La guerra del tostador chileno (y los venezolanos)

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La “guerra” se desató merced a un aviso comercial de una empresa (Ilko), en el que aparecía una hermosa mujer junto a una pequeñita, ambas con indiscutibles rasgos afro, recomendando un “tostador de arepas”. Sí, de arepas venezolanas. Y para empeorar el asunto, la publicidad del susodicho comercial lo destaca como “parrilla para arepas”.

La pradera se incendió de inmediato, pues el mentado ‘tostador’ es y ha sido un artefacto muy utilizado por los chilenos desde la década de 1920, o antes quizás. Y sólo por los chilenos (durante más de un siglo), aunque ahora ya se ha internacionalizado, transportado por chilenos que viven, trabajan o estudian
en otras naciones.La arepa venezolana - Impacto

Ese artefacto es de una sencillez que arranca aplausos no sólo por su confección sino, también, por su innegable utilidad. Carece de denominación de origen (asunto que sería necesario obtener), y se desconoce el nombre de su creador… aunque se presume que su nacimiento habría ocurrido en algún lugar rural del hermoso sur chileno, viajando luego al centro y norte del país, conquistando el amor de dueñas de casas y de expertos cocineros. En definitiva, es un popular, barato y eficaz artefacto chileno, que cuenta con la admiración de cuanto europeo, africano, asiático, oceánico y gringo, haya aprendido a usarlo.

Dice Wikipedia: “El tostador chileno fue creado alrededor del año 1920 por artesanos que diseñaron un artefacto de hojalata con agujeros en su superficie, unido a un alambre que servía de asa y que servía para calentar alimentos en los fogones de las cocinas utilizadas en el campo chileno, sirviendo como difusor del calor.(4) Una de las características es su mango plegable, que permite un mejor almacenaje, y su asa que ha sido elaborada con distintos materiales, entre ellos metal, madera o plástico.

Entre las ventajas que posee el tostador chileno es que sirve para calentar cualquier tipo de comida que se coloque sobre su superficie, especialmente el pan, dado que los tostadores eléctricos generalmente admiten solo rebanadas delgadas de pan, lo que contrasta con las variedades consumidas en Chile como
la marraqueta o la hallulla.

Desde 1950 el tostador chileno comenzó a producirse de forma masiva, principalmente debido a la industrialización de su proceso de fabricación. En 2010, la empresa Virutex Ilko, principal fabricante del tostador chileno, reportó la utilización de veinte toneladas de hojalata y 100 kilómetros de alambre galvanizado cada mes para elaborar un millón de tostadores cada año; hacia 2022 la producción era de 20 mil tostadores mensuales. Además de la producción nacional, el tostador también es exportado hacia países como México, Argentina, Perú, Ecuador, Costa Rica y Colombia”.

Sabiendo todo esto, entonces, ¿por qué gran parte de la sociedad chilena alzó destempladamente su voz contra el comercial de marras? ¿Porque las modelos del mismo eran mulatas? ¿Xenofobia? ¿Sí o no?

He ahí la duda… aunque muchos periodistas, sociólogos, sicólogos y gente común, no trepidan al señalar que tal oposición al comercial –feroz e indignada– se debe a que la modelo principal podría ser… venezolana, colombiana, dominicana, haitiana… ergo, caribeña.

Y con esto nos adentramos en otro asunto, en otro tema, en una realidad que a millones de habitantes del país andino tiene hastiados. La “invasión” caribeña ha terminado siendo una carga inaguantable para el común de los hijos de esta tierra que muchos llaman “el pasillito”.

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Bachelet y Piñera

Las estadísticas demuestran que la violencia, la delincuencia y las extorsiones aumentaron dramáticamente desde el año 2015, vale decir, desde el año en que el gobierno de Michelle Bachelet abrió las puertas del país a la llegada de miles de haitianos que arribaban protegidos y enviados a Santiago (en vuelos especiales) por organizaciones como OEA, ONU y ACNUR. Años más tarde, el gobierno de Sebastián Piñera tuvo la desfachatez de presentarse en la ciudad
colombiana de Cúcuta para ofrecer a venezolanos anti-Maduro (derechistas duros) visas especiales en Chile, trabajo, salud y educación.

