La historia de los números es muy antigua. No se sabe con certeza cuánto tiempo hace que los humanos comenzamos a usarlos. Muchas civilizaciones como los egipcios, los griegos, los hebreos, los sumerios, los chinos, los mesopotámicos, y muchos otras, desarrollaron sus propios sistemas de numeración. La variedad de cosas utilizadas para contar fue inagotable; desde palos, guijarros, conchas, nudos en una cuerda hasta el universal sistema de contar con los dedos, y en algunos casos las partes del cuerpo.
La palabra “cero” proviene de la traducción de su nombre en sanscrito shunya (vacío), traducido al árabe sifr a través del italiano. La voz española “cifra” también tiene su origen en sifr.
El primer uso del símbolo del número cero, viene de la letra griega ómicron.
El cero (0) es el signo numérico, especial, de valor nulo, que lo es todo y nada. Puede dar lugar a expresiones indeterminadas o que carecen de sentido.
Antiguas y grandes civilizaciones –como las del Antiguo Egipto, Babilonia, la Antigua Grecia y la cultura Maya- poseen documentos de carácter matemático o astronómico mostrando símbolos indicativos del valor cero; pero por diversas peculiaridades de sus sistemas numéricos, no supieron como representarlo.
El increíble descubrimiento del primer (Cero) escrito por el hombre, fue hecho por el Arqueólogo y matemático, Amir Dan Aczel, -1950-2015-, en Angkor Wat, Camboya, en enero de 2013, quien encontró el número 605, escrito en una tableta de piedra del Siglo VI, que estaba desaparecida. La inscripción en antiguo Jemer dice que “la era CAKA comenzó en 605, un quinto día de la luna menguante”.
Amir Dan Aczel, matemático que escribió, entre otros libros de matemática, “El último teorema de Fermat”, después de dos viajes infructuosos a Camboya, en los que rebuscó por todo el almacén de restauración de objetos antiguos de Angkor Wat, encontró la piedra con la etiqueta K-127, en la que se puede leer un claro 605, el cero más antiguo, la piedra angular de todo nuestro sistema numérico.
El hallazgo arrojaba luz al origen del número del vacío, el que potencia cualquier cantidad y es sinónimo de neutralidad, pero también aportaba un dato nuevo ese “cero” era más de dos siglos anterior al más antiguo conocido.
La existencia del número Cero se remonta hacia el siglo III, a.C. en Babilonia.
En el Antiguo Egipto se utilizo el signo “-nfr-“ para indicar el Cero, -en el Papiro Boulaq 18, datado hacia 1700 a. C.
El Cero también surgió en Mesoamérica, antes de la era cristiana por la Cultura Maya, en el año 36 a.C
Claudio Ptolomeo en su tratado de matemáticas y astronomía, el Almagesto, escrito en el año 130 d.C. utilizaba el valor del “vacío” o “0”. No empleaba el símbolo cero como número sino que lo consideraba un signo de anotación.
Alrededor del 500 d.C, se considera que uno de los primeros en aplicar el número 0 como lo conocemos hoy en día fue el matemático indio, Aryabhata. Uso la palabra “kha” como nombre para el cero.
Los romanos no utilizaron el Cero. Sus números eran letras de su alfabeto. Para representar cifras usaban; I, V, X, L, C, D, M, agrupándolas.
Es posible que el matemático indio Brahmagupta, en el Siglo VI, fuera el primero en teorizar sobre el concepto de “Cero”, no solo como definición de una cantidad nula, sino como posible sumando para números negativos y positivos. El primer testimonio del uso del “cero indio” esta datado en el año 683: una inscripción camboyana de Angkor Wat, tallada en piedra, que incluye el número “605”. Otras pruebas de uso señalan el año 810. Las inscripciones de Gwalior, en la India, están fechadas en 875-876.
Abu Ja”far Mujammad ib Musa (Al-Juarismi), en su obra titulada “Tratado de la adición y la sustracción mediante el cálculo de los indios”, explica el principio de numeración posicional decimal, señalando el origen indio de las cifras. La décima figura, que tiene forma redondeada, es el “cero”.
Los árabes lo transmitieron por el Magreb y Al-Ándalus, pasando posteriormente al resto de Europa. Los primeros manuscritos que muestran las cifras indias –llamadas entonces “árabes”- provienen del norte de España y son del siglo X: el Codex Vigilanus y el Codex Aemilianensis. El cero no figura en los textos, pues los cálculos se realizaban con ábaco, y su uso aparentemente no era necesario.
