Ante el silencio de EU, López Obrador da a conocer sus propuestas a Trump
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reveló el contenido de una carta que envió a su homólogo estadounidense Donald Trump, con propuestas para resolver los problemas de migración, seguridad y comercio, conflictos que llevaron a la relación bilateral a su punto más álgido.
La carta fue entregada al secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, cuando éste (con una nutrida comitiva) hizo su primera visita de “apriete” (el 13 de julio) al mandatario que asumirá el primero de diciembre. Ante la falta de respuestas, AMLO decidió hacerla pública.
López Obrador consideró que tanto él como Trump “conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o régimen dominante”, y que todo está dispuesto para iniciar una nueva etapa en la relación bilateral, sobre la base de la cooperación y la prosperidad. Hagámoslo, sostuvo.
AMLO y el próximo canciller Marcelo Ebrard precisaron que decidieron difundir el contenido de la carta una vez de que hay la certeza de que Trump la tiene en sus manos. Ahora, expresaron, hay que esperar que a partir de este lunes haya una respuesta. El próximo mandatario anunció que en el proyecto de Presupuesto de Egresos 2019 propondrá al Congreso destinar recursos que busquen atender las causas de la migración.
Para López Obrador el nuevo entendimiento debe conducir a un trato digno y respetuoso de la comunidad mexicana en Estados Unidos y la de ese país que reside en México. “Me anima que ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro, desplazar al establishment o régimen predominante”, escribió López Obrador.
López Obrador, un político centroizquierdista quien ganó las elecciones presidenciales del 1° de julio con el 53% de los votos ante dos candidatos de la derecha y el establishment, hizo pública la misiva “para que todos los mexicanos conozcan su postura en la nueva relación que quiere con Estados Unidos”.
En rueda de prensa afuera de su oficina, López Obrador abogó por un ambiente de respeto, amistad y centrado en la cooperación para el desarrollo, en un momento en que las relaciones bilaterales atraviesan su peor crisis en décadas tras la llegada de Donald Trump a la presidencia, tras una campaña electoral cargada de insultos contra los mexicanos y la insistencia en construir un nuevo muro fronterizo pagado por México.
Mientras, se desarrolla una tensa y por ahora infructuosa renegociación -a petición de Trump- del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente entre Estados Unidos, México y Canadá desde 1994.
“El objetivo es llegar a acuerdos para resolver los grandes problemas binacionales, como el comercio, la migración, el desarrollo y la seguridad fronteriza”, dijo López Obrador en su carta, en la que exhorta a Trump a realizar un esfuerzo por concluir la renegociación del TLCAN para evitar prolongar la incertidumbre económica.
“Prolongar la incertidumbre podría frenar las inversiones a mediano y largo plazo, lo que dificulta el crecimiento económico de México”, argumentó. López Obrador logró que la actual cancillería mexicana incluyera a Jesús Seade Kuri, el candidato de AMLO para ser su jefe negociador del TLCAN, en la delegación mexicana que negociará el tratado la próxima semana en Washington.
La relación pareció enfriarse luego que Trump y López Obrador conversaran al día siguiente de la victoria electoral del mexicano. “Creo que la relación va a ser muy buena (…) Va a tratar de ayudarnos con la frontera”, comentó Trump.
Ebrard expuso que la idea es una renegociación trilateral. La negociación incluye a Canadá, dijo a la pregunta sobre la intención de Trump de tener un tratado con México por un lado y con Canadá por otro. En el rubro de migración, López Obrador expuso que el propósito central de su próximo gobierno será lograr que los mexicanos no migren por pobreza o violencia.
Procuraremos que la emigración sea optativa y no necesaria. Nos esforzaremos en lograr que las personas encuentren trabajo y bienestar en sus lugares de origen, donde están sus familiares, sus costumbres y culturas, dijo. López Obrador informó a Trump que a partir del primero de diciembre se emprenderán proyectos para retener a los ciudadanos en sus pueblos, al ampliar oportunidades de trabajo y bienestar.
Anunció que se sembrará un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables; se creará un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec, con la participación del sector privado y social; se constituirá una zona libre en toda la frontera con Estados Unidos, donde se promoverá la inversión, el desarrollo productivo y tecnológico, y la creación de empleos.
También anticipó que enviará una iniciativa para reducir el impuesto sobre la renta al 20 por ciento y el IVA al 8 por ciento en la frontera, para hacerlo equiparable con las tasas de California, Arizona, Nuevo México y Texas, así como reducir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, con el objeto de que los precios de las gasolinas, el diésel y la electricidad en esa franja sean iguales a los de Estados Unidos.
