Fernando Rojas: Las implicaciones culturales del nuevo proceso cubano

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Rafael Cuevas Molina*

En esta entrevista con Rafael Cuevas Molina, Presidente de Auna, Costa Rica, el viceministro de Cultura de Cuba, Fernando Rojas, habla sobre  las implicaciones culturales de las transformaciones que está viviendo actualmente la isla, y sostiene que “Las transformaciones que está viviendo Cuba son resultado de un proceso de discusión popular”

-Cuba se encuentra inmersa en un proceso de transformaciones y reformas que están, de alguna forma, reperfilando a la sociedad cubana. Me interesaría conocer tu opinión respecto a qué implicaciones podría tener esto en el orden de lo cultural.

-La expresión con que caracterizamos el proceso es la de actualización del modelo económico. Creo que se trata de una expresión bastante exacta en el sentido de que no se tiene previsto cambiar el modelo social, el modelo socialista, pero sí que este modelo, en particular un rasgo esencial que él ha tenido, que es la intervención estatal en la mayor parte de la vida social y económica, se modifique sustancialmente.

Esta es la primera idea que habría que subrayar. O sea, el Estado va a ceder espacios del empleo, va a ceder espacios de la iniciativa productiva -que ha sido mayoritariamente estatal- a personas privadas en esta etapa, en un futuro a colectivos, a grupos de personas, a cooperativas y a otras formas de gestión grupales. Va haber un cambio importante en la estructura del empleo en los cinco años que tenemos por delante, probablemente las personas no empleadas en las instituciones estatales pasarán a ser la tercera parte de la población económicamente activa; el sistema impositivo cambiará (primero, porque serán más las personas a pagar impuestos y, luego, porque serán progresivos y no el
resultado de tasas fijas como ha sido hasta ahora, y tendrá que ver sobre todo con la ganancia real que se obtenga y con el estímulo a esa ganancia); aparecerán en el mercado estos actores que tienen una presencia muy reducida hoy, y esto, por supuesto, va a provocar sin duda cambios en la conciencia.

Una población que ha estado acostumbrada a que predomine sobre todo el empleo estatal, a que predomine la atención del Estado a la seguridad social y, en general, a toda la actividad social, tendrá que adaptarse a trabajar por sí misma o, de manera autogestionaria, con otros grupo de personas para un mercado, a pagar impuestos -que no lo hacen hoy- y, además, hacer ellos mismos la contribución a la seguridad social y no hacerla el Estado como es hasta ahora.

Yo creo que esa actualización va a significar sobre todo que el Estado preservaría las conquistas fundamentales que indican la naturaleza del Estado socialista como son los logros sociales: la salud gratuita, la educación gratuita, ambas universales; un acceso privilegiado a la actividad deportiva y a la cultura, en este caso no tan universal porque
algunas actividades que en estas áreas hoy son gratuitas o son subsidiadas, bien dejarán de serlo o bien se reducirán los subsidios o habrá reducciones presupuestarias que no hagan decaer el nivel de la actividad pero sí exigirán que las personas aporten económicamente para recibir estos beneficios.

Creo que básicamente esa sería la descripción: preservar esas conquistas, producir estos cambios y crear condiciones de despegue económico que es lo principal que hay que resolver: más racionalidad, más ahorro, más ingresos, menos gastos, para entonces profundizar más adelante la construcción de la sociedad socialista.

– ¿Esto significa profundizar desigualdades sociales?

-El criterio del que se está partiendo es que si hoy se subsidian los productos, en un futuro se subsidiará a las  personas. O sea, que el ejercicio de la protección social sea selectivo y no, como ha sido hasta ahora, que no discrimina según los niveles de ingreso de la población. A mi juicio, si eso se hace bien, y digo si eso se hace bien porque hay que hacerlo sin que esto signifique una especie de declaratoria de pobreza que pueda dañar a un ser humano o a otro, si esto se hace con inteligencia, con sabiduría, puede ser que incluso, si el Estado logra economizar, signifique hasta una corrección de las desigualdades más onerosas. Esto, si se hace bien.

Al mismo tiempo, debemos entrar en una fase de nuestra vida de la cual muchos cubanos no tienen ni siquiera memoria o conciencia, en dependencia de la edad que tengamos, que significaría que el trabajo, y los resultados del trabajo, tendrán que ser el principal medidor del nivel de ingreso de las personas. Un reto importante es que no se
produzcan concentraciones de propiedad que ya trasciendan el valor del trabajo como principal valor en la formación de la riqueza individual y colectiva. Esto no puede significar tampoco desestimular determinadas actividades que logren beneficios personales y sociales importantes. Me doy cuenta que es un reto difícil pero hay que enfrentarlo. Yo creo que no tenemos otra alternativa que enfrentarlo.

