Acerca de mastines y reyecitos
¿Qué tan largo o efímero será el reinado o gobierno de Milei? ¿Logrará imponer, de la mano de su ministra Patricia Bullrich y la represión, su super decreto refundacional de la Argentina? Son interrogantes de pronóstico reservado. Lo que hoy por hoy queda claro es que el presidente es un fiel exponente de la extrema derecha, con un neoliberalismo ultraconservador y plutocrático.
Los seguidores de “Juego de tronos” deben recordar a Ramsay Bolton, el más malvado y cruel de los personajes de la serie, tan perverso tal vez como Cersei Lannister, pero con niveles de sadismo y sicopatía que sin duda lo hicieron merecedor del odio de millones de televidentes. Ambicioso sin límites, este hijo bastardo de Roose Bolton asesina a su padre y a su madrastra con su hijo recién nacido; castra y humilla a Theon Greyjoy; maltrata sexualmente a la bella Sansa Stark, entre otras tantas tropelías, mientras va acumulando poder como usurpador del trono de Invernalia.
En la famosa saga televisiva abundan protagonistas manipuladores, pero Ramsay Bolton se destaca por una brutalidad sin sutilezas. Traidor y cínico. Es astuto y su ascenso se reviste de acciones directas, de crímenes por placer y conveniencia. Un sicópata nato, que subyuga poblaciones y territorios gracias a sus dotes de estratega militar y al terror.
Iwan Rheon, un cantante y actor británico, es quien interpretó a este malvado Bolton en los veinte episodios de la serie en que aparece. Tiene unos ojos de celeste intenso bien explotados en su actuación, con miradas implacables transmisoras de ira.
Como bien dicen que la realidad suele superar a la ficción, el flamante presidente argentino Javier Milei tiene ojos similares a los de Rheon/Bolton y también en su caso se trata de una mirada implacable, bien administrada como lo hizo durante su fulgurante campaña para expresar la “bronca” contra la “casta” y conquistar el voto de la mayoría de los electores.
Las similitudes entre Milei y el personaje Ramsay Bolton no acaban ahí. Ambos tienen una afición por los mastines que desborda parámetros convencionales o normales. Bolton usaba sus canes para perseguir doncellas y hacer que las devoraran después de violarlas. Los preparaba con prolongados ayunos para multiplicar su ferocidad.
Para emprender la fuga con Sansa, Theon, o “Hediondo”, arroja desde las almenas del castillo a Myranda, la amante y cómplice de correrías de Ramsay, quien dará luego órdenes de que le den el cadáver de la mujer como festín a sus perros, en un delirante homenaje póstumo.
Javier Milei tiene cuatro mastines ingleses, animales enormes que pesan entre 80 y 100 kilos. Según Juan Luis González, biógrafo no autorizado del mandatario, el cariño hacia su primer mastín, llamado Conan, sustituyó la carencia de cariño de su padre y sus dificultades para socializar.
A la muerte de Conan, Milei hizo clonar de él seis ejemplares en los Estados Unidos con un gasto millonario. Conserva cuatro perros y, pese a sus proclamas de austeridad, una de las primeras medidas que dispuso una vez instalado en la presidencia fue una costosa remodelación de la Casa Rosada para albergar ahí a sus canes.
Así lo señaló en un editorial el diario La Jornada de México, que advirtió también la inconsecuencia de Milei, que hará pagar su política de shock a los asalariados argentinos, reservando todos los beneficios a la empresa privada.
La tradición argentina manda que el presidente de la República tenga un bastón de mando. Milei hizo confeccionar el suyo con las cabezas de sus cinco mastines talladas en el pomo.
Milei empieza a ser llamado “Mi rey” por los argentinos, luego de su agresivo debut gubernamental, donde por decreto pretende privatizar todas las empresas públicas, eliminar ministerios sociales, liberar totalmente los precios y el mercado cambiario, mientras promueve despidos y sugiere pagar sueldos con carne y leche.
También en estos desplantes autoritarios se puede extremar la comparación del gobernante argentino con el usurpador del trono de Invernalia. El reinado de Ramsay Bolton fue relativamente breve, aunque se dio el gusto de asesinar a Rickon Stark, antes de ser derrotado en un combate cuerpo a cuerpo por el bueno de Jon Nieve.
¿Qué tan largo o efímero será el reinado o gobierno de Milei? ¿Logrará imponer, de la mano de su ministra Patricia Bullrich y la represión, su super decreto refundacional de la Argentina? Son interrogantes de pronóstico reservado. Lo que hoy por hoy queda claro es que el presidente es un fiel exponente de la extrema derecha, con un neoliberalismo ultraconservador y plutocrático, como lo definió La Jornada.
Precisamente con esa devoción por el neoliberalismo, Milei bautizó a sus cuatro mastines con los nombres de sus economistas más admirados: Milton, por Milton Friedman; Murray, por Murray Rothbard; y Robert y Lucas, por Robert Lucas.
Pero cabe recordar que, en “Juego de tronos”, Ramsay Bolton termina devorado por sus propios perros.