Desglobalización y estanflación

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Es difícil comprender el viraje brusco de la prédica de la globalización entendida, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), como la interdependencia económica creciente del conjunto de países del mundo, provocada por  el aumento del volumen y la variedad de las transacciones transfronterizas de bienes y servicios, así como de los flujos internacionales de capitales, al mismo tiempo que la difusión acelerada de tecnología.

Resulta que ahora interdependencia es mala palabra, Alemania jamás debía haber aceptado un gasducto con los rusos, según Paul Krugman, por razones de seguridad nacional. Por su parte, Biden esta con su política de fortalecer sus cadenas de suministro y contrarrestar a China con su Chip and Science Act habiendo prohibido a Intel empezar a producir microchips en la ciudad china de Chengdu para  hacer frente a la escasez mundial.Que es la ESTANFLACIÓN? - Economía Simple

Por otra parte, las sanciones comerciales y financieras no solo son aplicadas a Rusia sino que afectan a terceros países y empresas relacionadas con un impacto impredecible en la economía global. Anne Kruger, en Project Syndicate, había advertido que “antes de endurecer aún más las sanciones o imponerlas indefinidamente, las potencias occidentales deberían considerar los riesgos más amplios para la economía global y el comercio internacional y el sistema financiero”. No le hicieron caso y lo peor es que el rublo es la moneda más apreciada en el mundo.

¿En que quedó entonces el discurso de la globalización?  Si hay una nueva narrativa deberían avisarnos a los países dependientes, para que cambiemos los manuales de economía y las recetas del FMI, puesto que la guinda de la globalización era que abriéndonos al mundo tendríamos un mayor acceso a bienes, servicios y tecnología y a un menor precio que produciendo localmente o comprando a un país vecino. Así, la inflación bajaría y aumentaría el crecimiento económico en el mundo globalizado.

El problemita es que estamos en tránsito a una desglobalización, inicialmente, como resultado del Covid-19, que interrumpió las cadenas globales de suministro, pero que ahora está siendo inducida por disputas geopolíticas con la Guerra de Ucrania y las sanciones de los aliados y la guerra de chips de EU contra China.

De esta manera, antes se hablaba en la jerga de la globalización del offshoring o deslocalización, con el fin de incentivar a todas las empresas a trasladarse a cualquier país con el fin de minimizar sus costos y maximizar sus beneficios globales. En cambio, ahora se sustituyó la sílaba off por on shoring, que significa relocalización, que obliga a las empresas a dejar los territorios enemigos y trasladarse a territorios amigos (friendshoring o suministro amigo) reconfigurando así geopolíticamente las cadenas de suministro globales.

Michael Spence, en Project Syndicate,  advierte que se está llevando a cabo un proceso de diversificación geopolítica, ya que atrás quedaron los días en que estas cadenas se construían sobre la base del costo, la eficiencia a corto plazo y la ventaja comparativa y que ahora predomina el criterio de seguridad nacional siendo, por tanto, claramente inflacionarias, ya que se alejan explícitamente de las cadenas de suministro de las fuentes de menor costo (países enemigos) para abastecerse de fuentes más caras (países amigos) apartándose del libre movimiento global de las mercancías, servicios y capitales.

Y aquí entra la estanflación. Los países  del Área del Euro están con una inflación del 10% y los EU la están bordeando, con una inflación a septiembre de 8,2% interanual, la más alta desde 1982. De esta manera, por más que aceleren los bancos centrales el aumento de la tasa de interés no se desacelerará la inflación, porque está relacionada con shocks de oferta como la ruptura de los canales de suministros global, el aumento de los costos marítimos, el alza de los precios del petróleo y los alimentos, que escapan del control de las autoridades monetarias.

Estamos, por tanto, atravesando una etapa de transición en la configuración mundial con rumbo a una desglobalización y entrando a una globalización dual entre países amigos y enemigos: ¿dónde nos alineamos o nos alinean a los países latinoamericanos?

 *Ex presidente del Banco Central de Bolivia. Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

 

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