Hemisferio Sur: comienza un nuevo ciclo

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

No sólo la tierra cambia. Los animales mudan su pelaje, las semillas se preparan para comenzar a crecer. Es el nuevo ciclo que comienza para purificarnos con el nuevo sol que nace.

En el hemisferio sur el 21 de junio se produce el solsticio de invierno, momento en que esta parte de la tierra está más lejos del sol y la noche se hace tan larga, y el día se nos acorta tanto que tenemos que rogarle a los dioses que no se siga escapando, tenemos que rogarle a los dioses que lo traiga de regreso en el susurro de las tierras al sur del Ecuador…

Para nuestros pueblos originarios es una fecha trascendental…es el fin de un ciclo y el comienzo de otro… La tierra está lista para un nuevo año… se preparan los suelos… se esperan los primeros rayos del sol al amanecer en diferentes comunidades originarias de culturas agrarias en nuestra América morena… En nuestra América del Sur.

Arica, ubicada en el norte de Chile es una tierra mágica donde el sol, la sal del desierto y los valles que se descuelgan desde las alturas cordilleranas atesoran la cuna de culturas ancestrales y donde se celebra este nuevo ciclo. Para nosotros un nuevo año.

La cultura Aymara, ancestralmente presente en este lugar y en Los Andes peruanos, bolivianos y del noroeste de argentina celebra la purificación del sol, el retorno del sol, en los cerros mas altos Se festeja el inicio de un nuevo año agrícola, demarcando la época de siembra, de la cosecha, sequía y lluvia, determinando el manejo y control del tiempo para su mejor aprovechamiento.

El sentido de la celebración en las comunidades aymaras se centra fundamentalmente en:

– Esperar al nuevo sol en un cerro sagrado (mallkus) en dirección al este.
– El retorno del Sol, llamado wilka kuti o Inti Kuti.

El Mara T’aqa -que significa el inicio de un nuevo ciclo de vida- es una ceremonia ritual donde, generalmente, el dueño de la chacra, junto al Yatire, durante la noche va hasta el altar que cuida la tierra y en silencio espera el retorno del nuevo sol y cuando éste por fin ilumina con sus primeros rayos sacrifica un animal, generalmente una llama o un cordero, le saca el corazón y mientras más tiempo late mejores augurios para el año que comienza.

En Arica, norte de Chile, las comunidades aymaras, celebran el Machaqa Mara en el Cerro Sagrado, lugar en el que permanecen vestigios de la ocupación inca, con la participación de numerosas comunidades y organizaciones aymaras, con un acto ritual a la salida del sol, con la llegada de los primeros rayos del Tata Inti (Padre sol), se recibe este nuevo año.

Las comunidades se agruparan para la celebración con renovada fuerza y vigor realizando ceremonias ancestrales. Esta festividad esta basada en la armonía con las fuerzas ecológicas y cósmicas que hoy tiene otro sentido, más profundo: recuperar para las naciones originarias respeto y valoración de los derechos elementales y difusión de sus manifestaciones culturales, que durante siglos han permanecido invisibles, no consideradas. La ceremonia central esta presidida por una autoridad originaria o un yatire. También puede ser un amawta o alguna persona mayor con conocimientos de la ceremonia.

La Naturaleza nos enfrenta a ciclos, a perpetuos ciclos. Sólo que cuando regresa de uno ya nada es igual: el día, la noche ya contienen otros hechizos. El único misterio son las sorpresas que nos traerá cada nuevo ciclo… Por eso nuestros hermanos de los pueblos originarios sabiamente le piden a las fuerzas de la naturaleza que esos cambios sean favorable para la comunidad.

También es cierto que esta cultura -como tantas en América Latina- ha estado invisible por siglos. El advenimiento de las repúblicas no significo libertad verdadera para ellas, el advenimiento de las democracias recientes esta empezando a visibilizar sus problemáticas sociales, sus costumbres ancestrales, sus modos de vida. Pero también ha dejado a la vista las profundas discriminaciones que han sufrido por parte de la cultura occidental al querer hacerlas desaparecer, pero la fuerza de lo ancestral: de la Pachamama… del sol… del viento… de las alturas… es tan poderosa que aun hoy siguen luchando por estar presentes en este milenio. El milenio de la vida en diversidad.

Un saludo al Tata Inti, que junto a la Pachamama y a la milagrosa agua que brota del cielo y escurre por la tierra superficial y subterránea son los grandes hacedores de la vida. Jallalla… Jallalla…

Fuentes:
Revista Virtual www.serindigena.cl
Relatos orales de alumnas Aymaras del 2º medio «H» del Liceo Politécnico Arica.
Documento de Convocatoria 2003 y 2004 para la celebración del Machaqa Mara, de la Secretaria Regional de Educación de la Región de Tarapaca, de Chile.

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*Profesora de Historia y Geografía en Aric,Chile.

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