El mundo del libro en 2020. Seis expertos en comercialización predicen el futuro

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Álvaro Colomer*    

La revolución digital se ha instalado en el sector del libro. Los “e-books”, los dispositivos de lectura digital, las bibliotecas virtuales y otras tendencias editoriales indican una evidente transformación de la industria.

Hemos hablado con seis expertos internacionales que ya viven este cambio como una realidad cotidiana y les hemos preguntado cómo serán las editoriales, las librerías y los libros en el 2020. Sus respuestas dan la medida de una mutación que ya ha empezado.
 

Juergen Boos. Director de la Feria del Libro de Frankfurt

¿Cómo serán las editoriales en el 2020?
Recientemente elaboramos un estudio internacional sobre la digitalización en el mundo del libro y el cuarenta por ciento de los mil expertos consultados consideraron que las ventas de contenidos digitales sobrepasarían a las de libros tradicionales en el 2018. Además, el 39 por ciento opinó que la venta de libros online era el fenómeno más importante de las últimas décadas.

¿Cómo evolucionará el mercado europeo?
Es difícil hablar a nivel europeo. El último estudio realizado por Pricewaterhouse-Coopers predice un crecimiento del 1.4 por ciento en toda la industria alemana de la comunicación, con un incremento anual del 2 por ciento hasta el 2012. Lo más esperanzador de este estudio es que, basándose en el gasto de los lectores, los libros seguirán siendo el medio de comunicación más importante.

En 2012 la industria del libro habrá generado aproximadamente 10,1 billones de euros, justo por delante de internet con 9,5 billones de euros y la televisión con 9.1 billones.

Algunas editoriales han triplicado su venta de "e-books" en el último año… Ahora mismo se hace mucho ruido con el "e-book"porque hay una nueva generación de dispositivos de lectura. Pero no creo que esto sea representativo de nada, porque no estamos en el momento iPod para el negocio del libro. Tampoco creo que los contenidos digitales reemplacen completamente al libro tradicional. Ni siquiera los analistas chinos, que están mucho más adelantados que nosotros, consideran que el libro tradicional vaya a desaparecer.

Cheng Sanguo, en el China Book Business Report, hacía una hermosa comparación: “Los medios de comunicación impresos son la hierba; los medios online, las ovejas; los medios que usan el móvil, los lobos. Los lobos devoran ovejas y las ovejas viven de la hierba, pero todo el mundo sabe que al final no gana ni el uno ni el otro ni el de más allá, sino que todo forma parte de un sistema ecológico; es decir, de un equilibrio entre los tres”… Es realmente importante debatir estos temas a nivel internacional, porque internet no presta atención a las leyes locales.

¿Qué debemos aprender de la industria de la música?

La música y el cine fueron los primeros en enfrentarse a los efectos de la digitalización. Esas industrias carecían de experiencias previas en las que basarse, pero nosotros podemos aprender de ellos. Por ejemplo, sabemos que uno de los problemas será la protección del copyright en internet. Necesitamos abordar este tema juntos y proteger entre todos la propiedad intelectual.

Tenemos un caso interesante: el acuerdo entre Google y la Association of American Publishers, por el cual el primero puede crear una biblioteca online sin pedir permiso a los autores. Los editores anglosajones están contentos con este pacto, pero los alemanes están absolutamente en contra. Imre Török, director de la German Writers’ Association, dijo: “Desde nuestro punto de vista, una solución de este tipo no es compatible con las leyes de propiedad intelectual vigentes en Europa”.

Así pues, es realmente importante debatir estos temas a nivel internacional, porque internet no presta atención a las leyes locales.

¿Habrá un mercado global del libro?
El mercado de la comunicación global está cambiando. Hoy un libro también es un "e-book" y un juego de ordenador y una película y un blog y un audiolibro… En 2008, la United Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD) describió la “Industria Creativa” como uno de los campos más dinámicos de la economía mundial, generando un negocio mundial de unos 445.2 billones de dólares, con un incremento del 8.7 por ciento anual (del 2000 al 2005).

Es más, la industria creativa produce un 2.6 por ciento del Producto Interior Bruto en la Unión Europea, más que el sector de la alimentación (1.9 por ciento) o que la industria química (2.3 por ciento). De modo que esta industria es uno de los jugadores más fuertes en la economía mundial. .

Stuart Applebaum, Vicepresidente ejecutivo,
jefe de comunicación y portavoz internacional de Random House.

