Arca de la alianza
E.P.N.*
Se respira sobre todo melancolía en Arca de la alianza (ed. Pájaro Negro, Santiago, 2010) la última obra poética del escritor y periodista magallánico Lagos Nilsson, y no podía ser de otro modo, ya que en la dedicatoria, el autor recuerda a su hermana Gloria Esther, desaparecida a partir de agosto de 1974, cuando fuera secuestrada por elementos de civil de la DINA poco antes de llegar a su casa, tras una jornada de trabajo.
El poemario está estructurado en forma cuidadosa y con un amplio dominio del lenguaje y de la metáfora, que le confieren, a pesar de la melancolía ya señalada, un ritmo leve y al mismo tiempo profundo, que denota la madurez y el oficio del autor.
Profundamente impregnadas de la geografía y del entorno patagónicos, por las páginas de Arca de la Alianza desfilan “Cormoranes, cisnes y toninas” como en Liliput, el poema dedicado in memoriam al poeta Rolando Cárdenas, en el que Lagos Nilsson constata:
“Cuando no había televisión charlábamos buscando el camino hacia las mujeres;
nos enterábamos de las cosas por la radio y los diarios del día siguiente;
de verdad nos importaba el mundo;
hasta llegamos a creer que era posible cambiarlo y nos pusimos a estudiar para hacerlo;
en esa época las niñas olían a lavanda / aunque no lo crean eran verdad los portaligas y sus sostenes tenían dos broches;
a veces podíamos desabrocharlos y casi siempre corríamos los puntos de sus medias; era un drama
Todos los vinos de Chile / llevaban el nombre de una santa:
así me convertí en animal creyente con alguna habilidad en los dedos;
hoy también están desnudas debajo de la ropa; /no me explico por qué es diferente”.
El último poema de Arca de la Alianza es un homenaje tierno y emotivo, también in memoriam, esta vez al gran escritor Francisco Coloane, a partir de una vivencia concreta del poeta: apenas un niño, recuerda la visita de don Pancho a su casa natal, en Punta Arenas:
“Fue cuando era un niño con una bicicleta y una pelota bajo el cielo y en el viento de Magallanes.
Recuerdo: la casa tenía un pasillo largo y había una chimenea en el comedor…. Esa noche mientras conversaban en el comedor de la casa de la calle Chiloé / y usted era Pancho y mi padre el Flaco y la Gringa mi madre enviado a la cama leí / hasta tarde el libro que me regaló….
Usted (pues) es responsable que desde entonces llene hojas y más hojas Medio siglo buscando con ellas secretos que no existen / sueños que no se sueñan
Medio siglo cultivando la memoria de diez minutos a través de luchas y destierro quién sabe / para enviarle
esta carta comenzada a la exacta hora en que terminé sus cuentos de un horizonte insalvable allá / en Magallanes.
Se lo quería decir aunque usted tal vez no pueda ya acordarse.
Entre las obras de Lagos Nilsson destacan los poemarios “Pasaje de salida” (México 1974); “Percepción del tránsito”, Caracas 1979: “Corazón de alquimia”, Buenos Aires 2003. Tras un largo exilio de 29 años, regresó a Chile en 2003. Actualmente vive en Santiago. Es co-editor de www.surysur.net.
* Ediciones Pájaro Negro.
edicionespajaronegro@gmail.com