Gulumapu: el comando se desmanda bien armado: la autoridad vela por ellos

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Jorge Temer San Martín es u n viejo pájaro de (malas) cuentas; antes de reciclarse como agricultor, hace mucho, revistaba en las filas del trstemente célebre movimiento Patria y Libertad de sabotaje y asesinato. De esa érpoca le quedó el gusto por la violencia y la bala: descubrieron que, aparte de mal genio, tenía un arsenal en casa. Pero Temer quedó en libertad.| NICOLÁS GOMARRO.

 

A mediados de la primera semana del «mes de la Patria» por esas cosas que pasan o que Temer acusó que no pasan a Urban, otro santo laico de tierras usurpadas, ambos tuvieron lo que no puede calificarse como intercambio de ideas a propósito las reivindicaciones territoriales de la comunidad Temucuicui.

 

No está claro el contenido de la discusión: si uno quería eliminar a los mapuche rápido y el otro era partidario de dejar la tarea a las fuerzas del Estado. O si uno quería actuar ya y el otro dejar algunos vivos por eso del turismo aventura… El hecho es que las cosas se fueron oscureciendo y Temer le dijo a Urban que era un «gallina». Sospechan que encima le dio algún golpe y lo amenazó con un par de tiros.

 

Como una cosa es gozar del deporte del amenazamiento y persecución de mujeres y niños y otra la descarnada realidad de una pelea entre pares, la autoridad policial debió intervenir.

 

Cuando carabineros realizó un cortés allanamiento a la casa de Temer, encontró un arsenal de armamento de guerra; entre otras armas, se hallaron armas automáticas, municiones, bombas de gas lacrimógeno, un fusil con mira telescópica y hasta un lanzacohetes Low. Los uniformados debieron apresar a Temer —que no opuso mayor resistencia.

 

La averiguación de antecedentes puso en claro y de modo oficial algo que no era misterio, pero no lo que no se hablaba. El agricultor Temer San Martín, antes y durante la dictadura  militar tuvo participación en movimientos derechistas, perteneciendo a Patria y Libertad,  movimiento de ultraderecha conocido por sus acciones en contra del gobierno de Salvador Allende.

 

Si aquello pertenece al pasado que el poder no quiere remover (ni le gusta que los demás recuerden), en esdta oportunidad salieron volvieron a flotar otras cosillas; por ejemplo que en 2009 Temer, fue sindicado como miembro del grupo paramilitar antimapuche Comando Hernan Trizano, identificándosele como el vocero  anónimo, que entoncves había hecho declaraciones de grueso calibre en contra de la comunidades que reivindicaban derechos territoriales, señalando que iba a “hacer desaparecer a los mapuches de la tierra”, para lo que habían confeccionado una “lista negra” de dirigentes a eliminar.

 

Se descuenta que su ex amigo Urban lo apoyó en esa oportunidad.

 

Como corresponde cuando un ¿caballero? se mete en problemas, ni el portavoz de gobierno —el señor Chadwick, primer primo del país y chupamedias que fue de Pinochet— ni el señor ministro del Interior se han pronunciado al respecto, tampoco llamaron a la «justicia» a ser dura y firme con el engavillado; naturalmente menos piden se aplique la ley de seguridad interuor ni la antiterrorista —las mismas bajo las que se juzga a mapuches—. Y es lógico, estiman en estos días delicados para la institucionalidad más peligrosos los dichos de una niña de 17 años que tiene el feo antecedente de ser dirigente estudiantil.
 

 

Es poco probable que Temer San Martín sea el único winka armado. Hace pocas semanas el werken Jorge Huenchullán, de la Comunidad   Autónoma  Temucuicui, dijo:
“En la zona hay grupos que no son mapuche, que son paramilitares, hijos de agricultores, policías en retiro, que claramente nos están amedrentando y están haciendo este tipo de situaciones para inculpar a las comunidades mapuche”.
 

 

Y su par de la comunidad Wente Winkul Mapu, Luis Melinao, señaló:
“Pudiera existir una acción que busque inculparlos, la que podría ser responsabilidad de agentes de inteligencia”.

 

Por su parte el werken de la Comunidad Tradicional Temucuicui, Mijael Carbone, refiriéndose a los atentados contra terratenientes decía “queremos dejar en evidencia que nosotros no estamos cometiendo actos incendiarios o atentados”.
 

 

Así lo afirmó, a mayor abundamiento, el Lonko José Cariqueo, de la  comunidad José Guiñón, que denunció: “Las empresas privadas” están detrás de los ataques incendiarios en La Araucanía y responden a “trabajos de inteligencia hechos para inculpar a los mapuche”.

 

En el mismo sentido el Lonko Víctor Queipul, de la  Comunidad Autónoma Temucuicui, aseveraba:
“Prácticamente todo lo que está ocurriendo son autoatentados”, ejecutados por grupos “como el comando Hernán Trizano”.
 

 

«Happy End»
Aunque Temer fue formalizado en el Tribunal de Garantía de Victoria por amenazas de muerte y porte ilegal de arma de fuego, quedó en  libertad y sólo con firma mensual.
En este caso los tribunales y el ministerio público no han aplicado la Ley Antiterrorista, como si lo han hecho con comuneros mapuche, sin pruebas fehacientes, aplicando largos periodos de prisión en procesos  judiciales de los cuales luego han sido absueltos.
 

 

Los  medios periodísticos chilenos tampoco han tenido la idea de investigar las eventuales vinculaciones del «agricultor» con hechos de violencia o ataques de carácter terrorista en la zona. Cabe una pregunta, así, al pasar nomás: ¿quiénes prestan las camionetas que acompañan a los vehículos policiales cuando los allanamientos a comunidades mapuche?

 

Las autoridades regionales y nacionales entretanto parecen estar bien de salud.
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Fuente:
Comisión Ética Contra la Tortura – CECT
www.contralatortura.cl

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