El acoso escolar
El acoso, escolar o bullying, es realmente un fenómeno muy antiguo. Se refiere a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo, con el objetivo de intimidarlo, asustarlo y dañarlo, por lo general afecta a niños y niñas entre 10 y 15 años. Es frecuente en el aula de clase y el patio de recreo de las escuelas.
Con las nuevas tecnologías, el bullying se ha extendido al hogar de las víctimas, lo que se conoce como el ciberbullying. Los acosadores se encargan de molestar a través de Internet, con correos electrónicos intimidatorios, la difusión de fotografías retocadas, SMS, la difamación en redes sociales hasta la creación de páginas web con contenidos agresivos.
Desdichadamente, en la historia de la humanidad la violencia ha estado presente en todas las épocas. Desde la antigüedad, hasta nuestros días, los maestros han utilizado métodos antipedagógicos con los alumnos, como golpearlos físicamente; ridiculizarlos con apodos ante sus compañeros de clase; castigos, como hincarlos sobre granos de maíz, e incluso llegaban a burlarse si tenían algún defecto físico.
Los amenazaban si ellos les contaban lo sucedido a sus padres o representantes. Aparte de causar daño, el educador, ha demostrado el poder que tiene entre sus estudiantes generando miedo. El maestro siempre se ha considerado la estrella: desde su tarima domina el aula y sus discípulos, él expone y los alumnos escuchan.
Por ejemplo, en la Roma antigua, Horacio hace referencia a Orbillo, el palmoteador, un maestro que utilizaba azotes como forma de educación. En la Edad Media, los jesuitas tenían a una persona que llamaban corrector, encargada de golpear a los estudiantes que tenían conductas incorrectas.
Es Jean-Jacques Rousseau, -1712-1778-, pedagogo y filosofo suizo, quien propuso una visión distinta del proceso enseñanza-aprendizaje. Posteriormente en el siglo XX, las nuevas teorías de los psicólogos y pedagogos, Jean Piaget, -1896-l980- y Lev Vygotsky, -1896-1934-, influyen en los nuevos paradigmas educativos, e introducen la idea de que el alumno construye sus propios conocimientos y el maestro es un facilitador. La indiscutible sabiduría del docente, suponía hasta cierto punto, un poder, imponiendo límites entre el profesor y el estudiante.
El primero en estudiar el tema de la violencia escolar, creando el nombre de bullying, fue el psicólogo escandinavo, Dan Olweus, profesor de la Universidad de Bergen, Noruega. Inició sus investigaciones, en el año 1970, del siglo XX. En 1978, publicó su libro “La agresión en las escuelas: los bullyies y niños agresivos.”, donde define la conducta de persecución física o psicológica que realiza un alumno contra otro al que escoge como víctima de repetidos ataques.
Para Dan Olweus hay varios tipos de víctimas: “Las típicas, entre las que se encuentran los estudiantes más ansiosos e inseguros, que suelen ser cautos, sensibles y tranquilos: poseen baja autoestima, tienen una opinión negativa de sí mismos y de su situación, y frecuentemente son considerados como fracasados sintiéndose estúpidos y avergonzados.
A este tipo de víctima se les ha llamado pasivas o sumisas. Y no responderán al ataque ni al insulto. Otro tipo de víctima son las provocadoras que se caracterizan por una combinación de modelos de ansiedad y reacción agresiva. Estos estudiantes suelen tener problemas de concentración y se comportan de forma que causan irritación y tensión a su alrededor. Algunos de ellos pueden ser hiperactivos”.
En 1982, profundizó sus estudios en un trágico hecho sucedido ese mismo año, en el cual tres jóvenes se suicidaron a causa del acoso que sufrían en sus respectivas escuelas.
Dan Olweus, ha dedicado toda su vida al estudio del bullying. Eligió esta palabra por su parecido con “Mobbing”, término que se utiliza para describir el fenómeno en que un grupo de pájaros ataca a uno de otra especie. Bullying viene del vocablo ingles “bull” que significa toro.
En este sentido, bullying es la actitud de actuar como un toro en el sentido de pasar por sobre otro sin contemplaciones. Bullying se conoce en español, como acoso, matonaje, hostigamiento.
Desde hace años el bullying o acoso escolar, ha dado de qué hablar en todas las sociedades del mundo, y no se le ha dado la debida importancia que se merece y que necesita debido a su gravedad. Esta situación a partir de la década de los años 70, en el Siglo XX, comenzó a preocupar, a educadores, sociólogos, psicólogos, que pusieron de manifiesto que estos hechos repercutían gravemente en el desarrollo del menor.