De inmediato, la delincuencia llanera se dejó caer en la nación de O’Higgins. Bandas del crimen organizado pululan y se mueven por el país como ‘Pedro por su casa’. El llamado ‘Tren de Aragua’ se ha apoderado de barrios completos en la capital chilena. Los secuestros, el sicariato, el narcotráfico, los asesinatos, la prostitución y los asaltos a viviendas particulares, se han triplicado desde el año 2023 a la fecha.

En ellos participan preferentemente venezolanos, colombianos y dominicanos. Todos tienen visas otorgadas por el gobierno chileno (no sólo lo hicieron Bachelet y Piñera, también lo ha hecho el presidente Gabriel Boric).

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Ataque contra migrantes venezolanos en Iquique

No hay dudas al respecto; se sabe que Piñera en su gobierno, apostó a la migración masiva de venezolanos anti-izquierdistas, esperanzado en que ellos pudiesen votar en elecciones variopintas, siempre a favor de la derecha… Por ello les entregó rápidamente visas de permanencia, y la legislatura local (derechistas con apoyo de algunos centroizquierdistas) les autorizó legalmente a sufragar en tales comicios.

De hecho, el partido político derechista UDI ya ha inscrito a migrantes venezolanos como miembros de esa tienda partidista. Dato mata relato, sin duda.
Es un hecho de la causa que la prensa chilena, en especial la televisión, ha dedicado ingentes esfuerzos por resaltar específicamente crímenes y delitos cometidos por extranjeros en el país. Una cuestión que a no dudar sobredimensiona la realidad misma.

Pero, en oposición a esto último, millones de chilenos manifiestan rechazo abierto a la migración ‘caribeña’, acusándola de incivilizada, delictual, agresiva, soberbia, irrespetuosa con las leyes ycostumbres del país anfitrión, entre otros ‘pecados’, como es el cocinar en la calle, orinar y defecar en cualquier esquina de la ciudad, colocar su música a altísimos decibeles 24/7, depredar el medio ambiente en playas y cordillera, etc., etc.

Sin embargo, los empresarios chilenos (especialmente los agrofrutícolas) manifiestan satisfacción con estas migraciones, pues cuentan ahora con mano de obra barata, cuestión que resulta ser de primera relevancia para ellos… y les importa un soberano rábano que esos nuevos trabajadores depreden, ensucien e intoxiquen barrios, ciudades y parajes. “Si ellos cumplen con las normas de la empresa mientras trabajan en ella, lo que hagan afuera no nos interesa ni incumbe”.

¿Ese es el pensamiento mega empresarial respecto de algunas conocidas migraciones?

La odisea venezolana que expone las contradicciones de Chile | InternacionalAdemás, y no es un hecho menor, muchos migrantes llegan a Chile interesados únicamente en obtener visa de permanencia y, con ella, cédula de identidad chilena para tramitar pasaporte, aprovechando la Visa Waiver, e ingresar sin problemas a los Estados Unidos buscando radicarse allí. Sumados todos estos datos e impresiones, el estallido no tardó en llegar cuando la sociedad chilena creyó ver, en ese mentado aviso comercial, una especie de apropiación cultural, y un intento del establishment por imponer en el país costumbres e incivilidades arrastradas por grupos de personas provenientes de lugares menos cultos y definitivamente dueños de costumbres que chocan abierta y frontalmente con las de millones de chilenos.

Ella no es una espada de Damocles solamente sobre la sociedad civil chilena… en Perú, la realidad que se vive con venezolanos y caribeños en general, es mucho peor. ¿Se detendrá en Chile esta mini guerra contra los caribeños de Piñera y Bachelet?

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