, en cerca del 86% de los trabajadores.
Los Trabajadores del Acero de los EE.UU. y el Fondo Internacional por los Derechos Laborales, en representación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos (Sinaltrainal), demandaron a Coca-Cola ante las cortes de los EE.UU. en julio de 2001. La demanda asegura que Coca-Cola es responsable por la intimidación y asesinato de los organizadores sindicales en sus plantas embotelladoras en Colombia.
Javier Correa, presidente de Sinaltrainal, declaró el pasado 5 de diciembre que «según un artículo publicado, funcionarios de Coca-Cola se reunieron en 1998 con el líder paramilitar Carlos Castaño en Córdoba».
Los acusados en el caso incluyen a la Corporación Coca-Cola, Coca-Cola Colombia, Panamco Bebidas y Alimentos, y Richard Kirby, el ciudadano estadounidense dueño de tres de las plantas embotelladoras donde han sido asesinados organizadores sindicales.
En marzo, un juez de los EE.UU. le dio una victoria parcial a los sindicatos. El juez José E. Martínez declaró que los sindicatos pueden llevar adelante la demanda contra Panamco, Bebidas y Alimentos y Richard Kirby. Sin embargo, sacó a la Corporación Coca-Cola y a Coca-Cola Colombia del banquillo de acusados. Los sindicatos están apelando la decisión.
El 22 de julio se inició una campaña internacional para exigir que Coca-Cola deje de colaborar con los paramilitares, respete los derechos de los trabajadores y pague indemnizaciones a las víctimas. El sindicato pide que la gente apoye la campaña en cualquier manera posible.
La campaña es el resultado de tres audiencias llevadas a cabo en Atlanta (Georgia, EE.UU.), Bruselas (Bélgica) y Bogotá, Colombia; en 2002. Sinaltrainal, junto con otras organizaciones que participaron en esas audiencias públicas, decidió convocar al mundo a protestar contra los abusos que Coca-Cola ha cometido contra los sindicalistas colombianos.
* En: Agencia Prensa Rural puede obtenerse