El 20 de noviembre de 1959, se produjo un hecho histórico cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas, promulgo la Declaración de los Derechos del Niño.
El acoso escolar ha generado a nivel internacional preocupación y reacción debido a los innumerables casos de persecución y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones verdaderamente aterradoras. Este fenómeno ha estado construyéndose a través del tiempo. Por lo que los incidentes que se consideraban de acoso en el pasado siglo, no son los mismos que se estiman hoy en día. Por lo que se cree que los criterios de bullying escolar, pueden estar siendo más elaborados, cada día.
Bullying: aspectos históricos, culturales y sus consecuencias para la salud
“Desde la antigüedad, la violencia ha estado implícita en el método pedagógico, partiendo de la creencia de que “la letra, con sangre entra”, frase que nace en la edad media y que traduce la concepción que guiaba los procesos educativos en aquellos tiempos”, exponen los psicólogos Miguel Lugones Botell y Marieta Ramírez Bermúdez, en sus estudios realizados sobre: “Bullying: aspectos históricos, culturales y sus consecuencias para la salud”, agregando:
“La incuestionabilidad de saber del docente suponía, hasta cierto punto, un poder y, a la vez, la verticalidad de la enseñanza hasta el siglo pasado. Imponiendo límites entre el docente y el estudiante”.
“Durante los últimos años se ha hecho visible el fenómeno de la violencia escolar en diferentes medios sociales, educativos y de salud. La Organización Mundial de la Salud –OMS- en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud del año 2002, declaró la violencia como uno de los principales problemas de Salud Pública en todo el mundo”.
-“Existe consenso -afirman los investigadores-, de que la violencia es un problema que debe ser abordado por los medios educacionales y de salud pública, dada la repercusión que tiene –al menos- en ambos sectores; en el primero por todo lo que significa en el contexto educacional y en el segundo por la importancia que tiene sobre la salud física, mental y psicológica y la debida atención que requiere. Esto se ha concretizado en la noción de bullying , concepto de gran presencia mediática y, por lo mismo de muy poca claridad sobre lo que significa”.
“Los niños – aseveran Miguel Lugones Botell y Marieta Ramírez Bermúdez- que sufren acoso pueden experimentar inflamación crónica sistemática que persiste hasta la edad adulta, mientras que los agresores pueden experimentar beneficios para su salud por aumentar su estatus social a través de la intimidación”.
“Estudios anteriores -explican-, han sugerido que las víctimas de acoso infantil sufren consecuencias sociales y emocionales en la edad adulta, incluyendo un aumento de la ansiedad y la depresión. Sin embargo, los niños intimidados también presentan problemas de salud, como dolor y enfermedad, es decir, que ser susceptible de acoso puede extenderse más allá de los resultados psicológicos. Aunque el acoso escolar es más común y se percibe como menos perjudicial que el abuso infantil o el maltrato, los resultados sugieren que la intimidación puede alterar los niveles de inflamación en la edad adulta, de forma similar a lo que se ve en otras formas de trauma infantil”.
“Respecto a las formas de esta violencia -subrayan- las distinciones clásicas identifican violencia física y violencia relacional, también llamada violencia psicológica. La primera responden a golpes, empujones, atentados contra la propiedad y amenazas físicas, en tanto la segunda, se refiere a exclusión, rumores falsos, estigmatización, entre otros”.
El acoso escolar puede ser físico
De acuerdo a los psicólogos Iñaki Piñuel Zabala y Araceli Oñate, en su trabajo realizado sobre: “El acoso escolar, puede ser físico”, destacan lo siguiente:
-“El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar: una especie de tortura metódica y sistemática en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros”.
“Este tipo de violencia escolar -explican los investigadores-, se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte.
El sujeto maltratado queda, así expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas, es común que el acosado viva atemorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana.
En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad”.
-“Suelen ser más propensos al acoso escolar –advierten Piñuel Zabala y Oñate-, aquellos niños que poseen diversidad funcional, entre las cuales se puede contar el Síndrome de Down, el autismo, Síndrome de Asperger, Síndrome de de Tourette, entre otros. También está, lo que se conoce como acoso escolar homofóbico o gay bashing que se refiere a cualquier clase de daños hacia las personas, tanto psicológico, físico o moral por aparentar o tener una orientación sexual diferente”.
