El triunfo del pueblo boliviano y el rechazo de los golpistas a los resultados

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Si bien Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), ganó con más de 25 puntos de diferencia sobre Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC), su más próximo rival en la puja electoral, personeros de la derecha golpista siguen sin aceptar el resultado, acusan al MAS de hacer un nuevo fraude y llaman en las redes a sus seguidores a movilizarse.

Parte de ellos se concentraron en el Cristo Redentor de Santa Cruz… y fueron echados por los lugareños. También, atacaron a golpes al dirigente minero Orlando Gutiérrez, quien tuvo que ser hospitalizado y se encuentra con diagnóstico reservado. Su abogada relató que Gutiérrez había presentado una solicitud de medidas cautelares por amenazas y atentados contra su vida, que la presidenta de facto Jeanine Áñez desestimó.Denuncian atentado contra dirigente minero de Bolivia - UNJu Radio

El secretario de estado de Estado Unidos Mike Pompeo felicito el miércoles pasado a Arce por su victoria. Si bien Jeanine Áñez y Carlos Mesa reconocieron la derrota, otros candidatos siguen con la muletilla del fraude. Uno de ellos fue Marco Pumari, que perdió en Potosí, donde hace  pocos meses lo consagraran como candidato a vicepresidente de Creemos junto al ultraderechista Fernando Camacho.

Recientemente, Pumari, quien sostuvo que “Los resultados que está dando el Tribunal Supremo Electoral nos hacen ver que nuevamente existe fraude”,  fue abucheado por sus propios seguidores al grito de “traidor”, le exigieron que se vaya de Potosí, y le tiraron con monedas y tomates por no bajar a su partido de la carrera electoral.

Pumari es la representación más penosa de la derecha golpista que usurpó el poder con la violencia, en nombre de la “democracia”, y no acepta que la gran mayoría del pueblo boliviano votó por el regreso de la democracia con el MAS..

También el racista Comité Cívico pro Santa Cruz acusó de fraude al MAS, y presentó como prueba actas electorales del 2019. Exigió la anulación de todos los partidos políticos “cómplices del MAS.”, el cierre del Tribunal Supremo Electoral por fraudulento, amenazando con ir a un paro indefinido. Mientras, el Comité Cívico pro La Paz rechazó cualquier intento de convulsión social, paros y movilizaciones del comité de Santa Cruz.

 Elecciones militarizadas frente a la potencia de un pueblo pacífico

Las elecciones en Bolivia tuvieron una respuesta masiva del pueblo, pese a que el país militarizado, como si hubiera una guerra y no a un proceso electoral “democrático, transparente, competitivo”, principalmente en La Paz donde se encuentra la sede del gobierno.

El MAS desarticuló el plan de fraude de los golpistas, gracias a que contó con su propio Sistema de Cuidado y Defensa del Voto, que realizó el conteo rápido, que fue presentado a las misiones internacionales de observación electoral: ONU, Centro Carter, Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL), Parlamento del Mercosur (Parlasur), Grupo Parlamentarios de la Unión Europea y a parlamentarios argentinos. Por otra parte, contaba con delegados en cada mesa electoral de cada recinto electoral.

A pocas horas de iniciado los comicios, Salvador Romero, presidente del Tribunal Electoral, retiró el nuevo sistema de conteo rápido (Direpre) con lo que los golpistas pretendían no mostrar las fotografías de las actas electorales durante la carga en el sistema del TSE. Romero adujo“problemas técnicos que no darían certeza a la población boliviana”, pese a que antes había sostenido  que era un sistema “confiable”.

Debido a esta baja, se anunció que se presentarían los resultados finales y se suspendieron los datos preliminares “para evitar disturbios por la alta polarización de la sociedad”. Recordemos que por suspender la transmisión de datos preliminares, el exmandatario Evo Morales fue acusado de “fraude” el 2019.

Irregularidades

Durante los comicios ocurrieron varios hechos llamativos para una jornada electoral. Se negó el permiso de circulación a los medios alternativos y comunitarios, pero si a los bancos que no abrían el domingo, fue agredido un periodista de la radio Kausachun Coca y dos periodistas mujeres de una radio comunitaria fueron detenidas.

Asimismo, se viralizó un vídeo donde policías denunciaban que eran obligados a votar por Carlos Mesa y mandar la foto de su boleta electoral a la central mediante amenaza de ser dados de baja, se encontraron bolsas de boletas electorales marcadas a favor de Mesa dentro de una avioneta.

Asimismo, se viralizaron fotos donde miembros de Comunidad Ciudadana entran y salen del TSE con bolsas, como las que fueron encontradas con boletas adulteradas. Cabe recordar que el TSE adjudicó al sobrino de Samuel Doria Medina, candidato a vicepresidente por “Juntos” de Áñez, la impresión de boletas electorales.

Asedio

El binomio Luis Arce y David Choquehuanca esperó los resultados en la casa de campaña del MAS de La Paz, que fue asediada por seguidores de los golpistas y la policía empezó a detener a los militantes que llegaban al lugar.

Al anochecer ante la falta de información brindada por el TSE, el canal Unitel y la encuestadora Ciesmori, aliadas del golpismo, tuvieron que anunciar el resultado del boca de urna que daban como ganador al MAS con 52% frente a Carlos Mesa con 31%, con una diferencia irreversible y arrasadora de más de 20 puntos.

Áñez a través de su cuenta de Twitter, reconoció la derrota: “Aún no tenemos el cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr Choquehuanca han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y la democracia”.

Luis Almagro y su acusación de fraude a Evo se derrumban

El MAS en 2019 obtuvo 47% de apoyo con una diferencia de 11 puntos frente a Carlos Mesa, con 36%. El domingo pasado, el MAS logró más de 25 puntos de diferencia con un apoyo del 55%, más del doble de la diferencia de votos que el año pasado, por lo que la acusación de fraude de Luis Almagro, secretario general de la OEA, se derrumbó.

Organizaciones humanitarias denunciaron a Almagro y a su misión de observadores electorales ante Michelle Bachelet, la Alta comisionada de Naciones Unidas por los Derechos Humanos, por haber denunciado fraude el 2019 sin pruebas.

Por otro lado, Maximiliano Reyes, representante de México ante la asamblea de la Organización de Estados Americanos también lo denunció en este espacio por ser el promotor de un informe manipulado y solicitó su renuncia.

 

*Periodista y psicóloga boliviana, colaboradora del Centro latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

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