La frase esconde una doble metáfora: aquella del amor y la de la muerte. En antiguas novelas francesas suele leerse sobre «la pequeña muerte», en alusión al orgasmo de los amantes; un morir —demás está decirlo— temporal y deleitoso, que algunas y algunos fingen… Por eso del amor y para seguir vivos.
Pero, ¿y si la muerte por amor fuere un hecho palpable, mensurable y, sobre todo, de espantosa realidad? | Corresponsal científico.
Toda
relación
con el verbo
afilar
es mera
casualidad.
O no.
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