Jeremy Rifkin / Revolución de la empatía para salvar la Tierra

U-24.*

Ha vuelto Rifkin. Después de seis años sin publicar, este economista, escritor y asesor de varios presidentes de la UE, incluido el español José Luis Rodríguez Zapatero, regresa con La civilización empática, una obra publicada por Editorial Paidós que habla de la necesidad de una conciencia planetaria que revitalice la economía y acabe con la progresiva destrucción del planeta.

Ha escrito numerosos libros sobre el impacto de la ciencia y la tecnología en la economía, en la sociedad y el medio ambiente, y es consultor de jefes de Estado y de empresas en todo el mundo. Él  asesoró al vicepresidente Al Gore en la administración demócrata de Bill Clinton. En 1995, su libro El Fin del Trabajo fue un best seller, y objeto de fuertes controversias, tanto en los escenarios políticos como académicos. En La Economía del Hidrógeno (Paidós, 2002) defendió la idea de un modelo económico basado en el hidrógeno como fuente de energía, aunque este aspecto también despierta duras polémicas.

Rifkin explica que recientemente ha habido dos grandes colapsos que han marcado el fin de la era contemporánea:

— El récord histórico en el precio del crudo en julio de 2008, cuando alcanzó en los mercados un récord histórico de US$ 147 el barril. Según el autor, entonces se dispararon los precios de los alimentos y otros bienes en el inicio del terremoto económico. Para Rifkin, el colapso de los mercados que se produjo 2 meses después a partir de la ‘crisis subprime’ fue una réplica de aquel gran sismo;

— La Cumbre del Clima celebrada en diciembre de 2009 en Copenhague, Dinamarca, donde 192 países se reunieron para abordar el problema del calentamiento global. Las reuniones fracasaron y el mundo se quedó sin un acuerdo que permita la sostenibilidad del planeta. Rifkin achaca ese fracaso a la concepción que los políticos y los Estados tienen, inspirados en pensadores ilustrados como Locke o Adam Smith: ambición y utilitarismo que busca un ilimitado progreso material a costa del agotamiento de recursos. Según esta visión, el ser humano sería egoísta y materialista y buscaría el progreso a cualquier precio.

Algo que Rifkin niega, basándose en las modernas teorías de los científicos sociales, que están revisando la historia a partir de "una lente empática" que dejaría ver que la evolución humana no se explica tan sólo por el dominio de los recursos, sino también por el incremento de la empatía entre los seres humanos en ámbitos cada vez más complejos.

¿Cuál es la fórmula para crear una economía compatible con el desarrollo sostenible de la biosfera?

Ante esa pregunta, Rifkin aboga por la necesidad de dar un salto, en menos de una generación porque después ya sería tarde, hacia una conciencia empática mundial, para lo que es necesario dar un vuelco a la conciencia humana.

Rifkin habla de una 3ª. revolución industrial basada en la convergencia de la energía y las nuevas comunicaciones. La revolución de Internet iría de la mano con la diseminación de las energías renovables, haciendo posible una economía sostenible.

El autor cree que en el siglo XXI, cientos de millones de personas transformarán sus viviendas en fuentes de energía que a su vez producirán energías renovables, almacenándolas en forma de electricidad compartida e hidrógeno e intercambiándola a través de redes sociales que podrán ser locales, nacionales o mundiales. Rifkin confía en el surgimiento en el campo energético de fuentes de código abierto que darán lugar a una colaboración similar a la que han surgido en internet con la Wikipedia o Linux, y que por su misma textura implicarán a los ciudadanos en la asunción de problemas y en su resolución colectiva.

Rifkin insiste en aprovechar la sensibilidad empática para crear una nueva ética mundial que supere los actuales supuestos utilitaristas y egoístas que en su opinión son los que actualmente dominan el orden nacional e internacional, en pro de una nueva era que define como ‘de la política de la biosfera’.

El escritor advierte que el cambio ya se está produciendo en el presente, pero la gran pregunta que se hace es la siguiente: ¿seremos capaces de alcanzar esta nueva conciencia antes de que el daño a la biosfera sea irreparable?

Jeremy Rifkin es licenciado en Economía por la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio (Universidad de Pennsylvania) y en Relaciones Internacionales por la Fletcher School of Law and Diplomacy. Es profesor de la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio, y presidente de la Foundation on Economic Trends, con sede en Washington DC, una fundación que estudia las tendencias económicas.

* Portal argentino de informaciones (www.urgente24.com
).

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