Haití y Paraguay: la frustración

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Haití y Paraguay son pueblos con particularidades muy especiales.
Los esclavos negros haitianos se independizaron de las metrópolis europeas varios años antes que el resto de nuestros pueblos americanos. Lo hicieron respecto de Francia. Para ello tuvieron que derrotar al Ejército napoleónico. Simultáneamente decretaron el fin de la esclavitud.
La lengua guaraní sobrevivió como idioma oficial del pueblo paraguayo, en un caso inédito para Nuestra América. Los guaraníes, escindidos del imperio incaico (Tahuantinsuyo), mantuvieron su lengua sin que los colonizadores la pudieran anular o destruir. Cuando el resto de América del Sur se abría al mundo europeo, destruyendo su incipiente desarrollo industrial, los paraguayos intentaron sostenerlo. La Guerra de la Triple Alianza fue la respuesta imperial.
Ambos pueblos pagaron y pagan caro por el atrevimiento de haber resistido a las demandas de sometimiento que recorrieron el resto de nuestras naciones.
Haití, el pueblo más pobre de toda América Latina, nuevamente vive horas dramáticas. En enero de este año un sismo mató a unas 250 mil personas. Ahora padece una epidemia de cólera que ya supera los 1200 muertos sobre más de 19 mil hospitalizados; 3 -de sus 10 millones de habitantes- están en situación  de riesgo y en la vecina República Dominicana ya hay contagios de la epidemia. El reciente paso del Huracán “Tomás” agrava la situación. La epidemia ya está en los suburbios de la capital donde hay 1 millón de personas viviendo en carpas. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) teme que esta epidemia pueda provocar hasta 10.000 muertos en los próximos seis a doce meses.
Pero éste no es el único “mal” de Haití. En el 2004 su Presidente Jean-Bertrand Aristide, un ex cura jesuita de ambiguas relaciones con los Estados Unidos, fue deportado. Una conjura de los Estados Unidos, Canadá y Francia lo depositó en África. Para asegurar la paz (o el control) las Naciones Unidas crearon una Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Más de 500 militares Argentinos integran ese contingente de Cascos Azules.
Muchos haitianos denuncian que las tropas de Nepal (país del cual provienen los gurkas y que forman parte de las tropas de la ONU) trajeron el cólera. Lo fundamentan en el hecho que las cepas de esta enfermedad son semejantes a las de una epidemia que hubo en ese país hace unos años. Asimismo sostienen que los nepalíes abandonan su materia fecal en el lecho de un río cuya agua utiliza la población para beber y preparar sus alimentos. Las rebeldías y movilizaciones no se hicieron esperar. Un haitiano, con un cartel contra las tropas extranjeras, fue encontrado muerto en la puerta del campamento chileno, éstos argumentan que tuvieron que tirarle para defenderse. Otro par de nativos fueron muertos con motivo de la represión de las tropas extranjeras a diferentes movilizaciones.
Mientras los dos únicos hospitales públicos de Haití están abarrotados y el contagio se extiende, los haitianos esperan por la “ayuda” internacional de un centenar de millones de dólares. Una cifra cercana gastarían los candidatos de 74 partidos que dentro de pocos días disputarán en las elecciones de ese país.
En Paraguay hubo elecciones municipales. Allí quedó demostrado que no solo el cáncer tiene debilitado al Presidente Fernando Lugo. Cuando éste llegó a la presidencia, luego de 60 años de gobiernos colorados, una gran esperanza recorría gran parte del pueblo paraguayo, particularmente su mayoritario campesinado. Este cura y ex obispo de la combativa región de San Pedro, responsable de las comunidades eclesiales de base y simpatizante de la teología de la liberación es mucho lo que se propuso cambiar y poco lo que logró concretar. En elecciones donde solo votó el 45% de los ciudadanos en condiciones de hacerlo el triunfó fue del Partido Colorado. Esta victoria incluye a la capital –Asunción- y a Ciudad del Este. De esta manera los colorados se tomaron revancha de su derrota de hace dos años atrás.
La frustración motivada en la debilidad del gobierno de Lugo hizo que el Paraguay, centrado en el cultivo de la soja, la producción ganadera y la siembra de caña para el biocombustible, vuelva a colocarse en condiciones de retornar a manos de los colorados.

Juan Guahán

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