– Todos tenemos memoria fotográfica; sólo que algunos no tienen película.
– El que ríe último piensa más despacio.
– Cuando no brilla el sol, el día es –bueno– noche.
– El que pierde en sus pensamientos transita un territorio desconocido.
– Lo he visto todo, lo he hecho todo. No me acuerdo de nada.
– Los que viven por la espada mueren baleados por lo que no.
– Sentir que uno se ha estacionado en diagonal en un universo paralelo.
– No se muere, se ha sido desafiado electroencefalóficamente.
– Tenemos derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que digamos será mal citada y usada en contra nuestra.
– Cabe preguntarse que profundidad tendrán los océanos sin no existieran las esponjas.
– Toque la bocina si ama la paz y la quieud.
– Nada es a prueba de tontos para un tonto lo suficientemente talentoso.
– Cuesta entender por qué los cementerios suben el precio de los entierros a causa del alza del costo de la vida.
– Para recordar. Si el mundo no nos absorbiera, hace tiempo nos habríamos volado.
– La norma del 50-90 por ciento: cada que que tenemos un 50 por ciento de posibilidades de obtener algo, tenemos un 90 por ciento de probabilidades de que nos vaya mal.
– Es imposible tenerlo todo, ¿dónde lo guardaría?
– La última encuesta determinó que las tres cuartas partes de la población del mundo son el 75 por ciento de la población del mundo.
– Las cosas que obtiene quien sabe esperar pueden ser las que dejó el que llegó hasta ellas.
– De un pescado a un hombre y se alimentará para vivir un día; enséñele a pescar y lo tendrá todo el día en un bote tomando cerveza.
– Se ha descubierto que la investigación causa cáncer en las ratas.
– Todos mentimos, pero carece de importancia porque nadie escucha.
– Empezó sin nada, y todavía conserva la mayor parte.
– La luz viaja más rápido que el sonido, por eso algunas personas parecen brillantes hasta que se las escucha hablar.
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