¿Cómo serán las editoriales en el 2020?
En Random House somos optimistas respecto al futuro del libro. Creemos que el libro impreso continuará siendo el formato predominante, aunque aparecerán nuevos soportes de lectura y en Europa se implantarán los ya existentes, como Sony Reader y Amazon Kindle. Los seis primeros meses del 2008, las ventas de nuestros "e-book"s han duplicado las de todo el 2007, con lo que puede decirse que se está produciendo un potencial de crecimiento exponencial. No obstante, los ingresos continúan siendo minúsculos.

Por otra parte, la explosión digital incrementará las oportunidades de los lectores. Por ejemplo, Google Search y Random-House-Created-Insight son dos plataformas de búsqueda y descarga on-line que ofrecen fragmentos de libros mediante el sistema de widgets(1). Además, en un futuro próximo, probablemente algunos añadidos de libros de no-ficción sólo se publicarán online y vendrán acompañados de webs con videos que orientarán a los lectores, ofreciendo entrevistas con el autor y toda clase de servicios extras.

¿Influye el problema del consumo excesivo de papel en esta revolución?
Leer libros digitales reducirá el consumo de papel. No obstante, Random House tiene una política de usar papel ecológico en la que se compromete a utilizar un 30 por ciento de este material en toda su producción estadounidense.

¿Cómo sería el reparto de beneficios en un mundo digital?
En Estados Unidos, los editores, autores, agentes y distribuidores hacen un esfuerzo conjunto para crear un modelo económico justo. Nosotros hemos adoptado una estructura de "royalties" (derechos) respecto a la venta de "e-books" y audiolibros descargables muy parecida a la del resto de los editores nacionales.

Debido a que en Estados Unidos los distribuidores online raramente respetan el precio del libro recomendado por el editor, el precio de un libro digital ha perdido su valor como unidad de medida del "royalty". Como resultado nosotros y otros editores ofrecemos al autor unos derechos del 25 por ciento sobre los ingresos netos de las ventas del libro en formato "e-book" conseguidos por el editor.

Algunas editoriales ya regalan novelas online… Nosotros también hemos colgado algunos títulos para que la gente se los descargue gratuitamente. Pero esto son sólo técnicas de mercadotecnia que están disponibles durante un tiempo determinado. Salvo raras excepciones, nuestros autores quieren y querrán obtener beneficios a través de las ventas, independientemente del formato en que se publiquen sus libros.

¿Se descubrirán nuevos escritores en la internet?
Internet será una gran plataforma para la aparición de nuevos escritores con talento, pero eso no significa que los escritores vayan a abandonar las plataformas de lanzamiento tradicionales. Las editoriales ofrecen financiación, producción, "márketing", asesoría legal y adelantos de derechos a unos autores que difícilmente podrían conseguir todo eso en la red. Además, nos encargamos de la distribución de cientos de miles de volúmenes entre los libreros, colocando la mayoría de ejemplares en lugares apropiados, tanto en las tiendas físicas como en las virtuales. Los autores quieren escribir y no dedicar tiempo a estas actividades..

¿Cómo se reformulará el concepto de copyright?

El copyright en EEUU proviene de las leyes aprobadas por el Congreso y cualquier cambio deberá ser sometido a la misma institución. El pacto entre Google y los editores norteamericanos es el resultado de dos años de negociaciones y supone una gran oportunidad para convertir los contenidos en papel en contenidos digitales. El acuerdo permite a autores y editores recibir compensaciones si se accede a su obra de forma online y esto generará una divulgación extra de millones de libros.

¿Acabará siendo el libro de papel un objeto de lujo?
No importa la popularidad que los libros digitales puedan adquirir, porque continuará existiendo un gran número de lectores de libros en formato papel. Los amantes del libro estamos muy orgullosos de nuestras bibliotecas particulares porque de alguna manera son un reflejo de nuestros gustos personales y de nuestros conocimientos.

Conservar libros es más que un acto físico; es una experiencia emocional que además implica un traspaso de cultura de padres a hijos, de profesores a alumnos, de generaciones a otras generaciones… Descargar un archivo nunca provocará el mismo sentimiento.


Alberto Rollo. Director literario de Feltrinelli.

