¿Durara el legado intelectual de Marx tanto como el de Buda, Platón o Descartes? Si consideramos la historia sabemos que los grandes filósofos, por mucho que desaparezcan por largos periodos, las ideas que crearon no mueren.
En algún momento siempre retornan. Después de más de un siglo de su muerte las ideas de Marx tuvieron una prolífica existencia hasta la penúltima década del siglo pasado. El socialismo inspiro a grandes partidos de masas en Chile, Brasil, Francia, China, Inglaterra, Alemania, India, Italia, México, Rusia, Sudáfrica, Japón. En verdad, en la mayor parte del globo, excepto Nigeria y Norte América… ¿Qué paso después? En breve… China se abre al mercado, la Unión Soviética colapsa y la política marxista desaparece o se marginaliza.
Ciento cincuenta años atrás Marx preveía que la tendencia histórica del desarrollo de las fuerzas productivas iba a adquirir un carácter más social que agudizaría las contradicciones de la propiedad privada de los medios de producción. Hasta 1980 hubo en realidad un aumento de la socialización y regulación, especialmente en el transporte, salud y comunicación. Luego vino el reverso desde Suiza a Chile, desde Francia a la India y mas allá. Los programas de privatización fueron adoptados no solo en la Europa post comunista, sino también en los países comunistas de China y Vietnam y todas las social democracias. Esta ha sido la condición del FMI para la aceptación de cualquier préstamo. Modernización de los servicios sociales significa para el neoliberalismo reinante privatización y recorte de los servicios públicos. Esta es, podríamos decir, la pieza ideológica central de la derecha.
La cultura académica progresista tampoco ha tenido mejor suerte al transformarse ahora en estudios sociocultural. La economía marxista, que una vez tuvo una firme base universitaria en Japón, ha desaparecido. La historiografía radical en India ha perdido su vitalidad. Y los ensayos políticos de la izquierda intelectual marxista en Latinoamérica han quedado fuera de moda. La masa de estudiantes universitarios marxistas del siglo pasado no solo ha sido despolitizada, sino que sus movimientos han sido diversificados, incluyendo ahora batallones callejeros quEl Marxismo en la cuerda floja.doce apoyan la democracia liberal, o mejor dicho, “cambios de régimen” pro Americano, en Serbia, Georgia y Ucrania y oposición anti gobierno en Venezuela. A pesar de todo esto la academia y los institutos de investigación pública todavía, en cierta medida, apoyan una amplia gama de pensamientos marxistas de izquierda como se puede apreciar en las universidades anglo saxon y latinoamericanas y en la revitalización del Consejo de Ciencias Sociales Latino Americano, que con la ayuda de financiamiento publico, se ha vuelto una inspiración en la investigación empírica progresista al igual que su equivalente africano CODESRIA, basado en Dakar.
Como fenómeno histórico social el marxismo llego a ser desde finales del siglo XIX hasta las últimas décadas del siglo pasado el medio más importante para comprender la naturaleza contradictoria del modernismo. Simultáneamente lucho por afirmar el lado progresista del capitalismo como la industrialización, urbanización, la atención en el futuro más que en el pasado y el alfabetismo masivo junto con la denuncia de la explotación, la alineación humana, la mercantilización e instrumentalizacion de lo social y el imperialismo inherente en el proceso de modernización. La practica política de la tradición marxista ha tendido a favorecer una u otra (social democracia versus comunismo) en contraste con los intelectuales que han tratado de mantener el equilibrio entre ambas tendencias. El cuerpo teorético del marxismo como perspectiva cognitiva del mundo moderno ha tenido una significación social que solamente han sobrepasada las grandes religiones mundiales. Como centro de identidad se ubico inmediatamente después del nacionalismo y gano importancia histórica al transformarse, desde 1880 hasta aproximadamente 1970, en la mayor cultura intelectual del movimiento obrero y de la lucha anticolonialista que se extendió en Africa desde Algeria a Zimbabwe y en Asia desde el subcontinente de India a Indonesia. Posteriormente Africa no logro sostener ninguna intelectualidad marxista y en Indonesia el marxismo fue liquidado físicamente como corriente intelectual y fuerza política. India, por el contrario, ha logrado preservar un marxismo bien sofisticado (estudios subalternos) que originalmente provino de EEUU.
