La función social del arte

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Puede que sea el arte la más inútil manifestación de las expresiones humanas; pero completando la frase: inútil mirado desde un punto de vista económico. El arte no es un trabajo –aunque cueste mucho trabajo–; el arte no produce nada –aunque sea la más elevada forma de producción–; el arte no es progreso ni produce revoluciones –aunque nada revoluciona más que el mero contacto con una obra de arte.

"Yo he representado la casa y el patio, donde nosotros vivimos y tejemos" escribió Eurípides mucho antes de que Tolstoy recomendara describir la aldea propia para representar al mundo. Y alguna vez se opinó que las culturas originarias americanas no produjeron mayor arte; es que en ellas el yo –a menudo desgarrado de los primeros buceadores europeos– no estaba presente, se trataba más bien de un nosotros ue, además, incluía a la naturaleza y sus fuerzas.

En suma, la pregunta es la que de alguna manera la herencia del romanticismo escabulle: ¿cumple alguna función social el arte?

"Yo creo que el arte, pensando en la enorme trascendencia que llegará a tener algún día, aún se encuentra «en pañales». Su gran rol en la vida de la masa humana, todavía está por practicarse. Desde el punto de vista de las necesidades sociales, tanto de hoy como del futuro, incuestionablemente, el arte es el llamado a perfilar y definir un estado de verdadero bienestar colectivo".

Lo anterior fue escrito hace tiempo. Su autor es Eduardo Abela (Cuba, 1899-1965). Abela fue trabajador de la industria del tabaco cuando joven; luego estudió en la Academia San Alejandro de Bellas Artes, de donde egresó en 1921. Luego, como muchos artistas (poetas, pintores, músicos, en fin), viajó a Europa: España y Francia. Allí un escritor, Alejo Carpentier, lo estimuló a pintar temas patrios. No quedó allí, los asuntos que le interesaron lo hicieron, con los años, derivar hasta el surrealismo. Antes, en 1929, expuso sus trabajos en la Galería Zak.

En 1930, en Cuba, ejerció como caricaturista en el Diario de La Marina, hasta 1934. Como contribución a la lucha contra la dictadura de Machado creo un personaje, el Bobo.  Reicén en la segunda mitad de la década volvió a la pintura.

Eran días difíciles, pintar no constituía entonces todavía el leit motiv de sus días –eso llegaría con la segunda mitad del siglo XX. ¿Qué es el arte? bien puede haber sido la pregunta cotidiana mientras sirvió  su país en desempeños diplomáticos en México y Guatemala. Por esos años derivó –como muchos escritores cubanos y latinoamericanos– hacia el realismo mágico. Hoy buena parte de su trabajo está en el Museo Nacional de La habana –y en colecciones privadas en Europa, Estados Unidos y nuestro continente.

Todo artista trata, reflexionando y en el ejercico de lo suyo de responder esa pregunta: qué es, para qué sirve que función social, si alguna, cumple su oficio, y siempre lo asalta el temor de que no la cumpla.

"Con esto no quiero decir que yo estime que en el presente sea subestimada su importancia –escribe–. Es que él, el arte, hasta el momento, ha constituido tan sólo una satisfacción de las élites intelectuales y, en particular, de los que lo han cultivado. El disfrute de ese deleite del espíritu debe ser tan universal y común a todo hombre como el derecho al pan".

A fines de los cincuentas la revolución es un soplo de aire. " Pero no se piense que al abogar porque los beneficios del arte sean extendidos a la gran masa social estamos pretendiendo hacer que él sea un simple espectáculo objeto de admiración. Según mi sentir, la verdadera transcendencia del arte y, desde luego, su importancia como función
social, radica en su práctica, aunque sólo sea por mera recreación (…)

"Podría decir que el sentimiento artístico es algo congénito en todo individuo. Este sentimiento asoma con nosotros a la vida y se manifiesta en el inefable encanto del dibujo de los niños en su primera edad. Esta encantadora gracia artística es algo así como un risueño saludo del subconsciente, que se convierte en un adiós en cuanto aparece la conciencia. Sin embargo, aquel sentimiento artístico del yo verdadero, no
se retira de manera total o definitiva; él va a quedar como hibernando en algún lugar recoleto de la subconciencia, en espera de ser despertado algún día".

Concepto sobre la función social del arte conforma un texto tan breve como enjundioso, en especial cuando afirma que al alcance y las consecuencia del arte son "algo que debe estar en la mente de los que han de influir en la modelación del futuro de la sociedad".

Es lo que nos atrevemos a recomendar como lectura provechosa e iluminadora. Un escrito que se lee aquí, cortesía de la Biblioteca virtual Logos.

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5 Comentarios
  1. ANA dice

    No me gustó. Había mucha cosa

  2. Sebas06 dice

    Jajajajajaja

  3. pisteisi dice

    no es muy creativo como el arte de culto etc.No me socializo mucho

  4. emely dice

    muy interesante

  5. kenia caceres dice

    Si bien para muchos el arte, no tiene importancia por una parte de la sociedad o muchas veces los que las practican son considerados como vagos, el arte es para muchos la menera de poder expresarse ante una sociedad que cada dia aboga por cosas diferentes el arte es la puerta para que un pueblo o pais pueda diferenciarse de otros pero hoy en dia la trasculturalizacion no les permite representar o dar a conocer dud intereses el arte es esa puerta.

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