¿Cuales serán las implicaciones de la cultura cibernética en la experiencia de la conciencia? ¿Cómo se van a balancear las ventajas y desventajas de la biotecnología? El posthumanismo es la simbiosis de tecnología y ser humano. No solo la tecnología en nuestra mano, sino la tecnología dentro de nosotros.
Un nuevo avance en nuestro desarrollo si pensamos que el cuerpo es la prótesis original que aprendemos a manipular desde muy temprano y su extensión o reemplazo con otras prótesis es solo la continuación de un proceso que comenzó antes de que naciéramos.
La visión posthumana reconfigura el ser humano al articularlo con maquinas inteligentes que borran la demarcación absoluta o diferencia esencial entre la existencia del cuerpo y la simulación informática, los mecanismos cibernéticos y los organismos biológicos, la teleología robótica y los goles humanos. El sujeto posthumano deviene en una amalgama de componentes heterogéneos que sobrepasan y luego eliminan lo que hasta ahora conocíamos como “si mismidad natural”. Según Donna Haraway no hay objeto, espacio o cuerpo que sea sagrado en si mismo. Cualquier componente puede comunicarse con cualquier otro si los estándares y códigos apropiados pueden ser construidos para procesar las señales a un lenguaje común. El cyborgs viene a ser algo así como un si mismo colectivo que puede desensamblarse y reensamblarse nuevamente.
Un autómata es una maquina que se mueve de acuerdo a condiciones pre establecidas. Un robot es una maquina que puede o no puede ser humanoide, puede ser autónomo o semi autónomo pero con aplicaciones especificas. Un androide es, al igual que el autómata y el robot, completamente artificial, pero que perfectamente bien puede pasar por un ser humano. Un cyborg, en cambio, combina la maquina con partes vivas. Según Perkowitz, el cyborg consiste masivamente de piezas mecánicas bajo control natural. Esencialmente, “un cerebro en una caja”. Igualmente, un ser biónico es un ser humano con implantes y sustitutos. Todos estos acrecentamientos, de continuar, dice Perkowitz, le darán al cerebro una capacidad adicional para mantener datos en un modulo exterior que podrían recuperarse a voluntad y continuar gravando cualquier experiencia que se considere valiosa. Esto le daría al cerebro un nuevo nivel de poder informático. Ahora mismo hay compañías que pueden implantar “chips” capaces de almacenar y dispensar drogas que modifican la agudeza mental, el humor y la conducta.
Toda esta tecnología biónica, capaz de aumentar nuestra capacidad física y mental a un grado imprecedente… ¿podría también aumentar excesivamente la presión fisiológica y causar daño estructural? Un estudio conducido por Hewlett Packard indicó que el aumento en infomanía o adicción a los aparatos digitales produce una caída del coeficiente intelectual en más de dos veces comparado con los usuarios de marihuana… si los implantamos en el cerebro… ¿sera la caida mayor?
En este escenario tecnobionico… ¿tiene la conciencia alguna relevancia? Según el posthumanismo la distinción entre lo real y lo artificial, lo mental y lo corporal, lo orgánico y lo mecánico, lo original y lo simulado es más bien semántica y fácilmente puede ser ignorada. Si consideramos la materia como la ultima realidad y la conciencia como un epifenómeno, entonces, si algo se descompone la ciencia siempre va a poder arreglarlo o reemplazarlo.
De acuerdo con el cognotivista Pepperell, la conciencia se refiere a todos esos atributos que usualmente asociamos con un ser humano tales como pensamiento, emoción, memoria, inteligencia y auto conocimiento que son función del cuerpo y no solo del cerebro. La mente incorporada es el paradigma dominante en el campo de la inteligencia artificial. En la teoría reduccionista de Francis Crick los fenómenos de la conciencia, sean nuestro nuestras penas y goces, nuestros recuerdos y ambiciones o nuestro sentido de identidad personal y libre albedrío, son en realidad no mas que la conducta de un vasto ensamblaje de moléculas y células nerviosas.
Para Dennett no hay ontología subjetiva y la experiencia de un lugar central en el cerebro donde la conciencia ocurre es una ilusión. Antonio Damasio argumenta que la conciencia es un sentimiento y los sentimintos son generados por patrones neurologicos que operan en las areas apropiadas del tallo cerebral, talamo y cortesa cerebral. No hay necesidad de un observador interno porque estos procesos cerebrales se observan unos a otros. El teatro cartesia no es mas que una ilusion. La conciencia, como la fisiologia cerebral muetra, consiste de pensamientos concientes que, como cosa fisica son funciones del cerebro y del universo fisico en el cual este esta inmerso. Lejos de estar determinada solo por el cerebro, la conciencia es una funcion del cerebro, del cuerpo y del mundo. En la historia occidental, desde muy temprano, la conciencia se ha visto como un epifenomeno evolutivo mayor que reclama ser el sitio de la identidad humana cuando en el fondo, dice Katherine Hayles, es solo una atraccion menor.
El posthumanismo, al afirmar la corporizacion de la conciencia, establece el dominio total de la materia en el que la posibilidad de la “conciencia en si misma” desaparece. No hay diferencias esenciales o demarcaciones absolutas entre la existencia corporal y la simulacion informatica, los mecanismos cyberneticos y los organismos biologicos, la teleologia robotica y los fines humanos. El ser humano puede ser articulado en un solo continuo sin fisuras con maquinas inteligentes. El sujeto post humano es un sujeto post conciente.
