Brasil: gobierno corrupto y embustero

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El ministro de medioambiente, Ricardo Salles, tuvo que renunciar por estar al servicio de corporaciones que ocupan ilegalmente las tierras y por no fiscalizar las actividades extractivistas y la explotación de recursos realizadas por empresas mineras, forestales, agrícolas y pecuarias.

El gobierno de Bolsonaro no solo es causante de un genocidio sin precedentes, sino que, a pesar de su relato fraudulento, se encuentra contaminado con la lacra de la corrupción y las actividades criminales dentro del Estado.

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