Tras apoderarse Estados Unidos de inmensos territorios que pértenecían a México, ambos países comparten una frontera de más de 3.000 kilómetros, que sirve de puente diariamente para miles de trabajadores y mercancías pero también para el tráfico de drogas, armas y personas indocumentadas.
Tras esa conversación teléfonica, López Obrador había pensado invitar al mandatario estadounidense a su toma de posesión. Trump no ha visitado al actual mandatario mexicano Enrique Peña Nieto, desde que tomó posesión de la Casa Blanca.
“El propósito más esencial de mi gobierno es que los mexicanos no tengan que migrar por pobreza o violencia, (…) lograr que las personas encuentren trabajo y bienestar en sus lugares de origen”, dijo AMLO en su carta a Trump.
Sus planes incluyen el impulso del turismo en el Caribe mexicano con la construcción de una línea de tren de alta velocidad que recorra balnearios y sitios arqueológicos desde Cancún (Quintana Roo) hasta Palenque (Chiapas) y crear lo que llamó un corredor económico y comercial que sea zona franca en el sureño istmo de Tehuantepec, la región más angosta entre los dos océanos que bordean a México.
“Se trata de unir al Pacífico con el Atlántico y facilitar el transporte de mercancías entre los países de Asia y la costa este de Estados Unidos”, explicó el presidente electo.
En la frontera norte, López Obrador anunció que elevará el salario mínimo al doble, reducirá los impuestos, mejorará los accesos al agua potable, salud y educación, y creará ahí otra zona franca para, dijo, promover la inversión, el desarrollo productivo y tecnológico y la creación de empleos. “Será la última cortina para retener trabajadores en nuestro territorio”, aseguró.
En agosto López Obrador iniciará en la fronteriza Ciudad Juárez un proceso de consulta nacional para lo que denominó la formulación de políticas públicas para la pacificación del país, en una estrategia que pretende frenar la creciente violencia generada por los cárteles narcotraficantes que envían drogas a Estados Unidos y promueven el desgobierno y la masacre de ciudadanos,
Más de 200.000 personas han sido asesinadas y más de 30.000 desaparecidas en la ola de violencia que se originó a finales de 2006 cuando el entonces presidente Calderón –con el aval estadounidense- lanzó un combate militar antidrogas.
Asimismo, propuso presentar ante el Congreso una iniciativa para otorgar a gobiernos centroamericanos recursos económicos y experiencia para frenar la emigración de sus ciudadanos a través de México y rumbo a Estados Unidos. Para ello le propuso a Trump un plan de desarrollo que incluyera a los países de Centroamérica para atender las causas que originan el fenómeno migratorio.
“Si en este plan participamos México y Estados Unidos, además de Centroamérica, aportando cada uno de acuerdo a la dimensión de su economía, podríamos reunir una considerable cantidad de recursos”, agregó. Lo recaudado se usaría en un 75 por ciento para financiar proyectos para crear empleos, y combatir la pobreza, así como un 25 por ciento para seguridad y control fronterizo.
“Todo está dispuesto para iniciar una nueva etapa en la relación” con Estados Unidos, concluyó la carta, leída a los periodistas por quien será el próximo canciller, Marcelo Ebrard.
Se espera una respuesta de Trump esta semana.
*Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
No hay duda de que es ambicioso el plan de López Obrador, ojalá que lo pueda llevar a cabo, sería un tremendo avance para el país y toda la región centroamericana.
Pero es difícil olvidar que su país perdió las dos terceras partes de su territorio original a manos de Estados Unidos. Dicho de otro modo, que actualmente tiene la tercera parte del territorio que tuvo durante la colonización española y que México heredó en forma natural del país colonizador.
También recuerdo esa célebre frase de un político quien expresó: «Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos».
Ningún latinoamericano debe dejar de lado la «Doctrina Monroe», la que afirmaba que «América debe ser para los americanos», porque ellos se denominan a sí mismos como «americanos», como si el resto de los países fuesen del África o de Asia, echándose al bolsillo a todos los demás países que conforman el continente Latinoamérica en su conjunto, desde México por el norte, hasta Chile y Argentina por el sur, a todos estos países los ha considerado de su propiedad durante mucho tiempo, por eso les ha creado guerras, invasiones, golpes de estado, narcoterrorismo, etc., como una forma de sometimiento a sus propios intereses.