¿Cómo serán las librerías en el 2020?
La industria editorial lleva mucho tiempo temiendo el fin del negocio. Pero no existe tal fin. El libro, tecnológicamente hablando, tiene una gran vida por delante. Nada ha superado al objeto-libro. Además, si consideramos el libro como un artefacto tecnológico, también podemos pronosticar un buen futuro para las librerías.

Obviamente, ya no podrán ser como lo han sido hasta ahora, porque las cosas han cambiado. Hay que replantearlas: repensar el espacio, los expositores, la iluminación, el sistema de firmas, la competencia entre dependientes… En diez años las librerías se habrán convertido en espacios multiproductos (aunque sean productos relacionados con los libros). De hecho, eso es lo que estamos haciendo en Italia con la cadena Feltrinelli.

¿Cambiará Amazon la industria del libro?
No creo. La tecnología cambia continuamente. Aún no hay un modelo fijado, como demuestra el hecho de que los contenidos del Amazon Kindle no sean compatibles con otros dispositivos de lectura. Esto es muy importante y será lo que marque el futuro. Además, ambos sistemas puede cohabitar perfectamente. Lo importante es el contenido.

No hace falta sentir nostalgia por el papel, pero tampoco excitación por la novedad. El medio sólo es el medio. Lo que jamás morirá es la función del editor como constructor y portador de la cultura.

Con el libro digital, ¿qué beneficios obtendrá el librero?
Todavía es pronto para tener una idea precisa sobre este asunto. No se debe olvidar que un autor de best sellers puede negociar directamente con el editor, pero detrás de cada autor de esos hay un batallón de escritores que difícilmente pueden tirar adelante y que, por tanto, no pueden negociar con nadie. Lo que quiero decir es que todavía no podemos saber cómo cambiará el mundo del libro y menos el de los beneficios. La revolución digital necesita, como toda revolución, un periodo de asentamiento. Sólo la experiencia nos mostrará el futuro. Las bibliotecas, así como las librerías, todavía están vivas y es muy arriesgado pensar en ellas como en algo del pasado. ¿Acaso queremos quemar Alejandría una vez más?

Con los nuevos formatos, ¿leerán más los jóvenes?
Quizás. La gente joven tiene nuevas habilidades. Ellos consiguen lo que quieren por distintos caminos. Son multifacéticos. Yo veo a las nuevas generaciones interesadas en la literatura, la ciencia, el conocimiento… Me gusta su sensibilidad variopinta.

Como editores nuestro reto consiste en multiplicar la oferta de contenidos de acuerdo con la “cultura del salto” que está generándose a causa de la innovación tecnológica.

¿Serán los "blogs" los mejores canales para la promoción?
El boca-oreja continúa siendo el mejor método para promocionar un libro e incluyo a los bloggers en la estrategia del boca-oreja. Es otra forma de proporcionar conocimiento, pero el resultado no varía.

¿Qué ocurrirá con las bibliotecas virtuales?
Ahora puedo descargar tantas novelas como quiera, pero el día a día de un libro impreso continúa siendo mejor. Lo que tal vez cambie sea el modo de leer los ensayos académicos. Esos textos tal vez se distribuyan mejor por internet, pero los otros no. En este sentido, sí que puede creerse que algo cambiará.

Barnes & Noble ha anunciado grandes pérdidas. ¿Es el fin de las librerías tradicionales?
No, no y no. El comercio cibernético es parte del negocio. Las pérdidas de Barnes & Noble tienen que ver con la crisis económica general, no con la transformación digital.

¿Qué debemos aprender de la revolución digital de la música?
Nada. Son mundos distintos. La industria de la música digital se basa en una expresión artística que es absolutamente universal. No necesita traducción. No necesita un rol activo (el lector es un ente activo, mientras que el oyente es pasivo). Un escritor se puede retirar, puede borrarse a sí mismo como existencia física. Son sus palabras las que necesitan ser impresas, traducidas, leídas. El músico es diferente.

Will Moore, Vicepresidente de “márketing” de Ingram Digital.

¿Cómo serán las librerías en el 2020?
Las librerías deben adaptarse al resto de la industria editorial para satisfacer la demanda. El mercado global del "e-book" continuará creciendo y en diez años las librerías (online y tradicionales) tendrán que ofrecer productos digitales e impresos indistintamente. El sentido de comunidad que a menudo se encuentra en las librerías tradicionales será copiado en el mundo online, por ejemplo mediante redes sociales que permitan conexiones entre un gran número de lectores.

