Argentina: El mal, el modelo K y la Barrick Gold, sus «consecuencias terribles»

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El neoliberalismo causa estragos sociales, económicos, ambientales y a las soberanías de los países, destaca en entrevista el escritor, periodista y ex legislador argentino Miguel Bonasso, a propósito de su nuevo libro El mal: el modelo K y la Barrick Gold. Amos y servidores en el saqueo de la Argentina. Podría decirse, como en una novela francesa: «L’amour c’est fini!»| ARTURO JIMÉNEZ.*

 

“La diferencia –precisa Bonasso– es que aquí, con Felipe Calderón, hay un discurso de derecha, mientras que en Argentina, con Cristina (Fernández) Kirchner, hay un discurso progresista, de izquierda. Mucha gente allá se inhibe de criticar al gobierno porque, argumenta, se haría el juego a la derecha. El asunto es que uno está criticando las consecuencias terribles que para el país puede tener ese modelo.”

 

Y agrega: “Tomo a la Barrick casi como un símbolo, es como la nave insignia de toda una serie de corporaciones que dominan 70 por ciento de la economía argentina que, al igual que la mexicana, está desnacionalizada, extranjerizada”.

 

Política-negocios, vínculo perverso

 

El libro de Bonasso es una investigación periodística, pero por la amplitud de la información recabada, las maneras de dosificarla y exponerla y el manejo de recursos literarios, bien podría pasar por una novela de intrigas en la que los personajes serían los Bush, el minero Peter Munk, el traficante mundial de armas Adnan Khashoggi, el magnate David Rockefeller, el represor de la época de la dictadura militar Rubén Osvaldo Bufano, Menem y su desastre fundacional, incluso los Kirchner y los Gioja.

 

Todo ello con el trasfondo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el escándalo Irán-contras, los acuerdos secretos entre los gobiernos de Chile y Argentina, el desastre ecológico del patrimonio de la humanidad que son Los Andes, por la búsqueda de oro a cielo abierto, la voracidad por hacer negocios a costa de la destrucción de los glaciares suramericanos, la contaminación del agua y de los nacimientos de muchísimos ríos del país, incluso la existencia de un “tercer país” entre ambas naciones andinas, en las montañas, fuera de sus soberanías y sin más ley que la de las mineras.

 

–Su nuevo libro es una crítica al gobierno de Cristina Kirchner, pero a la vez al modelo neoliberal que impera en el mundo, que parece hacer crisis.

 

–Tenemos ejemplos de la actualidad terribles —señala—. El choque del tren en la Estación 11 de Buenos Aires es una demostración cabal de lo que quiero decir con El mal…, título que parece apocalíptico, casi bíblico, pero que tiene que ver con el sistema neoliberal.

 

«Hay concesionarios privados que manejan los ferrocarriles y no invierten un peso, que reciben subsidios del Estado para que 420 millones de pasajeros por año viajen como ganado, en pésimas condiciones, generalmente de pie, motivo del alto número de muertos y heridos.

 

“Además, por ejemplo, faltaron frenos al tren, pues tenía que llevar ocho compresores y sólo contaba con cinco. Me extraña que el secretario de Transporte diga que no sabe todavía qué ocurrió y que empiecen con la clásica de todas las corporaciones de ‘fue una falla humana’. Siempre la culpa la tiene el conductor, nunca la compañía.”

vBonasso habla también, en esa línea, del “eterno problema” del vínculo perverso entre política y negocios, de la corrupción de ciertos políticos por parte de las empresas trasnacionales.

 

Pero además, destaca, la economía argentina está “primerizada”, y describe un problema que pareciera un espejo de México: “Hemos regresado a las materias primas, al sistema extractivista de la Colonia. Hemos vuelto a Potosí, para decirlo con una metáfora”.

 

Se ha renunciado a darle a las materias primas un valor agregado en nuestros países, coincide. “La reindustrialización de Argentina y la reconstrucción del mercado interno fue destruida por Menem y el neoliberalismo. ¿En vez de eso, qué estamos haciendo? Entregándole Los Andes a una compañía (minera canadiense) que fue fachada de la CIA.

 

“En el campo, aquella pampa ubérrima de otras épocas, idílica, legendaria, ¿qué tenemos?: soya y maíz. ¿Maíz para los hambrientos de Argentina o de América Latina? No, para los automóviles, como combustible.”

 

Esos son los ingresos principales del país. “Minería en la montaña, Monsanto y sus semillas transgénicas en el campo y, en la costa de la Patagonia, explotaciones de compañías como las de Rockefeller, que además están explotando Las Malvinas, por lo cual violan una ley que establece que quienes operen en las islas (ocupadas por Gran Bretaña), no lo pueden hacer en el continente”.

 

A partir de ahí aborda otro asunto actual en Argentina: el reclamo de la soberanía sobre las islas, lo cual llevó a una guerra absurda en la época de la dictadura. “Gran Bretaña está haciendo mil barrabasadas, enviando refuerzos militares, al príncipe, etcétera.

 

“Pero el gobierno argentino sólo responde retóricamente, en lugar de romper con los bancos británicos, que por cierto negocian la deuda externa de Argentina por parte de este país y, también, por parte de los bancos acreedores ingleses. ¡Algo en cierto modo gracioso, porque está en ambos lados del mostrador! Lo menos sería decirles: por Argentina ustedes no negocian más, no tienen más comisión, se acabó. Serían medidas que los británicos sentirían en la cartera.”