De acuerdo con Goran Therborn el marxismo, como instrumento de análisis critico, no ha tenido rival en la concepción de la sociedad contemporánea en contraposición con el legado de los políticos socialistas que se ve como un fracaso. Hoy día, debido a la interdependencia global y el abismo entre la miseria y la riqueza que crecen simultáneamente, la relevancia del marxismo necesita ser repensada. Es esta polarización que vemos incluso en el corazón del capitalismo la que requiere de una nueva comprensión dialéctica de la pobreza y la riqueza que no tiene visos de desaparecer en el próximo futuro y mientras se mantenga Marx continuara proyectando su sombra en el pensamiento social. Puede que el marxismo no tenga ninguna solución inmediata a la mano, pero su capacidad crítica todavía mantiene su fuerza revolucionaria. La sociedad libre de explotación, que una vez el pensamiento marxista soñó, tal vez no sea tanto el fracaso del pasado como algo que todavía no ha llegado.
Las desigualdes del capitalismo, que han venido aumentando junto con la brutalidad de los dirigentes del capitalismo desarrollado y las organizaciones financieras internacionales no han sido acompañadas por el fortalecimiento de la clase trabajadora y los movimientos anticapitalistas, como tampoco por la apertura hacia nuevos modos de producción. Por el contrario. Las derrotas de las políticas de la izquierda marxista en las últimas décadas del siglo pasado han dado por resultado el reemplazo de la agresividad revolucionaria por la política del consenso centrista. El vacío que han dejado lo han empezado a llenar nuevas generaciones de izquierda que, debiéndole bien poco al marxismo, han salido del Foro Social Mundial, los movimientos antiglobalizacion y la movilización indo americana que va desde Chiapas a Bolivia. Y todavía esta por verse el carácter pre moderno o progresista del nuevo anti imperialismo musulmán.
La unidad del triangulo marxista de ciencia social, política y filosofía, como dice el sociólogo Therborn, ha sido quebrada irremediablemente. Pero… no significa que las políticas socialistas o los conceptos marxistas hayan desaparecido del todo y, donde las condiciones lo permitan, puede que, en un futuro cercano, den paso a un nuevo socialismo o pos socialismo si consideramos que el crecimiento de la clase trabajadora industrial ha pasado y que nuevos sujetos políticos empiezan a aparecer en la escena social.
El Post marxismo se refiere a escritores con un trasfondo marxista explicito, con trabajos que van mas allá de la problemática marxista y que no reclaman necesariamente un compromiso partidista con el marxismo. El neo marxismo apunta a proyectos teoricos que indican un alejamiento significativo del marxismo clásico, pero, reteniendo un compromiso explicito con el.
En teoría política una de las contribuciones intelectuales de inspiración marxista más sofisticadas es el pos marxismo de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe que colocan el antagonismo como concepto fundamental. Etienne Balibar, discípulo de Althuser, es el que mas cerca se encuentra de la tradición marxista. En su libro de 1997 “¿De la Lucha de Clases a la Lucha sin Clases?” concluye que la lucha de clases debería ser pensada como una estructura determinante sin ser, sin embargo, la única. La verdad es que la noción de Clase esta bastante bien establecida como concepto central de movilidad intergeneracional y todavía retiene, como categoría de distribución, su lugar en sociología. El carácter anticapitalista de la filosofía política de Slavoj Zizek lo ha transformado, a pesar de la vaguedad de su proyecto, en algo así como un símbolo del radicalismo iconoclasta y el único leninista con seguidores. Manuel Castells, sociólogo post marxista, articulo el concepto de “network society” una organización más libre y abierta que viene a reemplazar el concepto de organización o estructura y que se ha transformado en un concepto analítico clave en el neo marxismo de Hardt y Negri (“Imperio” del 2000 y “Multitud” del 2004). La tesis del fin inminente del capitalismo y el análisis del sistema mundial de Wallerstein y Arrighi son predominantemente económicos e históricos y su foco en las relaciones de poder agrega una dimensión política crucial. Una de las lecturas sintéticas de Marx más notables de finales de siglo ha sido la de Jacques Derrida “El espectro de Marx” y “El Marx Posmodernista” de Terrel Carver. Derrida últimamente ubico su teoría de la descontruccion dentro de “una cierta tradición del Marxismo, dentro de un cierto espíritu del Marxismo”. Carver se concentra mayormente en un cuidadoso análisis del lenguaje y las estrategias de escritura de Marx. Y Guattari y Deleuze expanden el concepto de plusvalía a áreas no pensadas hasta ahora.
¿Cuál será el destino de Marx, si es que todavía tiene uno? Obviamente, como vemos, la creatividad de los intelectuales de izquierda no ha desaparecido y la generación de los 60 no se ha rendido. Desde el momento en que siempre se esta buscando nuevas fuentes de inspiración entre los clásicos del pensamiento lo mas probable es que Marx será redescubierto muchas veces en el futuro y nuevas y variadas interpretaciones volverán a surgir… ¿Alcanzara Marx la estatura de un pensador perenne?