Crisis en G-20: ofensiva europea mientras Cristina y Dilma dan la cara por el Sur

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El primer día de sesiones de la cumbre del G-20 reflejó la preocupación que existe de un extremo al otro del mundo por la evolución de la crisis internacional y la ofensiva europea por obtener respaldo a sus políticas. Ya ni siquiera se escuchan frases gastadas como “lo peor ya pasó” o “somos optimistas por el futuro”, que los presidentes usaban como escudo en encuentros anteriores.
La fórmula propuesta por los europeos para el documento final del G-20 incluye un fuerte respaldo al rescate bancario español y propone seguir la misma línea, que derivaría en una unión bancaria con supervisor supranacional.
Pero ni las elecciones en Grecia ni los mensajes lanzados desde Bruselas y desde la cumbre mexicana del G-20, evitaron una nueva jornada negra en la economía española, que se encuentre al borde del colapso financiero con la prima de riesgo a 574 puntos y un interés de 7.2 por ciento en los bonos a 10 años del Tesoro. En esta ocasión las fuertes caídas del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y el Santander arrastraron al resto de los valores bursátiles, que derivaron en una caída de la bolsa de 2.96 por ciento.
El documento final, tal cual se propuso, es una reivindicación de la línea seguida por la Unión Europea bajo el liderazgo de la alemana Angela Merkel y el Banco Central Europeo asociado al FMI. Durao Barroso, titular de la Comisión Europea, rechazó las críticas a esa política y advirtió  que “Europa no participa del G-20 de México para recibir lecciones económicas o de democracia”, algo que algunos analistas vieron como respuesta a declaraciones de Barack Obama, el presidente estadounidense.
Señaló que “por cierto, esta crisis no se originó en Europa, sino en América del Norte, y buena parte de nuestro sector financiero se vio contaminado por…¿cómo decirlo? … prácticas poco ortodoxas de algunos sectores del mercado financiero”. El titular de la Comisión Europea dijo que esperaba que los líderes del G-20 “hablen claramente a favor del enfoque de la Unión Europea”.
El documento propuesto para que sea suscripto por todos los miembros del G-20 pretende un explícito apoyo al plan de rescate del sistema bancario español, dispuesto a partir de una línea de crédito europea de hasta 100 mil millones de euros. “Damos la bienvenida al plan de España para recapitalizar su sistema bancario”, expresa su texto. Difícilmente será aprobado, dicen los analistas.
El Sur tiene cara de mujer
“Nos venimos juntando desde 2008 y no pudimos evitar que se perdieran cincuenta millones de empleos”, reflexionó la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner quien con la brasileña Dilma Rousseff habían acordado por la mañana unificar la posición del Mercosur para lograr mayor potencia con su mensaje.
Esa coincidencia en el diagnóstico –a la que no acompañaron los otros mandatarios latinoamericanos, Sebastián Piñera y Felipe Calderón, de Chile y México- las llevó a dar un paso más: resolvieron coordinar políticas de protección del mercado regional ante lo que avizoran será un agravamiento de los problemas en Europa, con la consecuente presión por trasladar la crisis a esta zona.
Esto ya lleva cuatro años y no se ve la salida. No hay un plan. Nadie puede asegurar que el año que viene estaremos mejor, coincidieron las presidentas. Lo que se advierte, continuaron, es una presión cada vez mayor para que países en desarrollo abran sus mercados. De ahí las referencias críticas al proteccionismo, en momentos en que las naciones desarrolladas tienen excedentes que buscan colocar en otros países.
La mandataria argentina cuestionó el “círculo vicioso” que se está operando en Europa: fuga de capitales de las naciones periféricas, como Grecia o España, hacia centros financieros como Alemania e Inglaterra, y vuelta de esos recursos al lugar de origen, pero transformados en deuda a altas tasas de interés.
También apuntó contra los paraísos fiscales, que siguen funcionando y este año ha aumentado diez veces la salida de dinero, de 5.000 a 59.000 millones de dólares por año, especialmente de la periferia de Europa. Inglaterra es uno de los principales defensores de esos paraísos, de los que se termina  beneficiando. Desde 2008 se perdieron 50 millones de empleos en el mundo y éste es un problema que afecta especialmente a los jóvenes, coincidió el presidente surocoreano.
Ese es el marco de esta cumbre del G-20, donde la dirigencia europea reclama respaldo a un programa pro-mercado en el que ni los mercados parecen creer. El G-20 «no va a solucionar el problema de la zona euro; eso sólo pueden hacerlo los países de Europa, pero el grupo puede asegurarse de que una situación difícil no empeore quitando las amenazas a la economía mundial. Si eso se logra en estos dos días que dura la cumbre en México habrá valido la pena», aseguró el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron.
Sobre Grecia, las declaraciones fueron lapidarias: El nuevo gobierno griego debe «trabajar rápidamente para implementar las reformas que Grecia requiere para que vuelva una vez más a como estaba», apuntó Durao. Más clara fue Merkel. Grecia, afirmó, «deberá cumplir con los compromisos pactados (antes de las elecciones) con sus acreedores internacionales». Sostuvo que «no se puede esperar ningún relajamiento de las reformas pactadas», que están marcadas por una política de austeridad que genere los excedentes fiscales necesarios para asumir el costo de la deuda pública griega.

