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-Una de las noticias del año es la llegada del hidrógeno verde, ¿cree que se está sobrevalorando el papel de esta fuente de energía?
-La transición energética tiene sus batallas internas entre los que defienden unas tecnologías y otras. Es muy evidente con el tema del hidrógeno. Por un lado, están sus defensores, que piensan que se puede usar para todo. Por otro, aquellos que piensan que no hay que usarlo para nada y que hay que electrificar absolutamente todo. Al final, la verdad no está en ninguna de las dos posturas. El hidrógeno tiene problemas porque, en todo el ciclo de producción, deja pérdidas de cerca del 60-70% del total de la energía.



-Hablando de coches, ¿cree que es viable sustituir al cien por cien el parque móvil por vehículos eléctricos?
-Es un debate muy habitual. Sí que hay, y de hecho tenemos recursos suficientes de litio, para ir muchísimo más allá. Solemos caer en la trampa de no distinguir entre recursos y reservas. Las últimas son los yacimientos que hay cuando el material es extraíble desde el punto de vista económico. Por eso las reservas van aumentando a medida que avanza la tecnología y se abaratan los costes de de producción.

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