-¿Cómo vive el cubano de a pie estás transformaciones?

– Hay distintos comportamientos. Digamos que pesa mucho el hábito de haber trabajado para el Estado durante muchos años y de haber recibido los beneficios sociales del Estado. Ese es un hábito que tendrá que transformarse, tanto para los que seguirán trabajando para el Estado, porque tendrán que hacer esfuerzos superiores y el trabajo que hoy hacen tres lo tendrá que hacer uno en el futuro, y habrá que ser ahorrativos y evitar los niveles de dilapidación presupuestaria que a veces se producen, con la mejor de las intenciones pero se producen, y tendrán que transformarse también los que vayan a trabajar en el sector no estatal, privado o cooperativo.

Tienen que adquirirse nuevas costumbres; según esas necesidades de transformación se producen las reacciones de las personas. Hay personas que no quisieran perder el empleo estatal de ninguna manera; hay personas que, por el contrario, se entusiasman con la perspectiva de desarrollar una actividad personal o, en un futuro, poder formar una
cooperativa, o trabajar ya de forma cooperativa como algunos experimentos que se están haciendo en establecimientos que antes fueron totalmente estatales. Así que las reacciones son múltiples.

Al mismo tiempo, hay que relevar que ha sido sobre todo un proceso de discusión popular, lo cual es muy importante pues es un proceso en el cual se ha contado con la gente, las cosas no han sido resueltas a dedo; ha habido dos procesos de discusión nacional, uno hace dos años y algo, el otro en los últimos meses, se arriba al congreso del Partido con el resultado de estas discusiones, con la conciencia de que las propuestas que se hicieron hace unos meses, como base para la discusión popular, tienen que ser modificadas teniendo en cuenta las opiniones que se han dado.

Por ejemplo ya hay una rectificación que se ha producido hace unos días, de que los ritmos de reducción del empleo estatal tienen que ser más pausados, de manera que se tenga la posibilidad de ocuparse de cada persona, que es en definitiva lo que el sistema ha preconizado, la vocación de ocuparse de cada uno.

Repito, algo que es sumamente importante: la manera como esto se ha tratado, con independencia de las reacciones múltiples, de inquietud, de preocupación, de entusiasmo que pueden haber provocado, indica que la necesidad de producir este tipo de transformación, quizás no los ritmos, quizás no las velocidades, pero las necesidades
de producir este tipo de transformación tiene consenso popular.

– Hablando de ritmos: sé que el 70% de la tierra que se iba a redistribuir ya está en nuevas manos. Es un proceso muy rápido…

– Nosotros tenemos más de un millón de personas con diversos niveles de acceso a la red. Ciertamente es poco pero no es despreciable. La limitación principal que tenemos es de conectividad porque las leyes norteamericanas no nos permiten acceder a cualquiera de las muchas redes de cable que existen alrededor de nuestro país, porque todas son de capital norteamericano.

Próximamente debe realizarse, gracias a una iniciativa conjunta cubano-venezolana, el tendido de un cable entre los dos países, ya se está produciendo, incluso hay noticias que pueden perfectamente consultarse sobre ese hecho, que va a multiplicar por muchas veces las posibilidades de conectividad. Y nosotros vamos, con total naturalidad, a esa extensión de los servicios que, por supuesto, tendrá que pasar después de la instalación del cable por la instalación de líneas telefónicas que no existen y de otras redes internas; pero Cuba es un país que está dando el paso de acometer junto con Venezuela una operación de esa magnitud, y no es un país que se opone a que sus ciudadanos tengan Internet ni mucho menos.

Nosotros sí, esa es la verdad, con los problemas de conectividad que tenemos hemos privilegiado el uso social por encima del uso individual. Porque una solución sería cobrar muy caro el servicio por lo caro que nos cuesta, y ofrecérselo nada más que a algunos privilegiados, cuando en realidad, lo que el país ha tratado de hacer, y por eso
tenemos más de un millón de personas con determinado nivel de acceso, ha sido establecer los puntos para acceder en instituciones sociales como los Joven-Club de computación, que son centenares de instalaciones que existen en todas las comunidades del país; las universidades, donde los estudiantes tienen toda la oportunidad, de manera restringida por los problemas de la conectividad; otros centros de trabajo, académicos, de estudio y, en general, abriendo a las organizaciones sociales, a las organizaciones de creadores, a las organizaciones de profesionales.

