¿Debiéramos extrañarnos de que la inmensa mayoría de la población del imperio occidental, es decir, Estados Unidos y Europa finalmente han llegado a pensar de la misma manera? Un intelecto masivo cuidadosamente diseñado por el Gran Poder ¿Cuáles son los instrumentos de la docilidad mental que han logrado un éxito tan grande que ni siquiera los grandes dictadores del pasado soñaron? ¿Cómo el poder finalmente ha logrado la absoluta obediencia y servilidad de la masa?
Las escuelas y universidades que imparten la educación están llenas de profesores mediocres, sometidos o productos de la misma receta intelectual. La prensa o medios de comunicación, en los que se concentran periodistas y analistas cobardes y serviles, repite fielmente la narrativa oficial. Representantes políticos manejados por el gran dinero. Consejeros, sacerdotes y sicólogos pertrechados con una sofisticada metodología destinada a recuperar al desviado. El resultado es que en la “gran democracia occidental”, que hay que exportar a punta de cañón a otras partes del mundo si no la quieren , la gente se ha tragado el credo de la libertad, la ilusión de que esta en control, de que puede elegir y decidir y que vive en la civilización mas grande del mundo. De lo que no se dan cuenta es que el grado de conformidad al que han llegado es mucho mayor de lo que las novelas de ciencia ficción del siglo pasado habían imaginado.
La replicación mental esta disponible para los menos civilizados a través de innumerables escuelas “internacionales”, iglesias cristianas, “instituciones culturales”, la industria del entretenimiento y los ONG (organizaciones no gubernamentales). Países con culturas milenarias como China, Japón, India o Irán, por ejemplo, no han logrado escapar a la influencia de la “grandeza del occidente”. Los hijos son adoctrinados por las universidades, las fuerzas armadas, los expertos, los consejeros y los predicadores que exportan la buena nueva imperial a los cuatro vientos. Esta buena nueva no es el conocimiento multifacético y multicultural o la filosofía y teoría critica de la tradición filosófica, sino una bien calculada dosis de adoctrinamiento refinada y mejorada a través de siglos de colonialismo e imperialismo.
Ahora, dice el escritor Andre Vltchek, el Imperio sabe extremadamente bien como manipular la mente, extraer todas las riquezas naturales indiscriminadamente de acuerdo a sus intereses y, mas encima, las victimas tienen que agradecerles por construir edificios administrativos, ferrocarriles y carreteras para transportar sus productos a las metrópolis. En lugar de motivar el pensamiento independiente, de revolucionar el pensamiento mismo, la gente queda a merced de una camisa de fuerza intelectual. La independencia mental es vilificada, desestimada y empequeñecida. Los rebeldes son marcados como anarquistas y rápidamente clasificados como anti sociales y desempleados. La mediocridad y sumisión son promovidas por un complejo sistema de propaganda y espectáculos manejados por la industria corporativa de las noticias que pasan por cultura.
Lo que vemos y escuchamos en la televisión, los periódicos, las revistas, las redes sociales, en el trabajo o en el café son clichés y lugares comunes que evitan por todos los medios posibles los problemas reales, poniendo todo el esfuerzo en una comunicación que patéticamente no comunica nada.
Finalmente el occidente se ha encontrado con el “Ultimo Hombre” que anunciaba Nietzsche. Sonriente, orgulloso manejando el auto ultimo modelo, poseedor de todo tipo de aparatos electrónicos, viviendo en “super size houses”, lleno de confianza y egoísmo. Una vida reaccionaria que elige la felicidad a la acción, la pasividad narcótica a la búsqueda de un fin. Una criatura apatética, sin pasión ni compromisos, sin sueños ni ideales. Su única aspiración es ganarse la vida, sentirse satisfecho y evitar cualquier sacrificio. La felicidad es consumir y la política es conformismo pasivo. ¿No es este el modelo ideal de la sociedad occidental? Un conformista compulsivo sujeto a la manipulación infinita del mercado, disociado de los otros, sin mayor consideración por sus semejantes cuya única auto-valoración depende de cuantos deseos pueda satisfacer. Y en el fondo, irónicamente, se siente miserable, descontento con su trabajo y su vida. No es de extrañar que la venta de sedativos, anti depresivos y “drogas” haya llegado a niveles sin precedencia. Solo los desordenes de ansiedad en EEUU, por ejemplo, alcanzaban ya, a finales de la decada, a un 18% de la población, con un costo de 42 billones al año, según la “Anxiety and Depresión Association of America”.
Muchos dictadores ya habían tratado de producir una horda social obediente y aparentemente feliz, pero sin resultado. El imperio occidental, sin lugar a dudas, lo ha logrado. Ha reemplazado al ser humano con un humano reciclado de acuerdo con su propio modelo. Un humano con un pensamiento estandarizado. Nos asombramos de la adoctrinacion de los talibanes, alkaida o ISIL. El imperio es mucho mas efectivo. No es solo una cuestión de lógica o filosofía, como dice Vitchek, sino de miles de percepciones, dogmas y codes con el propósito de mantener a la gente fuera de la realidad y del pensamiento independiente. Las acciones y los trucos son sucios, pero transparentes. Si son aceptados por millones y millones es por que son repetidos infinitamente. Pascal decía que “si todos los días me arrodillo y rezo, finalmente creeré”.
El anhelo humano de crear una mejor, apacible y mas benevolente sociedad no se encuentra en la narrativa diaria del imperio. Sus victimas a través del mundo son bombardeadas, asesinadas, explotadas y humilladas diariamente y los ciudadanos de Europa, Israel y EEUU, en lugar de rebelarse ante estos crímenes, reclaman protección frente a las respuestas de las victimas y a la ola migratoria que ellos mismos han desatado. El “terror” se les viene encima. El orden mundial que el imperio promueve es racista, brutal y etnocentrico y los ciudadanos del imperio idioticamente todavía creen que ellos son tolerantes y progresistas. Con esta mentalidad auto replicante no hay mucha esperanza de un porvenir diferente en estos países ¿Cómo podrían surgir narrativas distintas si la mentalidad en existencia es producto de la narrativa oficial? Por supuesto siempre hay aquellos que escapan a la garra imperial… Galeano, Pinter, Enrique Dussel , Chomsky, Saramago, Zizek para nombrar solo unos pocos. Algunos de ellos ya se han ido, pero otros quedan. Detrás de estos rostros visibles hay innumerables hombres y mujeres que denuncian y luchan en contra de la garra del halcón. Estos son los que se rehúsan quemar los libros y cancelar el pensamiento. Pero, todavía no son suficientes.
El sentimiento de rebelión nace de la opresión. Entonces, si no es aquí, en el imperio, tendrá que ser donde las victimas viven. América del Sur, África, el Medio Oriente y de cualquier lugar en donde el imperio intervenga. América del Sur ha empezado ya a dar los primeros pasos para sacudirse del apretón imperial. Que continúe caminando es una cuestión que todavía esta por verse. No olvidemos que los vasallos siempre están al acecho.
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