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Ago
29
2012
Cultura • Economía
Alberto Magnet

Allí por donde pasan las empresas estatales chinas queda una huella de corrupción, expolio y desolación medioambiental.
La lista de grandes corporaciones estatales chinas es casi tan larga como el número de países donde actúan. Entre ellas, la poderosa CNPC la (China National Petroleum Corporation), la Sinopec, la CNOOC, el Eximbank y el CDB en el sector bancario, la minera Shougang, la REC (China Railway Group Limited), nombres que nos iremos acostumbrando a reconocer, como en su tiempo ocurrió con Shell, Texaco o Anaconda Mining Co. Todas ellas actúan con cierta independencia del poder central, aunque están estrechamente controladas por él.
Todas explotan y devastan amparadas en el principio fundamental de la política exterior china, a saber, el principio de no ingerencia en los asuntos internos.