Muchas librerías están además experimentando con modelos mixtos. Un buen ejemplo es Borders Books, que ha creado centros digitales en sus establecimientos, donde los consumidores pueden interactuar con otros mientras descargan su música o sus libros. Así pues, sus tiendas mezclan la experiencia digital con la típica de las librerías.

Amazon, ¿es el modelo del futuro?
Desde la introducción de los dispositivos de lectura digital se han acelerado los cambios y parece que estos aparatos acabarán dominando el mercado. Se estima que a lo largo de 2008 Amazon ha vendido 250.000 Kindles, los cuales compiten directamente con el Sony Reader, el iPhone (trece millones de unidades vendidas) y otros dispositivos que sin duda aparecerán pronto. Todos estos artilugios han transformado la viabilidad del "e-book" y han abierto un abanico de posibilidades para los editores. Sólo falta que se fije el formato de "e-book" para el consumidor común, porque ahora hay varios (desde .epub a .pdf).

¿Cómo se repartirán los beneficios en un futuro digital?
Los autores ahora pueden publicar sus libros ellos mismos, principalmente gracias al crecimiento de los servicios de impresión-por-demanda, como pueda ser el Ingram’s Lightning Source. Estos cambios provocan enormes retos para la coexistencia autor-editor. Para desenvolverse correctamente en el mundo de los nuevos sistemas digitales hace falta investigación y esfuerzo, cosa que impide la existencia de un autor-editor.

Ingram Digital está ayudando a los editores de todos los tamaños a distribuir exitosamente y poner en el Mercado sus contenidos digitales con ayuda de consultores expertos en tecnología.

¿Cambiará el tipo de lector?
La introducción y adopción de dispositivos de lectura digital hará que los "e-books" y otros contenidos sean más fáciles de manejar. Indudablemente, esto expandirá el perfil del típico lector. Además, los contenidos digitales serán más baratos que los impresos, cosa que incrementará el número de personas que decidan acercarse a la lectura.

¿Leerá más la gente joven?

Con el crecimiento de los dispositivos digitales, la lectura devendrá en un hábito que se adaptará mejor a los ritmos naturales de la gente adulta. Leer en un dispositivo digital o en el teléfono móvil tiene cierto atractivo para las generaciones más jóvenes. Además, leer será una actividad más accesible para aquellas personas que nunca se veían a sí mismas llevando un libro entre las manos.

¿Serán los blogs el mejor canal de promoción cultural?
Internet, y sobre todo los blogs y las redes sociales, continuará siendo la gran plataforma de ese marketing basado en el boca-oreja, porque las conversaciones que antes teníamos en el bar ahora se tienen en la red. Los widgets, como el Search-and-Discover de Ingram Digital, pueden ser colgados en un blog o en una red social con un enlace que te remita al vendedor. Y eso es una técnica de "márketing" brutal que aumenta la influencia de los libros.

¿Es el fin del librero tradicional?

Es difícil decir si compañías como Amazon o Google acabarán complementando o anulando a las librerías tradicionales. Realmente Google será una herramienta fundamental para descubrir contenidos, pero todavía es pronto para saber si será un jugador importante en este partido. De cualquier forma, es evidente que muchas librerías y, en general, empresas del sector editorial no sabrán adaptarse al mundo digital que viene, y fallecerán.

¿Puede el modelo tradicional de librerías convivir con el modelo digital?
Sí, pero deberán tender puentes entre las dos comunidades. Por ejemplo, un consumidor que compra un libro en una librería tradicional puede visitar la página web de la misma librería para conseguir información adicional, como entrevistas con el autor o "chats" con otra gente que haya leído el mismo libro. Además, usando tecnologías como Lightning Source’s Espresso, los libreros tendrán la capacidad para imprimir libros según demanda, expandiendo su potencial inventario.

¿Qué podemos aprender de la industria de la música?
Muchas cosas. El iPod ha llevado la música digital a su cumbre. Los dispositivos de lectura digital harán lo mismo en el mundo editorial. Pero la industria musical ha perdido millones luchando contra la distribución ilegal. Por tanto, para ofrecer los mejores precios y el mejor acceso al contenido, las empresas digitales deberán contar con una herramienta de "márketing" que les permita enfrentarse a la piratería.

Mike Shatzkin, fundador y CEO de The Idea Logical Company.