En 1247, el matemático chino Ch”in Chiu-Shao, escribió un tratado de matemáticas en el cual usa el símbolo 0 para el cero. Posteriormente, en 1303, Zhu Shijie escribió “El Espejo de Jade”, en el que usa de nuevo el signo 0 para el cero.
Aunque se atribuyen los primeros usos del Cero en Francia, al Papa Silvestre II, alrededor del año 1000, la mayor parte de las referencias indican que el cero llamado –Zefhirum- fue introducido en Europa por el matemático italiano Fibonacci en el siglo XII, mostrando el algebras árabe en su Liber Abaci (El libro del ábaco) los nueve símbolos indios junto con el signo 0 para los europeos alrededor del año 1200 pero no fue usado ampliamente hasta bastante tiempo después, aunque por la facilidad del nuevo sistema, las autoridades eclesiásticas, lo tildaron de mágico o demoniaco.
La Iglesia y los clérigos en su mayoría que utilizaban el ábaco se opusieron frontalmente, vetando la nueva álgebra, en algunos lugares hasta el siglo XV.
El cero se representa en textos occidentales con la cifra “0”. Desde el siglo XX, y especialmente con el desarrollo de la informática, es frecuente que este sigo aparezca cortado con una barra diagonal (/), nueva notación que evitaba la confusión con la grafía de la letra “o”. Hasta hace poco, la conjunción disyuntiva “o” debía llevar tilde “ó” en cuanto iba escrita entre cifras para no ser confundida con el signo numérico 0. Actualmente dicha regla no está en vigor.
El cero, por ser un concepto numérico especial, no se incluía en el conjunto de los números naturales N, por convenio y se representaba como N0, al conjunto de los números naturales cuando incluye al cero, por ello es posible encontrar muchos libros donde los autores no consideran al cero como numero natural. De hecho, aún no hay consenso al respecto.
A algunos matemáticos les resulta conveniente tratarlo como a los otros números naturales, por eso la discrepancia. Desde un punto de vista histórico el cero aparece tan tarde que algunos no creen que sea justo llamarlo natural.
Cero, signo numérico representado por la cifra 0, con que se nota el valor nulo de una magnitud y que colocado en un determinado lugar de un número, indica la ausencia de unidades del orden correspondiente.
El cero colocado a la derecha de una cifra significativa aumenta diez veces su valor.
En la suma, el cero es elemento neutro; es decir, cualquier número sumado con 0 vuelve a dar a, ejemplo: 25 + 0 = 25
En la resta, el cero es el elemento neutro; es decir, cualquier numero restado con 0 vuelve a dar a, excepto cuando el cero es el minuendo, en cuyo caso, Ejemplos: 37 – 0 = 37 – 0 -37 = -37
El cero en la multiplicación es el elemento absorbente; cualquier número operado por 0 da 0. Ejemplo: 25 x 0 = 0. Sin embargo, en el anillo Z4, tenemos que 2×2=0.
En la división, el cero no puede dividir a ningún número. Matemáticamente, el cero es el único número real por el cual no se puede dividir. Por eso 0 es el único real que no tiene inverso multiplicativo.
Cero, punto de partida de la graduación de un instrumento de medida.
Cero, valor de la temperatura de fusión del hielo en las escalas centesimales y en la de Reamur.
Aparato de cero, aparato de medida en el cual la igualdad de dos magnitudes se constata por el regreso de una indicación a la graduación cero.
Cero absoluto, temperatura de -273,15 °C.
El número cero se usa en la medición Celsius para indicar el punto en que se congela el agua.
Cero, empate sin tantos
El progreso de la ciencia ha dependido del Cero.:
-cero grados en la escala de la temperatura,
-gravedad cero,
-energía cero y
-cero grados de longitud.
Número cero, ejemplar de una publicación periódica que precede al lanzamiento del primer número.
La hora cero, se llama a ese tiempo en que comienza a amanecer o comienza a anochecer.
Tolerancia cero, es una expresión utilizada para referirse al grado nulo de flexibilidad que se aplica ante determinadas conductas, comportamientos o actitudes. Como tal se trata de una disposición drástica y rigurosa.
La expresión: Ser un cero o un cero a la izquierda, es considerarse una nulidad. Un inútil. No valer para nada. No merecer ninguna consideración de los demás.
Recordemos, que cero a la izquierda no vale nada.
También podemos disfrutar de la famosa “Sinfonía Número Cero” del compositor austríaco Anton Bruckner, 1824-1896.
Bibliografía consultada.
-Wikipedia: El cero.
Historia del cero. Por Manuel Hermán Capitán.
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