Juan Moreira – A finales del siglo XIX, el arriero Juan Moreira es un buen gaucho y trabajador que, como muchos otros, es objeto de abusos y humillaciones por parte de los poderosos: los terratenientes y su policía. 24 de mayo de 1973 se estrena «Juan Moreira», película argentina dramática-histórica dirigida por Leonardo Favio, Producida […]
Ciencia y Tecnología • Cultura
La super mercancía

Según un dicho saudita… “mi padre cabalgo un camello. Yo manejo un auto. Mi hijo vuela en un jet. Su hijo cabalgara un camello”. La civilización industrial en la que hoy vivimos es bastante vulnerable y se nos hace bien difícil imaginar que pueda continuar su curso indefinidamente como el dicho sugiere. Lo que la amenaza no es el terrorismo, las crisis económicas, el calentamiento global o las guerras, sino la energía que alimenta a toda esta variedad de amenazas.
Hace unos cuantos años atrás el economista Schumacher decía que no había sustituto para la energía. La civilización moderna depende totalmente de ella. No es solo otra mercancía, sino la precondición de toda mercancía, un factor básico igual al aire, al agua y la tierra.
El crecimiento económico es la precondición de la reproducción del sistema capitalista. Si llegara un momento en que la producción no pudiera seguir expandiéndose al 3 por ciento como mínimo la economía mundial se vería en grave peligro. Su expansión, tal como hoy la conocemos, ha sido posible gracias a la bonanza de la era del petróleo. Cuando su producción alcance su apogeo… ¿Qué va a pasar con el crecimiento económico del que depende el industrialismo moderno?
Las sociedades humanas crecen o se detienen, crean nuevas tecnologías o permanecen estáticas según la disponibilidad de energía. Durante el siglo XX hemos creado una forma de vida basada en el basto consumo de energía fosilizada que ha sido la base de las nuevas tecnologías espectaculares con las que hoy vivimos. El alimento, la manufactura y los sistemas de transportación han llegado a depender mayormente del creciente suministro de gas natural, carbón y, especialmente, petróleo. La Agencia de Información de Energía predice que la demanda global de petróleo aumentara el 60 por ciento en el año 2020, aproximadamente 120 millones de barriles al día. Su flujo y control determinara la salud económica y la sobre vivencia de las naciones… ¿Cuánto petróleo queda? ¿Se acabará en algún momento?
Los economistas neoliberales ven la energía como una mercancía cualquiera sujeta a las fuerzas del mercado. Su escasez temporaria sirve para subir los precios que estimulan una mayor producción, el descubrimiento de nuevas fuentes naturales y el desarrollo de sustitutos. Mientras más energía usemos, más tendremos. Si una crisis energética se produce, será temporaria debido a imperfecciones del mercado causadas por regulaciones gubernamentales. La mejor solución es dejar al mercado responder naturalmente a las fluctuaciones de precios.
Según las declaraciones de un grupo de geólogos independientes, el petróleo se agotara. Y no en un futuro remoto. La Edad de Oro de la abundancia de energía barata simplemente no esta en la bola de cristal. Si este es el caso… ¿Cuáles serán las consecuencias para la economía global? Frente a este escenario los políticos, que son los que crean los programas gubernamentales de energía, prefieren creerles a los economistas para evitar a toda costa ser los mensajeros de malas noticias. No es bueno para los negocios, ni para las campañas electorales.
El reporte anual “Petroconsultants” con base en Suiza, del que la CIA es uno de sus suscriptores, predijo en 1995 que la cima de la producción de petróleo ocurrirá en la primera o segunda década del siglo XXI. Revistas populares como “Discover” o “Popular Science” anuncian que en la primera parte del nuevo siglo la mitad del suministro mundial de petróleo habrá sido usado y su producción entrara en declinación permanente. A finales de siglo una ola de fusiones se produjo en la industria (Exxon and Mobil, Chevron and Texaco, Conoco and Phillips y BP adquiere Amaco-Arco, etc.) Según Goldman Sachs en un reporte de Agosto 1999 la manía de estas grandes fusiones no es nada más que el achicamiento de una industria moribunda que reconoce que el 90% del petroleo convencional del mundo ya ha sido encontrado.
Continuando las investigaciones del geo físico Marion King Hubbert que muestran que la producción tiende a seguir la curva de una campana, un grupo de geólogos independientes (Colin Campbell, Laherrere, Deffeyes, Ivanhoe Youngquist,) han logrado mantener datos actualizados. Según ellos, una vez que las distorsiones han sido eliminadas, se hace aparente que el descubrimiento de nuevos depósitos alcanzo su cima en los años 60s y desde entonces cada año se descubren menos. Si esta tendencia se extrapola es posible calcular cuanto petróleo se encontrara. Es esta extrapolación la que hace decir a Goldman Sachs lo que dice. Lo más probable es que el final de la era del petróleo será gradual sin alcanzar sorpresivamente un punto crítico, solo un cambio lento. Matt Simmons, especialista en la industria energética, después de analizar 200 estudios técnicos de geologistas trabajando en los pozos petroleros de Arabia Saudita, concluye que la producción ha alcanzado o esta cerca de alcanzar en esta década su máximo. Desde que virtualmente toda la producción mundial de reserva se encuentra en esta región esto significa que la cima de su producción señalara también la cima de la producción mundial. El Departamento de Energía de Estados Unidos dice que “ a pesar de que no hay acuerdo acerca de la fecha en que la producción mundial alcance su cima, las predicciones presentadas por el geólogo Thomas Magnon y otros esperan que esta ocurrirá entre ahora y el año 2020. Lo que es notable es que ninguno lo extiende más allá del año 2020.”
