Chile incomprensible: – EL ESTADO SUBSIDIA A LA PRENSA OPOSITORA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Desapareció no hace mucho el diario Siete, periódico ligado a la Concertación que contaba con el respaldo económico de COPESA. Una vez más, una publicación escrita sucumbe ante la contundente y masiva concentración de los medios de comunicación, que atenta contra la libertad de expresión y el derecho a la información. Lo penoso es que el Estado de Chile y, especialmente los gobiernos de la Concertación, han fomentado la falta de diversidad y de pluralismo en nuestro país.

Así lo demuestra un estudio del Observatorio de Medios, dirigido por la periodista Manuela Gumucio. Este análisis constató que el Estado subsidia directamente a El Mercurio y a COPESA, asignándole el 80% de los recursos publicitarios destinados a la prensa escrita. El Estado gastó durante 2005 más de 10 mil millones de pesos (20 millones de dólares) en publicidad.

De estos recursos, el 50% (unos 4 millones de dólares) de lo destinado a los diarios fue directo a los periódicos de la empresa El Mercurio, principal matutino del país, cuyo propietario es Agustín Edwards. En segundo lugar, se ubicó COPESA, que edita La Tercera, La Cuarta y la revista Qué Pasa. Este consorcio recibió más de 2 millones de dólares.

Mientras estos dos grandes holdings de la prensa escrita obtenían importantes recursos del Estado, administrado entonces por el ex Presidente Ricardo Lagos, en Chile desaparecían en tiempos recientes las revistas Rocinante, Plan B y Lat.33, entre otros medios independientes. El último caso, de comienzos de junio de 2006, corresponde a Siete cuando se comunicó el cierre del diario por falta de recursos económicos, después de menos de dos años de circulación.

El estudio del Observatorio de Medios señala también que existe poca transparencia en las distintas reparticiones públicas para asignar sus recursos publicitarios. Por ejemplo, la Tesorería de la República destina el 90% del avisaje a El Mercurio y Fonasa más de la mitad, lo que resulta absurdo y contradictorio dado que los afiliados al Fondo Nacional de Salud no leen precisamente el diario de Agustín Edwards.

Más bien el subsidio de los gobiernos de la Concertación a estos dos grupos de la prensa escrita se ampara en ese pacto cómplice entre la coalición de gobierno y los grupos económicos, que justamente establecen la agenda pública a través de los grandes medios de comunicación. O sea, mientras la Concertación se acomoda a El Mercurio, sucumbe la libertad de xxpresión, la diversidad y el pluralismo en Chile.

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* Economista y dirigente social. Director de Océana, oficina para América del Sur y Antártica.
Publicado en la revista digital Por la Libre: www.porlalibre.org.

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