Cada vez que se tiene la oportunidad hemos ido abriendo espacios colectivos de uso de la red. Yo creo que es el camino más justo, el que mejor garantiza el acceso; otro camino sería el someter a la ciudadanía a precios exorbitantes que solo podrían pagar unos pocos, y ese camino, desde una perspectiva socialista, no lo vamos a seguir. Se abre, además, una perspectiva muy promisoria con la instalación del cable submarino.

– Quisiera que nos refiriéramos a la universidad: se va a privilegiar en el futuro el ingreso a carreras que responden a ciertas necesidades específicas del país, la mayoría carreras técnicas, ingenierías, etc. Probablemente habrá una reducción de estudiantes en el área de humanidades, ciencias sociales y artes. En alguna medida, estas tendencias también se presentan en el marco de las reformas que el modelo neoliberal está impulsando en las universidades del resto de América Latina.

– Yo creo que nosotros ajustaríamos la formación de profesionales a las necesidades del país y de los territorios. Es importante decir eso porque la situación puede ser variable según el sitio del país del que estemos hablando. Por supuesto porque es diversa la disposición de los centros de trabajo, de las fábricas, de los institutos de investigación. Yo creo que dar ese paso de articular más claramente las necesidades de la economía y la sociedad con la formación de profesionales dará más garantía de empleo que el hecho de mantener las cosas en la situación en que está y que no se produzca esa articulación que en este momento, efectivamente, tiene muchas insuficiencias.

A la vez, yo no creo que esto signifique un abandono de la vocación humanista de la educación cubana, yo creo que vamos a tener los profesionales que necesitemos y no más de los que necesitemos, y que esos profesionales que se seguirán formando, en algunas especialidades en menor cantidad, tendrán que hacer, por supuesto, esfuerzos más notables como trabajadores para suplir lo que hoy pensamos es una carencia, y que no necesariamente lo es, sino que muchas veces puede ser una falta de eficiencia, un uso ineficiente de un profesional, no solo universitario, yo diría también que de nivel medio.

Esa lógica de tener más claras las necesidades territoriales y globales del país, habría que aplicarla tanto a la formación de los estudiantes universitarios como a la formación de los profesionales de nivel medio, que son muy necesarios y que hoy, por ejemplo, no abundan en algunas especialidades. Se deben producir reorientaciones vocacionales, hay que esforzarse porque eso no sea traumático –creo que esa es una de las misiones que tenemos-, hay que esforzarse porque el sistema siga siendo democrático en el sentido que a las personas no le falten las oportunidades y que sea el talento el que determine quién va a estudiar cada cosa; creo que eso es mucho más importante cuando se producen estos ajustes según las necesidades territoriales.

-Desde el punto de vista ideológico, durante muchos años el marxismo constituyó el referente teórico e ideológico fundamental en la educación; tengo entendido que ha habido transformaciones, modificaciones en ese sentido. Uno podría decir que ha habido una apertura hacia otras corrientes dentro del mismo marxismo y más allá de
él. ¿Es cierta esta percepción?

– Yo creo que se ha producido, no hace poco sino hace ya algún tiempo, una recuperación de lo que podríamos llamar el marxismo más abarcador; el marxismo no constreñido a la corriente que fue dominante en la Unión Soviética y en la mayor parte de los países socialistas de Europa del Este.

Hoy, el marxismo sigue siendo fundamental, pero dentro del propio marxismo somos mucho más abarcadores en términos de la formación en la esfera de las ciencias sociales de nuestros estudiantes. A la vez, hay pensadores no marxistas, corrientes no marxistas que son conocidos y divulgados. El mundo contemporáneo y, en particular, el mundo de las transformaciones sociales de esta época, es un mundo que ha visto cuán diversas pueden ser las fuentes ideológicas de esas transformaciones, y un país en revolución

Cuba sigue siendo y seguirá siendo un país en revolución, un país socialista- tiene que conocer esas fuentes, esas versiones ideológicas del pensamiento de izquierda que no necesariamente son marxistas y que se dan a nuestro alrededor, en naciones que son nuestras hermanas, que trabajan con nosotros por la integración de América Latina, y a mí me parece que toda posibilidad de conocer de manera más abarcadora el pensamiento revolucionario de izquierda siempre va a ser enriquecedora e, incluso, útil en un proceso de transformaciones como el que estamos desarrollando.

Fuente original: www.connuestraamerica.blogspot.com

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