Agresión del tiempo

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No pido perdón por lo que hago, la verdad es que no me importa si esto es un desafuero. Esta vez no recomiendo un libro, un poema lo reemplaza. No pido ser comprendido: tengo más de veinte años y soy responsable por mi cara. Un poema que tal vez nunca sea parte de un libro de poemas (porque es una llaga). Me llamo Jorje Alejandro Lagos y el poema fue escrito para mi hermana. Mi hermana fue asesinada. ¡Viva Chile, mierda (y sus tribunales)!

Pienso en tí, mi hermana
(mientras lo gatos duermen el invierno a mi lado)
y se me hace dulce este vino del frío
Se me hace dulce /mientras más te echo de menos
Y te echo de menos

La orfandad no tiene cara
Distancia significa lejos
La soledad no me abruma: /estás
como siempre conmigo
Pegada con los abuelos que no conocimos
(pero ellos murieron distinto)

No distingue uno entre los recuerdos
Ni los buenos ni los que olvidamos
Los recuerdos son amigos dispersos
que nos visitan a cualquier hora / sin llamar
y lloran nuestras penas / lloran
y a veces no se van
Se quedan / dan calor a la casa vacía
a los cuartos irremediablemente cerrados

Pienso en tí, mi hermana
en las bicicletas y los patines de la infancia
Y en mis sobrinos
Y en tu casa cuando los inviernos
Bebo mi vino del frío / terrible
con todo y su dulzura del Maule
o de las viñas al costado del Río Claro

ahora que me acuerdo de tí

Entre el mes de agosto de 1974
y tu muerte
(y la muerte de tu asesino mucho después)
no hay puente para el largo vacío
entre mi país derrumbado sobre sus rodillas
y tu destino y mi memoria / y
nuestros hijos

Por eso, Gloria Ésther no firmo
ni cartas ni petitorios / no me allano
a las buenas costumbres de pedir
No hay que agachar la cabeza
no tengo nada que pedir / Y tú
nunca pedirías nada
aunque se desmorone la geografía
en el descalabro del Universo

Te echo de menos, mi hermana
como no lo puedo mostrar
Los días se hacen breves / más lejano el sol
Espero que cuando tenga el pasaje
pueda abrazarte con los ojos limpios
y la venganza cumplida
Venganza es la primera justicia
cuando no hay justicia.

junio 2009, Santiago.

 

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4 Comentarios
  1. baba dice

    Hola Jorge,
    sólo quería comentarte que el escríto me emocionó y me dejó una idea nueva de justicia muy interesante…
    Saludos y no pases a la muerte, sigamos siendo su boca sonrriente.

    baba

  2. chesa dice

    Muy bello, jaln, el poema a hermana.

  3. Patricia Parga-Vega (La Ardilla) dice

    Te abrazo porque tu dolor y el mío son idénticos. Porque cuando se vuelve a pasar por el corazón, duele y eso sólo tú y yo lo sabemos.

    Te abrazo porque mientras nuestro corazón continúe batiendo no olvidaremos. Justicia, nada más pero nada menos… y al volver a pasar por el corazón de nuevo sufriremos.

    Con el cariño y consecuencia de siempre y de mañana.

  4. sylvia dice

    Para seguir vivo es necesario amar como tú y recordar como tú recuerdas, mientras respiras o duermes.
    Y esto, tuyo también, lo tengo grabado como jaculatoria: «No se debe envainar la espada: una guerra acaba y otra guerra viene apresurada…La oscura dama en la puerta, sonríe y canta..»
    sylvia

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