La voz optimista que afirma que hay abundante petróleo proviene, no solo de los economistas, sino también de críticos como Peter Huber y Bjorn Lomborg. Según ellos predicciones se vienen haciendo desde 1914 y todas ellas han sido erróneas. Las reservas conocidas no son finitas, dicen, sino que constantemente están creciendo. Exploramos nuevas áreas y encontramos nuevas reservas. El petróleo vendrá no solo de fuentes conocidas, sino de muchas otras diferentes fuentes que aun no conocemos. Una perforación inicial típicamente explota solo el 20% del pozo petrolero. Se estima que de los diez más grandes campos petroleros de Estados Unidos todavía contenían 63% de su petróleo original en el momento de cerrarse. El uso de nuevas y mejores tecnologías permitirá ahorrar energía, extraer más petróleo y usarlas en campos que hoy son difíciles o muy caros de explotar lo que aumentara la disponibilidad de petróleo en un 50% (US Geological Survey) Además del petróleo, dice Lomborg, podemos obtener energía de otras fuentes como gas y carbón cuya disponibilidad ha aumentado y de fuentes de energía renovable. Eventualmente dejaremos de usar petróleo mucho antes de que se acabe porque otras tecnologías energéticas proveerán beneficios superiores.
¿Realmente hay una vasta cantidad de petróleo esperando para ser descubierto? ¿Y donde esta este petróleo escondido? Los geólogos han pasado décadas usando las técnicas mas avanzadas para localizar petróleo donde quiera que este se encuentre y lo que encuentran son fuentes cada vez más pequeñas y de acceso más difícil. Es cierto que nuevas tecnologías pueden aumentar la extracción e incluso doblar el porcentaje de recuperación. Pero, esta recuperación no retraza indefinidamente la cima de producción de una fuente petrolera cualquiera. Lo que hace es solo extender su producción por unos años y las predicciones actuales ya han tomado en cuenta estas nuevas tecnologías que vienen con un precio. En tanto los campos petroleros se hacen mas viejos las tecnologías se hacen más caras y la energía necesaria para su desarrollo y operación aumenta desfavorablemente en relacion con la energía extraída hasta llegar el momento en que la extracción de un barril de petróleo necesitara usar la energía equivalente a un barril de petróleo para su obtención. Los sustitutos de energía, entre ellos la energía de fuentes renovables, necesitan pasar ciertas pruebas. El carbón contiene sustancialmente menos energía y no es un sustituto apropiado para sostener esta sociedad industrial. El desarrollo y despliegue de fuentes renovables de energía, como el viento y el sol, es algo que necesitamos favorecer, pero tampoco serán suficientes para mantener el crecimiento económico capitalista cuando el petróleo se agote o sea demasiado caro.
Por años y años hemos venido escuchando a los climatólogos, ecologistas y otros científicos que los recursos son limitados, que la capacidad del planeta para sostener a los humanos es finita y que la biosfera de la cual dependemos no puede continuar absorbiendo los deshechos cada vez mas abundantes de la civilización industrial. La cuestión es que podemos escuchar muchas veces lo mismo pero igual no tiene mucho efecto en nuestras conductas. Por ahora estamos muy ocupados tratando de mantener en marcha la maquina capitalista para distraernos con tales pronósticos. No importa que las rivalidades entre las naciones hayan empezado a aumentar o que las súper potencias arriesguen su propia existencia en un conflicto belico. El flujo de petróleo debe mantenerse.
¿Qué es lo que vendrá después del industrialismo? El fin de la civilización industrial no significa el fin del mundo. Si la reducción o agotamiento del petróleo no acarrea el colapso social o la mutua destrucción bélica, probablemente lo que sigua sea un mundo de bajo consumo con menos seres humanos y con menos presión en los ecos sistemas. No porque lo hayamos elegido, sino porque no habrá elección.
8 junio 2014 1:40
El problema no esta fuera del hombre sino dentro de el mismo.
El hombre debe redimensionarse a si mismo.
El hombre esta dimensionado para competir por el medio, como cualquier otra especie y asi queden solo dos hombres sobre el planeta competiran por el medio, la mujer o el poder.
Algunos vemos al socialismo como la solucion y en verdad, lo es, pero tambien es una utopia.
No se puede construir un edificio con ladrillos de arena.
La ciencia y la educacion deben centrarse en modificar la idiosincracia humana.
Casi como imitar a Dios. Sera posible?
Si no fuera posible…..Demosle paso a otra especie mas inteligente y menos destructiva.