*Con informes de agencias, redes, Página 12 y La Jornada

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1 comentario
  1. Oscar dice

    La Era de los Saduceos

    «Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.»
    Cicerón, Marco Tulio

    Imaginen como ejercicio intelectual que pudieran viajar en el tiempo y regresaran al pasado para explicar un hecho inmediato que va a suceder.
    ¿Qué piensan que les pasaría?
    Supongan intentar llegar hasta Napoleón para avisarle del desastre de Waterloo, señalarle a Bolívar de su próxima tuberculosis, o informarle al panadero de la esquina que sufrirá un accidente fatal cuando vaya al cine.
    ¿Cómo creen que los mirarían?
    Intentar advertir cualquier acontecimiento a cumplirse los llevaría a la más arbitraria soledad, porque nadie en su sano juicio desea escuchar su futuro más allá de un juego de lectura en la palma de la mano.
    Sin embargo, estudios de la historia, la antropología o la sociología, utilizando análisis combinados, como por ejemplo la mera lectura de quienes efectivamente participaron en momentos claves de la humanidad, o el seguimiento estricto y meticuloso de innumerables aristas, todo ese equipaje que deberemos desentrañar, nos ayudará a vislumbrar la diminuta ventana personal de nuestra empeñosa búsqueda, porque la elemental inmediatez con esa “verdad” implica un esfuerzo enorme si quieres conocerla.
    La pregunta ahora es: Ciertamente ¿tiene el hombre común el apetito inevitable para encontrar su respuesta o una simple indagación?
    La respuesta es no, no la pretende.
    Por lo tanto sé que a esta altura, un gran porcentaje de lectores ya habrá abandonado.
    Eso no debe preocuparme pues la sabiduría no radica en el conocimiento de la razón sino en la experiencia de mi interrogación y sobretodo la pasión que me impulsa.
    Las emociones generadas en el cerebro son el resultado de miles de años de evolución y su lado más importante no consiste en el reconocimiento de sí misma, lo realmente trascendental, lo que enciende nuestra lucidez en la memoria como especie, es la capacidad de percibir la existencia del otro, el semejante.
    Ahora bien, ¿Para qué sirve conocer la verdad o el ensayo de hallarla?
    No se trata de servir, aprovechar, valer, ser de utilidad, porque en ese mundo espiritual con que tantas personas se llenan la boca, accionan internamente y sin siquiera estar al corriente, movimientos o impulsos construidos desde la niñez y que marcarán nuestra conducta, decidirán qué vida llevaremos, elegirán hasta dónde llegar, cuándo, cómo y con quién compartiremos esa vida tan “sacrosanta” y por la que no nos preocupamos en lo más mínimo.
    El esclavo dio paso al siervo para dejarse habitar por el burgués.
    Desde el principio renunciamos a expresar nuestra necesidad para adoptar la solución de obedecer (del Lat. ob audire = el que escucha)
    Y es que no hay más.
    He allí la primera verdad que descubrí de adolescente.

    ¿Quién llevó a Jesús a la cruz?
    Existían en Jerusalén dos grupos: los Fariseos y los Saduceos.
    Los que tenían el poder de hacer cumplir las leyes, la interpretación de la religiosidad, y el control general de su sociedad eran los segundos.
    El pueblo debía pagar el sabido tributo y en ese momento histórico circulaban varias monedas.
    Fue entonces que los Saduceos se transformaron en cambistas, los que manejaban el curso del dinero y lo convertían a su propia divisa pues Dios “no recibe dinero extranjero”.
    Cuando la figura de Cristo comenzó a tener el peso relevante de poder llamar la atención del Imperio Romano por las revueltas, los dos grupos antagónicos por única vez zanjaron sus diferencias y se unieron para un objetivo: el juicio del Cristo y su posterior muerte.
    Poco hay de religión y mucho de política en estos acontecimientos que marcaron el rumbo de occidente, y para muestra basta un botón.

    Los Saduceos eran los prestamistas, los banqueros, los financistas.
    Los Fariseos en general eran hombres de negocios de clase media, estaban en contacto con el hombre común y la gente creía más en ellos por su acercamiento cotidiano, los consideraban sus representantes.

    ¿Adónde quiero arribar?

    El mundo ha caído en manos de los Saduceos, Europa toda se ha evangelizado de mercados financieros, bolsas de cambio, productos de capital, etc. Vamos hacia un límite insospechado que no tendrá retorno a mediano plazo.
    España, Italia, Grecia, Portugal, los países del sur, los que no “tienen los ojitos azules”, verán cómo serán despojados de las conquistas sociales de sus abuelos, verán cómo sus patrimonios serán arrasados por el tsunami de las nuevas reglas, sentirán cómo los latinoamericanos supimos siempre que no éramos dueños de nuestra nación, apreciarán lo mismo que los vecinos países del este, observarán atónitos la llegada de un novedoso totalitarismo que eclipsará sus mentes, instalando un desconocido significado de la pobreza que sus ancestros sí conocieron perfectamente.

    La historia dirá.

    ¿Quién me creería en su aséptica cordura?
    Sinceramente espero equivocarme por mucho.

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