¿Cómo serán los libros en el 2020?
La impresión de libros y su distribución supondrán una parte del negocio todavía menor de lo que es hoy. Todo el crecimiento de la industria provendrá del "e-book" y los beneficios de los editores crecerán gracias a la creación de nuevos contenidos específicos que colgarán en sus webs y que se distribuirán mediante el teléfono móvil.

¿Es Amazon el modelo a seguir?
Amazon ha cambiado nuestra industria: ha hecho el mejor trabajo, ha puedo los precios más bajos y ha conseguido la mayor cantidad de clientes. Y encima ha usado su poder para situar el Kindle en el mercado de un modo fulminante. Además, Amazon ha presionado a los editores para darles un trato preferencial en otros formatos, como el del libro impreso-según-demanda. Por otro lado, Amazon ha dejado claro que la clave para triunfar en el nuevo mundo es personalizar la experiencia del consumidor.

El problema del papel: Realmente, el libro digital es la solución al problema del consumo excesivo de papel, aunque también lo sería el uso inteligente de los libros impresos. Lo que está claro es que vamos hacia un mundo donde los espectadores tendrán varios formatos para leer.

Me atrevo a asegurar que, cuando las pantallas mejoren su calidad y cuando los contenidos sean más variados y compatibles, los lectores se inclinarán más por el dispositivo digital que por el papel.

Las bibliotecas virtuales: En la medida en que cada vez se leea más en pantalla, los problemas de los editores para vender obras clásicas o libres de derechos se incrementarán, porque esos libros se encontrarán gratuitamente en la red. Penguin se ha adelantado a este fenómeno creando ediciones especiales de grandes clásicos en formato "e-book" que contienen material adicional, como las críticas que salieron en la época o cosas así.

Lo que no se sabe es cuál será el precio de los trabajos que todavía tengan vigentes los derechos de autor. A este respecto, hay que recordar que Google vive realmente de la publicidad, no de los libros que cuelga, así que el modelo comercial variará bastante en los próximos años.

¿Aparecerán nuevos géneros literarios al amparo de las nuevas tecnologías (como la novela-celular)?
No lo dudes. La imprenta sólo podía admitir información estática: texto o imágenes que no cambiaban. Los "e-books", sin embargo, pueden procesar sonidos e imágenes en movimiento. Por tanto, aparecerán nuevos géneros literarios basados en la interacción entre distintos formatos creativos.

El libro de papel, ¿acabará siendo un objeto de lujo?
No sabría decir si acabará siendo un objeto de lujo, pero es indudable que las nuevas generaciones lo usarán muy poco. De cualquier modo, tenemos libros impresos para rato. Por dos motivos: a) actualmente hay muchísimos libros en el planeta, y b) los libros ya pueden ser impresos al momento para aquellas personas que quieran uno. No sé si acabarán como “objeto de lujo” u “objeto artístico”, pero sin duda dejarán de ser un “objeto práctico”.

Algunos editores regalan libros en la red… Regalar contenidos para promover algo es una idea que ya funcionaba en el pasado y que claramente continúa funcionando. Sin embargo, en la medida en que más y más contenidos estén disponibles en la red, el poder de promoción disminuirá y el aspecto caníbal de estas prácticas se notará enseguida. O sea, que esta técnica funcionará durante algún tiempo más, pero pronto empezará a fracasar hasta desaparecer.
 

Kalev Leetaru, director de la Consultoría Tecnológica del Institute for Computing in the Humanities, Arts and Social Science (Universidad de Illinois).

¿Cómo serán los libros en el 2020?
Recuerdo que en la década de 1990 hubo un debate internacional sobre los libros digitales y todo el mundo decía que en el 2000 habrían inundado el mercado, cosa que evidentemente no ha pasado. Y es que, en realidad, el gran obstáculo no es la tecnología, sino que los empresarios no saben cómo financiarlos.

¿Qué nuevas características tendrán los libros digitales?
El libro impreso fue diseñado para el manejo por parte de un ser humano, pero un libro digital está diseñado tanto para humanos como para ordenadores. Un ejemplo de esto son los programas de traducción automática, que son útiles para textos simples, pero absolutamente inútiles para la traducción literaria. El gran problema de la literatura digital sigue siendo el lenguaje, que es algo exclusivamente humano.