El acoso escolar. Un enfoque psicopatológico
Las investigaciones de Jordi Collell i Caraet y Carme Esqudé Miguel, psicólogos del Observatorio Europeo de la Violencia, en su análisis: “El acoso escolar, un enfoque psicopatológico”, reseñan lo siguiente:
“Aunque el fenómeno del acoso entre los alumnos “bullying” ha tenido recientemente una repercusión mediática importante, su abordaje se realiza en la mayoría de los casos desde una óptica puramente escolar implicando acciones puntuales como la aplicación del código disciplinario o el cambio de centro para algunos de los afectados, generalmente la víctima”.
“El acoso escolar -advierten- es un fenómeno social por naturaleza, que se produce en grupos relativamente estables, donde la víctima tiene pocas posibilidades de escapar. Es de gran importancia de que las aulas sean entornos seguros donde se fomente la resiliencia de los alumnos y el bienestar emocional de toda la comunidad educativa”.
-“La violencia en general, y el maltrato entre iguales en particular, constituye un obstáculo para el desarrollo de las y los chicos en los centros educativos y en la sociedad en general, así como un factor de riesgo importante para sufrir trastornos en la adolescencia y edad adulta”.
De ahí -continúan explicando los investigadores- la necesidad de abordar el fenómeno precozmente y desde una óptica rigurosa, sin maximizarlo, pero tampoco negando o mirando hacia otro lado, con el argumento que “son cosas de chicos”, “en nuestro centro no hay conflictos”, o el consabido “maltrato ha habido siempre” que justifica la no intervención. Aunque haya habido prácticas incluso milenarias en este sentido –como golpear al menor o a la mujer- eso no significa que deba seguir existiendo. Cada vez se hace más evidente la necesidad de un enfoque holístico desde varios ámbitos que incluya también el psicopatológico”.
-“Nuestra sociedad y su escuela -concluyen los psicólogos- no pueden seguir hablando de niños agresivos, desmotivados, muchas veces identificados –y etiquetados- ya desde la Educación Infantil o Primaria, sin una mirada atenta a las causas que subyacen, limitándose en muchos casos a la contención. No es una tarea fácil y no puede ser asumida únicamente por los Centros educativos. Es necesaria una visión ecológica y el compromiso unánime de los diversos agentes sociales”.
Tipos de bullying
Los científicos han descrito varios tipos de bullying:
-Bloqueo social: el acosador tiene como objetivo bloquear a la víctima en el ámbito social. Los acosadores tratan de presentar a la víctima ante los demás como débil, indefensa, indefenso, etc. Cuando el niño/a llora se desencadena lo que se conoce como chivo expiatorio.
Hostigamiento: dentro de este grupo se encuentran las faltas de respeto, el desprecio hacia el niño. Ejemplos típicos son: mofar, menospreciar, ridiculizar, etc.
Manipulación del entorno: el acosador busca poner a otros en contra del niño. Hacen quedar al niño con una imagen errónea de lo que es, lo presentan como algo negativo, inferior, e inventan cosas que la víctima no ha hecho o dicho sólo para ponerlo en su contra.
Coacción: buscan que el acosado accione en contra de su voluntad. Esto logra el control de la víctima por parte del acosador.
Exclusión social: El acosador se encarga de ningunear al niño, para que se excluya de manera total su participación en la sociedad.
Los estudios señalan, que el bullying o acoso escolar es un fenómeno que está presente en todos los estratos sociales y en todos los países del mundo, que son conductas agresivas, repetitivas y crueles, que cada vez se están volviendo más frecuente en el ámbito escolar, el cual incrementa los problemas de salud mental, física, psicológica y la deserción escolar.
La escuela es la primera experiencia social que tiene la persona, cuando es niño, por ende es fundamental. Es el escenario en donde se aprende a convivir entre diversas personas con diversas personalidades. De ahí la necesidad de prevenir este comportamiento.
Bibliografía:
-Miguel Lugones Botell y Marieta Ramírez Bermúdez. “Bullying: aspectos históricos, culturales y sus consecuencias para la Salud”. 2020.
-María Estela Raffino.”Bullying, concepto” 2019.
-Luis Evelio Castillo Pulido. “El acoso escolar: de las causas, origen y manifestaciones a la pregunta por el sentido que le otorgan los autores”. 2011.
-Jordi Collell i Caraet y Carme Esqudé Miguel, “El acoso escolar: un enfoque psicopatológico”. 2006
-Iñaki Piñuel Zabala y Araceli Oñate. “El acoso escolar puede ser físico”. 2006.
-Dan Olweus. “Agresión en las escuelas, bullyies y niños agresivos”. 1978.
-Julián Pérez Porto y María Merino. “Definición de bullying”. 2014