 

Miguel Bonasso hace aún más explícito el espejeo con México: “Se me hace muy importante que con El mal… el lector mexicano entienda que, salvando nombres y situaciones puntuales, volvemos a vivir una vez más en nuestra América, en América Latina, desde el río Bravo hasta la Patagonia, problemas muy similares”.

 

Y enlista: “Corrupción de nuestros gobernantes, vínculos espurios de éstos con, por ejemplo, las grandes mineras, etcétera. Pero también, protestas de los pueblos originarios, de las comunidades campesinas y del pueblo y los ciudadanos en general”.
——
* Periodista.
En La Jornada de México, 25 de febrero de 2012.

 

Addenda
Miguel Bonasso (Buenos Aires, 1940), fue militante de Montoneros, es un destacado escritor; también político (secretario de prensa de Héctor Cámpora, que llegó a la Presidencia de la Argentina pavimentando el camino para el reorno de Perón).

En uno de sus libros, Recuerdo de la muerte, esboza una crítica a la organizaciòn guerrillera; posteriormente, en Diario de un clandestino ésta se hace más profunda y termina por marcar su ruptura.

Posteriormente fue diputado nacional por Buenos Aires. En un comienzo cercano, en términos políticos, al matrimonio Kirchner Fernández, pronto se distanció de ambos. A comienzos de 2011 el distanciamiento de completa; una de sus causas fue la política económica y minera que implementa el gobierno.

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7 Comentarios
  1. NORMA FERREYRA dice

    Adriana Olivares, una defensora de los derechos de los ladrones que saquearon SALAC, echada por el Interventor por ladrona, según palabras del interventor, no mías.Cree que diciendo estás cosas, alguien que me conoce le va a creer, pobre mujer.Me da lástima.

  2. ADRIANA dice

    Chicos, no gasten pólvora en chimangos. Esta Norma Estela Ferreyra edita libros como quien se larga gases y precisamente eso son sus libros,pésimos, con mala narración. Como poeta es de mediocre para abajo. Sus libros son noticias sacadas de internet, ordenadas en lo que llama investigación, siempre conveniente a sus ideas. Es una octogenaria fracasada…Lo que no cuenta es que nunca pasó del cursillo de ingreso en sus estudios de abogacía. Es una vieja ridícula de 80 años que usa calzas de cuerina y es platinada. (Editado)

  3. Martin dice

    Norma estela Ferreyra:
    Si yo quiero poner una minera en San Juan y escribo un tratado de minería de 900 pagínas. Que pensás que te voy a contar? que voy a hacer mierda el país?? NOOO, te voy a contar que le voy a dar laburo a cientos de Sanjuaninos, que voy a construir escuelas, voy a asfaltar… y además que vamos a hacer una minería controlada y no vamos a contaminar nada salvo lo mínimo… mentiras, si no los números no cierran. si se puede hacer sale demasiado caro, entonces no es viable, y legalmente hay muchas artimañas para que a la larga nosotros terminamos pagando…

  4. sol dice

    creo que uno de las pocos espacios que nos queda al pueblo para decir lo que nos pasa es el periodismo y los medios de comunicacion —si no la esclavitud seria aun mayor.

  5. Vuduciel dice

    Oye Norma Estela Ferreyra, ¿cuántos dolares te pagan las mineras y los politicos zanganos?

  6. CHEETAH dice

    Entonces, ¿mentira es lo de la contaminacion?
    Si se contamina poquito, ¿no se contamina?

    Entonces, si los autos contaminan, ¿está bien que se contamine el suelo y el agua?
    Entonces, si alguien es lego en materia de mineria, ¿está mal que diga que esos venemos contaminan y ponen en riesgo el suelo y el agua?

    Entonces, la voz del pueblo, la gente, ¿es solo la voz de la chusma que hay que desoir?

  7. norma estela ferreyra dice

    Este pobre hombre cree que la política se aprende del periodismo, cuando todos sabemos que éste distorsiona todo.
    Soy escritora argentina que publica en el exterior, estudié derecho y por eso aprendí que quien no sabe de política, no debería ni hablar.
    Yo escribí dos libros de referidos al glifosato y del veneno que comemos en las verduras, en las carnes, en los productos químicos de gaseosas y elementos de limpieza, en medicamentos, etc.
    Y eso es serio pero difícil de combatir por el poder que tienen en el mundo. Pero cuando quise escribir un libro en contra de la minería y me quise instruir, algo elemental para escribir sobre esos temas, me encontré con el Conreso mundial de Minería realizado en Cuba en 2011, que todo el mundo tendría que leer y que yo leí en sus 900 páginas por internet y me dí cuenta que hay una minería sustentable y posible con un mínimo de contaminación y que es posible.
    Entonces me dije: mucho más contaminan los automóviles en una ciudad y a nadie se le ocurrió cerrar las fábricas,así como muchas otras que contaminan las ciudades y la gente, como los jugos naturales y casi todo lo que consumimos en el super con etiquetas «light». Entonces de qué hablamos?
    Pretender que Cristina Kirchner cambie el mundo en unos años creo es pretender demasiado. Mucho hizo y hará si la dejan. Mejor miren los daños a la salud que provocan los del agro y a ellos ¿quiénes los critican? Un libro que habla sólo de la minería o en los puntos como primerización de la economía, es ser ingenuo. Una guerra se gana con pequeñas batallas no atacando en todos los frentes a la vez.
    La estrategia de los K es perfecta,señor periodista. Si entendiera de política Ud lo sabría.

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