La fiesta de Yemanjá congrega a millones

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yemaja1Decenas de miles de personas en todo Brasil rendían su tributo anual el sábado a Yemanjá, la diosa del mar en el culto religioso afroamericano presente tambièn en otros paises del caribe y América del Sur, haciéndole ofrendas de flores, comida y perfumes mientras los tambores retumbaban; es un ritual y festejo anual en loor a la diosa orisha cuyo centro es el estado de Bahía. | MAGALÍ SILVEYRA.

 

En la capital de Bahía, Salvador, donde el 80% de sus 2,7 millones de habitantes tienen ascendencia africana, decenas de miles de devotos hacían fila pacientemente en la playa del distrito Rio Vermelho, vestidos de blanco y adornados con coloridos collares, para abordar pequeñas embarcaciones y botes de pesca y dirigirse mar adentro a entregar sus ofrendas.

 

yemanja2Yemanjá (Imenayá, Yemaya, Yemojá) es una diosa no exenta de coquetería, por lo que entre las ofrendas y obsequios abundaron peines, espejos, tintes, joyas —algunas sorprendentemente costosas—; el festival se celebra desde 1923 en San Vermelho, aunque su origen, considerablemente más antiguo y sin sabor turístico, se pierde en lo fue el territorio yoruba antes de la llegada de los barcos negreros.

 

Es ella una de los 16 orishas, el espíritu de la mar en cuanto la esencia de la fecundidad; también es protectora de los recién nacidos; al menos tan antigua como Obatalá, el más importante del panteón, se caracteriza por su humor cambiante; madre ante todo (sus hijos no fueron menos de 10), aunque se apiada de los seres humanos en la ira es feroz, pero siempre justiciera.

 

Llegó a las costas caribeñas y al Brasil en los mismo barcos en que fueron traídos aquellos esclavizados por holandeses, portugueses y otros europeos —y también por marinos estadounidenses—; su culto está profundamente arraigado en la población descendiente de africanos, aunque existen diversas formas de practicarlo. La misma diosa —en rigor un espíritu de la naturaleza— Yemanja3se presenta de distintas maneras (otros piensan que ella es única, los diferentes son los caminos que adopta el iniciado).

 

Con menos fieles, producto sin duda del mestizaje, la migración a los grandes centros urbanos y otros factores, el culto a Yemanjá cuenta con adherentes en Cuba, Uruguay, Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá y otras regiones. De cualquier modo en ningún caso se puede hablar de una mera manifestación folclórica: hunde sus raíces en los mismos elementos que conforman buena parte de la identidad afroamericana en esos países.

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