Ciudad de México se ahoga en la contaminación
Gerardo Villagrán del Corral - CLAE
Ciudad de México activó el martes el plan de contingencia ambiental extraordinaria para hacer frente a los altos índices de contaminación, tras superarse los 150 puntos en el índice de calidad del aire debido a la gran presencia de ozono y de otras partículas contaminantes.
Cinco días antes ya se habían disparados las alarmas por los incendios en la zona, algunos de ellos provocados. La medida alcanza a las 16 alcaldías de la Ciudad de México y 18 municipios conurbanos del estado de México.
Cada año, por estas fechas de sequía y altas temperaturas, los habitantes de la capital viven la alerta por contaminación ambiental. El aire se vuelve tóxico, más de lo habitual. Sobre el valle se asienta la famosa «capa de nata espesa y de color café» y sus habitantes recurren a la ancestral práctica de rezar para que llueva.
No salga a la calle, evite las actividades al aire libre. No haga deporte. No vaya al colegio. Cierre puertas y ventanas. No use lentes de contacto. Si tiene aire acondicionado, úselo en modo «recirculación». Si puede, trabaje desde casa, son las recomendaciones. El plan refuerza las medidas de precaución para la ciudadanía mientras se limitó la circulación de los vehículos más contaminantes (once millones de vehículos circulan a diario por la capital).
La contaminación de la capital mexicana, donde conviven a diario más de 20 millones de personas, es un problema cotidiano. El plan ya ha sido activado unas cinco veces en lo que va de año. Las medidas incluyen recomendaciones como evitar actividades en el exterior y, en el caso de grupos vulnerables, permanecer en casa. Además, se ordenó la suspensión de las actividades de establecimientos que utilicen leña o carbón, entre otras normas.
La jefa de Gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum (una científica experta en temas ambientales) ha defendido la activación de la alerta pese a no haber llegado al límite necesario para poner en marcha el plan de contingencia. «Aun cuando no lleguemos a los 150 puntos, si sabemos que estamos cerca de llegar se tiene que emitir una alerta ambiental», declaró. Para Carlos Samayoa, de Greenpeace México, las normas son demasiado laxas.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) advirtió que se vive una situación extraordinaria por las altas temperaturas y los incendios agrícolas y forestales en toda la República y con el propósito de cuidar la salud de la población determinó activar la fase uno del Programa de Contingencias Ambientales por los altos índices de partículas finas (PM2.5) y ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México.
La Came señaló que entre las medidas para reducir la emisión de contaminantes la industria debe reducir entre 30 y 40 por ciento sus emisiones de manera inmediata, y en cuanto a vigilancia ambiental, apuntó que continúa el control sobre las fuentes ostensibles de contaminación, de transporte e industria, e hizo un llamado a reducir las quemas agrícolas con el propósito de evitar incendios forestales.
En noviembre, el gobierno de la capital anunció que se invertirían unos 500.000 dólares, en un nuevo plan de movilidad para promover el uso de la bicicleta y expandir la red de trolebuses eléctricos. Sin embargo, las metas verdes se enfrentan al desafío que plantea el transporte público concesionado, la mitad de los vehículos que ofrecen servicio, según datos de Greenpeace.
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)