Cierto. Excepto… por un pequeño detalle. El fisico Jean Burns, entre muchos otros, afirma que la diferencia que aun persite entre maquina y organismo esta en esa vieja idea de la voluntad o libre albedrio, asociados con la conciencia, que los humanos tienen y que las maquinas carecen. Los efectos fisicos de la voluntad, dice, no pueden ser explicados por las leyes fisicas actuales porque estas abarcan solo determinismo y azar quantico a los que la volicion o conciencia escapan.
El cognotivismo posthumanista, que ha logrado un impresionante progreso en la comprension de las funciones cerebrales, es la vision basada en la tercera persona, la del observador externo… ¿Pero, que pasa con la observacion de la primera persona, de la del observador interno? ¿Se podria integrar la metodologia de la tercera persona con la experiencia de la primera persona?
En el pensamiento occidental ser conciente es ser conciente de algo. Conciencia es siempre conciencia de un objeto, nunca de un vacío. Es lo que los filósofos llaman conciencia intencional. Los cognotivistas tienden a equiparar conciencia con mente pensante que es extencion del cuerpo, la naturaleza y la cultura. Y en este paradigma la conciencia, por supuesto, es irrelevate , como dice D. Dennett. La Inteligencia Artificial funciona perfectamente bien sin conciencia.
Arthur Deikman sugiere algo diferente. La conciencia tiene dos modos. El instrumental o mental que, con ayuda de los sentidos, esta dirigida hacia fuera con enfasis en los objetos, los limites, las conductas intencionales y la autosobrevivencia. Y el receptivo, dirigido naturalmente hacia dentro con el enfasis en la conciencia no intencional, en la capacidad de trancender el contenido de la mente para tomar contacto con el vacio que somos. Esta es la conciencia pura, vacia de todo objeto, incluyendo la autoconciencia, la ensoñacion y la reflexion.
En la practica de la meditacion Advaitan la atencion, de manera espotanea y natural, se orienta a estados cada vez mas tranquilos y ordenados de actividad mental hasta que toda actividad es trascendida y el observador se queda sin pensamiento ni sensaciones, solo con la experiencia de la pura conciencia. No conocimiento de la conciencia, sino que ser la conciencia. Esta tendencia de la conciencia a ir hacia su propio estado fundamental sugiere que el pensamiento y accion descansan en nuestra capacidad para movernos hacia un estilo de funcionamiento neurofisiologico optimo. Las experiencias subjetivas mas profundas, que son la base para el logro de nuevos pensamientos, dependen de un gran refinamiento fisiologico. Son estas las que sostienen la coordinacion harmonica entre cuerpo, mente y conciencia. Sin esta integracion, la extencion del cuerpo y la mente hacia fuera, sobre la base solamente de la actividad instrumental, puede resultar en una hiperexitacion biologica capaz de bloquear el acceso a la conciencia entendida como un vacio de concepciones.…
¿Porque todo esto podria importarnos? Giorge Agamben, refiriendose al artista, describe como este descubre que la ausencia de contenido inmediatamente se identifica con su conciencia mas intima. El artista es el hombre sin contenido, cuya identidad esta en el perpetuo surgimiento de expresiones que nacen de la nada sin otro fundamento que esta incomprensible estacion ubicada en uno de sus costados. Expresiones que crean nuevos mundos.
Jean-François Lyotard dice que el capitalismo es una maquina vanguadista que arrastra a la humanidad a la deshumanizacion para rehumanizarla a un nivel diferente. Los tecnocratas justifican la toma de posesión de la maquina tecnologica porque la sociedad no puede entender sus propias necesidades, especialmete frente a las nuevas innovaciones digitales. La unica resistencia a la tecnologia inhumana es otro inhumano ubicado en la subjetividad humana. Este inhumano es el potencial para la sorpresa y las transformaciones impredictibles que van mas alla del alcance racional y la normatividad tecnologica. Esta dimension no racional, no humana de la subjetividad como fuente de resistencia sugiere un vacio de concepciones, un testigo indecible representado por cierta literatura y arte.
Robert Forman nota que los estados de hipoexcitacion se orientan a una descontruccion del lenguaje y las creencias, a algo asi como una liberacion de la experiencia de la cosificacion conceptual. La habilidad de mantener la experiencia mas alla de nuestra identidad socialmente construida. Una experiencia que escapa a la codificacion y normatividad intitucional.
¿Podriamos decir que el riesgo de modificar tecnologicamente el cerebro no puede desviar a la mente de este “potencial innato”? ¿ de que la hiperexitacion biotecnica no puede subvertir el sustrato genetico mental? Katherine Hayles dice que cuando el cuerpo es integrado en un circuito cibernetico, la modificacion del circuito necesariamente modificara tambien la conciencia. Conectada por multiples circuitos de retroalimentacion a los objetos que diseña la mente, tambien, es un objeto de diseño.
En la novela de ciencia ficcion “Neuroromance” de Gibson uno de los personajes de la historia “Johnny Mnemonico” pierde completamente su sentido de identidad despues de subir datos directamente de la “web” a su cerebro. La inmensa cantidad de datos del cyberespacio invade su simismidad interfiriendo con su funcionamiento fisiologico normal.
Por supuesto que la tecnologia bionica siendo la extencion natural de nuestras protesis beneficia tremendamente el complejo cuerpo/mente… Pero, si a la larga, las maquinas continuan haciendose cada vez mas humanas y los humanos mas maquinas… ¿no habria riesgo de socavar el acceso a lo que la vieja tradicion esoterica, que ha corrido en los margenes del racionalismo occidental, llama “conciencia pura” ?
Si la fascinacion de autotransformarnos en organismos ciberneticos, en cyborgs radicales continua, puede que algun dia la conciencia pura no sea mas que una vaga memoria. Y si esto ocurriera estariamos frente a una especie bien diferente.
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