¿Cambiará Amazon la industria cultural?
A estas alturas, incluso los amantes de los libros consideran que el Kindle es un ordenador, no un libro. En otras palabras: aún hay restricciones psíquicas. Así que todavía ha de pasar mucho tiempo para que se produzcan cambios reales.

¿Qué debe ocurrir para que empiece la revolución digital del libro en castellano?
Dada la situación predominante de vuestro idioma en el mundo, sólo hace falta que convirtáis la digitalización en una prioridad y entonces aparecerán lectores por todas partes. Actualmente, la digitalización está en manos de empresarios estadounidenses, que realmente se interesan sólo por el dinero, y eso hace que sólo haya libros digitales en inglés. Pero está claro que el castellano también tiene clientes, así que no tardará en ocurrir.

El problema del papel: Este problema desaparecerá con la evolución de los dispositivos de lectura digital. Aunque quizás esto sea un espejismo. La revolución digital de las oficinas debería haber traído la “oficina sin papel”, pero continuamos usándolo incluso más que antes. La venta de impresoras ha aumentado en todos los países del mundo. Por ejemplo, Oki Data Corp ha aumentado su volumen de negocio en Malaysia en un 50 por ciento. De modo que el libro digital puede incrementar el consumo de papel, pues mucha gente optará por imprimirse los textos que se descargue. La auténtica revolución llegará cuando los aparatos de lectura digital maduren hasta el grado de ser tan confortables como el papel.

¿Cómo afectará la digitalización de libros por parte de Google?
Creo que lo más importante será la resurrección de muchas obras “muertas”. Por ejemplo, en la Universidad de Illinois hemos escaneado y colgado una colección de revistas que muestran cómo la cultura impresa española estuvo influenciada por la Guerra Civil. La gente normal nunca tendría acceso a esta información, pero ahora pueden verlo desde cualquier parte del planeta. Por tanto, hemos resucitado un material muerto.

¿Cuál es el gran problema en la digitalización de los libros?
Que todavía no ha empezado de un modo serio. Aún no ha habido un movimiento de usuarios que escaneen, reproduzcan, enlacen, relacionen, complementen, documenten los libros de todo el mundo. Páginas como Wikipedia demostraron que ese movimiento voluntario de usuarios puede crear una gran enciclopedia, y lo mismo ocurrirá cuando la gente empiece a hacer lo mismo con los libros.

¿Y cuál es su principal ventaja?
El libro digital ofrece la oportunidad de romper la unilateralidad del texto –un autor, un texto– al permitir, como ocurre en las páginas web de los periódicos, que los lectores incluyan comentarios al texto, ofreciendo por tanto otras visiones sobre el mismo y ampliando su significado. En un libro impreso yo puedo escribir notas en los márgenes, pero no puedo compartirlas con el resto del mundo, así que una edición digital de El Quijote siempre será más completa y multidireccional que una tradicional.

Novelas en el teléfono

En Japón, el 75 por ciento de las personas que tienen teléfono móvil lo usa para navegar por internet. Tal vez, por eso el primer foco del fenómeno haya sucedido en ese país. Otra de las características es que allí está prohibido hablar por el celular en los transportes públicos. Estos dos factores han desembocado en el boom de la novela electrónica.

Las keitai shosetsu (novelas digitales) están en auge. Hace dos años comenzó este proceso y a principios de año, Japón ya tenía un millón de escritores de novelas para celulares. Las editoriales más importantes del país animaron a los escritores a adaptar sus éxitos en formato digital y ¿qué sucedió? El libro de papel está lejos de desaparecer, porque todo este fenómeno acrecentó la venta de libros clásicos.

De los 10 libros más vendidos, cinco de ellos se basan en textos que comenzaron a leerse por internet. La más exitosa se llama Koizora y desde que se editó en papel (2006), ya lleva vendidos más de dos millones de ejemplares. Además, llegó al cine y a la TV en forma de serie.

Una muestra más de que el nuevo medio, que es internet, y los celulares conviven a la perfección con los medios tradicionales. Y no sólo eso, entre todos se potencian.

(1) Widget es un pequeño programa que contribuye a dar fácil acceso a funciones frecuentemente usadas y proveer de información visual; los widgets se distribuyen sin costo en la internet. Aparecieron originalmente como parte de los accesorios de escritorio del Mac OS X.

* En la revista de www.clubdelibros.com, de Costa Rica, que dirige Evelyn Ugarte.
Originalmente ilustrado por Alex Omist.
 

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