El momento europeo de los Estados Unidos
«Los Estados Unidos se vuelven europeos», ironiza The Economist en portada, mostrando al presidente estadounidense Barack Obama y al portavoz republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, caracterizados como francés y alemán, respectivamente.
«En los pasados tres años, los líderes de Estados Unidos han contemplado la gestión de la crisis del euro con una contención apenas simulada», observa el semanario británico, comparando el ]pacto de última hora para evitar el «abismo fiscal»](3226371) con el manejo europeo de la crisis del euro.
Washington muestra un «patrón de disfunción [que]es sorprendentemente similar al de la eurozona». Tanto los Estados Unidos como la UE parecen incapaces de ir más allá de las negociaciones de corto alcance que habitualmente se negocian bien tras la medianoche, añade The Economist, acusando de ello a la influencia desmesurada de algunos individuos o grupos en la negociación de los pactos. También critica a los Estados Unidos y a Europa por no ser honestos con sus votantes, pues:
De igual manera que la canciller Angela Merkel y el presidente François Hollande han evitado ser claros con los alemanes y los franceses sobre lo que costará salvar la moneda única, ni Obama ni los líderes republicanos han sido lo suficientemente valientes para decirle a los norteamericanos cuál será el coste de arreglar este desastre fiscal…en su fracaso para sacar adelante la moneda única, el peso de Europa en el mundo se ha visto perjudicado. ¿por qué deberían los países en desarrollo creer en el liderazgo nortemaricano, cuando parecen incapaces de resolver nada en casa?
Y mientras la más destacada democracia del mundo permanece paralizada, China toma decisiones y sale adelante.