No hay dobles lecturas. Las megaelecciones chilenas del 15 y 16 de mayo han recogido y conducido el espíritu del 18 de octubre del 2019, con un repudio a los partidos tradicionales, y un apoyo importante a los representantes independientes y los partidos de izquierda.
Lo fundamental será desinstalar el repudiado modelo neoliberal, que la derecha y sus representados, las grandes corporaciones, han cuidado durante más de treinta años.
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