Las 10 peores transnacionales del 2008 (no es fácil, por la competencia)

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Robert Weissman*

. Pero el resto del sector tampoco es que haya tenido un buen comportamiento durante el 2008, y no queremos que escapen a nuestro ojo escrutador.
 
Así que, manteniendo nuestra tradición de arrojar luz sobre las diversas formas de fechorías corporativas, incluimos en esta lista a sólo una compañía financiera. Hete aquí, presentadas en orden alfabético, las 10 peores corporaciones del 2008:

AIG: dinero a cambio de nada

Seguramente no se puede culpar a un único responsable por la crisis financiera mundial que está desarrollándose. Pero si se tuviera que escoger a una sola compañía, esa sería muy probablemente American International Group (AIG), que se ha chupado ya más de 150 mil millones de dólares en ayudas pagadas con dinero de todos los contribuyentes. Mediante los "credit default swaps", AIG básicamente iba recogiendo primas de seguros mientras aseguraba, ridículamente, que jamás padecería una bancarrota, y no digamos ya el desplome del mercado todo que estaba asegurando. Cuando la realidad se presentó a las puertas de la compañía, el techo se les vino encima.

Cargill: especulando con los alimentos

La reforma agraria filipina de 1988 demostró ser todo un fraude. Los terratenientes ayudaron a redactar la ley e inventaron maneras de sortear sus objetivos declarados. Los trabajadores de Dole están entre quienes pagaron el precio. Con la reforma agraria, las tierras de Dole fueron divididas entre sus trabajadores y otros que tenían derechos sobre la tierra antes de la aparición del gigante productor de piñas. Los terratenientes ricos, sin embargo, maniobraron para tomar el control de las cooperativas y los sindicatos, según explica International Labor Rights Forum (ILRF), con sede en Washington D.C., en su informe del pasado mes de octubre. Dole ha despedido a la que hasta ahora era su fuerza de trabajo y la ha reemplazado con trabajadores contratados. Estos trabajadores reciben un salario inferior al sistema de cuotas, y ganan aproximadamente 1’85 dólares a diario, de acuerdo con ILRF.

General Electric: contabilidad creativa

En junio, el antiguo reportero del New York Times David Cay Johnston informó de la aparición de documentos internos de General Electric que parecían demostrar que la compañía llevaba desde hacía tiempo intentando evadir impuestos en Brasil. En un detallado informe de Tax Notes International, Johnston informó de la existencia de un esquema empresarial, subsidiario de GE, para facturar ventas sospechosamente elevadas de electrodomésticos en regiones del Amazonas escasamente pobladas. Estas ventas evitarían el pago del IVA en los estados urbanos, donde se esperaba que las ventas fuesen mayores.

Johnston escribió, basándose en los documentos internos que había consultado, que la cantidad de dinero que había evadido en impuestos era de menos de 100 millones de dólares, pero especulaba que, teniendo en cuenta todo el esquema contable, la cantidad tuvo que ser mucho mayor.

Johnston no identificó a la fuente que le proporcionó los documentos internos de GE, pero GE ha declarado que se trató de una antigua abogada de la compañía, Adriana Koeck. GE despidió a Koeck en enero de 2007 alegando como motivo su "comportamiento".

Imperial Sugar: 14 muertos

El 7 de febrero una explosión sacudió la refinería de Imperial Sugar en Port Wentworth, Georgia, cerca de Savannah. Días después, cuando se extinguió por completo el fuego, y se habían completado las operaciones de búsqueda y de rescate, se conoció la cifra definitiva de víctimas: 14 muertos, y docenas de trabajadores heridos con quemaduras graves.

Como ocurre con casi todas las catástrofes industriales, resulta que esta tragedia se hubiera podido evitar. La causa fue la acumulación del polvo procedente del azúcar que, como otro tipo de polvo, es altamente combustible.

Un mes después de la explosión en Port Wentworth, inspectores de la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) acudieron a otra factoría de Imperial Sugar en Gramercy, Louisiana. Descubrieron acumulaciones de polvo de hasta dos pulgadas en la maquinaria y el cableado eléctrico. En los suelos de las factorías descubrieron hasta 48 pulgadas de acumulación de polvo.

Imperial Sugar, obviamente, sabía de las condiciones en estas factorías. De hecho, había tomado algunas medidas para limpiarlas antes de la explosión. La compañía encargó a un nuevo vicepresidente las operaciones de limpieza en noviembre del 2007 y tomó algunas medidas importantes para mejorar las condiciones. Pero no fueron las suficientes. El vicepresidente explicó al comité del Congreso que la dirección le había dicho que moderase sus peticiones para emprender una acción inmediata.

Philip Morris International: liberándose de los grilletes públicos

La vieja Philip Morris ya no existe. En marzo, la compañía se dividió formalmente en dos entidades separadas: Philip Morris USA -que forma parte de la familia de la compañía Altria- y Philip Morris International. Philip Morris USA vende Marlboro y otros cigarrillos en los EE.UU. Philip Morris International va por ahí pisoteando al resto del mundo. Philip Morris International ya ha mostrado señales de sus primeros planes para invertir los avances en las políticas para reducir el tabaquismo y las muertes relacionadas con su consumo (que alcanzan los 5 millones anuales). La compañía ha anunciado planes de desplegar por todo el planeta una nueva batería de productos, paquetes más atractivos y otros esfuerzos de marketing. Todos ellos diseñados para socavar las normas de puestos de trabajo libres de humo, derrotar los impuestos sobre el tabaco, segmentar mercados con productos específicos, ofrecer cigarrillos con sabores lo suficientemente atractivos para atraer a la juventud y superar las restricciones actuales del mercado.

Roche: "salvar vidas no es nuestro negocio"

La empresa suiza Roche fabrica un abanico de medicamentos para tratar el VIH. Uno de ellos es enfuvirtid, que vende con el nombre de Fuzeon. Fuzeon proporcionó a Roche 266 millones de dólares en el 2007, a pesar del declive general en sus ventas. Roche cobra a los estados 25.000 dólares al año por proporcionarles Fuzeon. Y no ofrece ningún descuentos a los países en desarrollo.

Como la mayoría de los países industrializados, Corea mantiene un mecanismo de control sobre los precios: un programa nacional de sanidad fija los precios para las medicinas. El Ministro de Sanidad, Bienestar y Asuntos Familiares puso Fuzeon en la lista a un precio de 18.000 dólares al año. El ingreso per capita de Corea es prácticamente la mitad que el de los EE.UU. En vez de proporcionar Fuzeon al precio estipulado por Corea y obtener beneficios, Rocher rechazó ofrecer el medicamento a Corea.

Activistas coreanos informan de que el presidente de Roche Corea les respondió lo siguiente: "No estamos en este negocio para salvar vidas, sino para hacer dinero. Salvar vidas no es nuestro negocio."

*Editor de Multinational Munitor y director de Essential Action.

 

 

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