La cruda realidad de los niños latinoamericanos que trabajan en el campo
Zoraida Portillo *
Juancito F. ya no puede ir al colegio. Los dolores de cabeza son cada vez más intensos y las náuseas casi no lo abandonan. Su mamá no sabe qué hacer porque en el establecimiento de salud le han dicho que todo está “normal”. “Mañoso será pues, si no quiere ir al colegio tendrá que trabajar”, dice Teresa, su madre, una campesina peruana de 43 años.