Más de 1.400 periodistas asesinados desde 1992: el 80% de los casos siguen impunes

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El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) juzga la impunidad en el asesinato de periodistas en distintos países del mundo. Denuncia que se trata de uno de los crímenes más impunes que existen y reclama la atención de los Estados.

En los escasos diez minutos que la periodista Pavla Holcová habló ante el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) para exponer cómo había sido asesinado su colega y amigo, el periodista Ján Kuciak, en Eslovaquia en 2018, y denunciar que el artífice intelectual de su muerte aún no ha sido aún condenado, recibió en su teléfono móvil al menos tres amenazas advirtiéndole sobre su muerte o amenazándola con que algo malo le pasaría.Ellos son los periodistas asesinados durante 2018 en México - Infobae

No es nuevo. Es con lo que convive desde hace años, cuando decidió dedicarse el periodismo de investigación y destapar los entuertos de los poderosos y las mafias. Otros como Kuciak acabaron asesinados por realizar su trabajo de denuncia a los poderosos. En muchas ocasiones, afirma Holcová, estos poderes ocultos y los gobiernos o el mismísimo poder judicial acaban siendo una misma cosa o tienen relaciones muy robustas.

El tribunal donde se ha presentado el caso de Ján Kuciak no es un tribunal al uso. Se ha celebrado en la Haya, ante un Tribunal del Pueblo, una forma de denuncia puesta en marcha por la sociedad civil hace cerca de 40 años y en la  que se da testimonio de serias violaciones de los derechos humanos que nadie parece querer reconocer o tener intención de juzgar. En este caso, el Tribunal del Pueblo ha puesto el foco en la impunidad que existe ante los asesinatos de periodistas en todo el mundo.

El Tribunal Popular por el Asesinato de Periodistas acusará a los gobiernos de Sri Lanka, México y Siria por no impartir justicia por los asesinatos de Lasantha Wickrematunge, Miguel Ángel López Velasco y Nabil Al-Sharbaji. La sesión de este martes ha sido la apertura del proceso. En los próximos seis meses el tribunal se reunirá en otras tres ocasiones en distintos países para analizar en profundidad estos tres casos.

Entre los testigos clave que han participado en la sesión de apertura de este martes dando testimonio, figuran la académica Hatice Cengiz, pareja sentimental del periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado en 2018 en el consulado Hatice Cengiz, expareja de Jamal Khashoggi, declarando ante el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) sobre asesinato de periodistas. — TPPsaudí de Turquía; el periodista Matthew Caruana Galizia, hijo de la también periodista maltesa Daphne Caruana Galizia, asesinada en 2017; y Pavla Holcová, periodista de investigación y colega del reportero eslovaco Ján Kuciak, asesinado en 2018, entre otros.

Durante su comparecencia, Hetice Cengiz denunció la impunidad que existe tras el asesinato de Khashoggi. «Todos saben lo que le ocurrió a Jamal pero nadie hace nada por castigar a los culpables debido a los intereses económicos». Y arremetió contra los estados que han continuado manteniendo relaciones con Arabia Saudí como si nada hubiera pasado. «No hay acción real. No hay sanciones. Hablo de la persona que ordenó su asesinato. Es necesario pararlo, decir que no puede entrar en los distintos países, que no se puede hacer negocios con él», afirmó y añadió que ella es una persona normal, a la que no le gusta que le llamen defensora de los derechos humanos, porque «sólo la inacción y el silencio internacional me ha colocado en esta situación». «Estuve en peligro, y sigo. La impunidad envalentona a los asesinos. Sabemos los nombres, pero lo que no sabemos nada es sobre los tribunales que lo deberían juzgar», denunció.

Uno de los crímenes menos perseguidos

Las organizaciones que impulsan esta iniciativa, que tuvo lugar este martes en La Haya (Holanda), denuncian que cada semana es asesinado un periodista por desvelar la verdad. Se trata, afirman, de uno de los crímenes con índices más altos de impunidad, puesto que en más de ocho de cada diez casos los asesinos no son condenados o ni siquiera juzgados.

David Beriain y Roberto Fraile, periodistas asesinados en Burkina Faso
David Beriain y Roberto Fraile, periodistas asesinados en Burkina Faso

Este Tribunal de los Pueblos fue puesto en marcha por la iniciativa A Safer World for the Truth (Un mundo más seguro para la verdad), de la mano de las organizaciones Free Press Unlimited (FPU), Reporteros sin Fronteras (RSF) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) en respuesta al alarmante número de periodistas que son asesinados cada año y a la falta de Justicia en la mayoría de estos casos. Desde 1992, unos 1.409 periodistas han sido asesinados por hacer una labor vital: brindar información confiable al público.

En al menos 900 de estos casos, los periodistas fueron asesinados en represalia directa por su trabajo. La impunidad de estos crímenes es tal, afirman las organizaciones, que en el 86% de estos casos ninguno de los perpetradores ha sido llevado ante la Justicia. «Estos asesinatos, y la impunidad posterior, son la consecuencia última de un entorno hostil para la libertad de prensa, caracterizado por acoso, ataques violentos u otros intentos de silenciar a los periodistas», afirman las organizaciones.

«No es un tribunal al uso. Se trata de un tribunal simbólico, porque su veredicto no tiene validez en las normas internacionales, pero si tiene la trayectoria de denunciar y asentar ciertas verdades para que no se puedan ignorar. A lo largo de las últimas décadas se han hecho diversas de estas iniciativas con temas como la violencia de género, cosa que no había ocurrido hasta el tribunal sobre Ruanda», afirma a Público la jurista Almudena Bernabeu, del colectivo Guernica 37, que en este proceso popular ha ejercido la labor de fiscal.

«Hay temas que a veces pasan desapercibidos o no son cohesivos para verlos como un todo, y este tipo de iniciativas te permite verlos de esta manera colectiva, agrupada, en la que ves que existen patrones y puedes ver la correlación de lo que está pasando en México y lo que está pasando en Sri Lanca. Entonces puedes ver que son similares, que son violaciones sistemáticas, que pasan de la misma manera y que responden a las mismas realidades cuando se incomoda a quien está en el poder. Es un tribunal de denuncia que nos permitirá escuchar la voz de 15 personas, entre testigos, historias personales y profesionales que han sufrido estas agresiones en su propia carne», añade la jurista.

Denunciar a los Estados y sensibilizar a la sociedad

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Estos tribunales están diseñados para responsabilizar a los Estados por las violaciones del derecho internacional mediante la sensibilización de la sociedad civil y consisten en la recopilación de testimonios. «Además, añade Almudena Bernabeu, generan un registro de pruebas legítimas y desempeñan un papel importante en el empoderamiento de las víctimas y en el registro de sus historias».

Periodistas de todo el mundo son acosados, arrestados, secuestrados y asesinados por hacer su trabajo: por encontrar la verdad. Los organizadores del Tribunal han afirmado que la tendencia criminal hacia los periodistas se ha mantenido estable en los últimos diez años  «impulsada por la falta de voluntad política y la escasa capacidad institucional» de los Estados.

«Tocar a los poderosos, o enfadarlos es lo que pone en riesgo a los periodistas. Porque los poderosos creen que son intocables, muy a menudo. Cuando los expones se sienten muy incómodos y creen que ese sentimiento de intocables les da también un sentido de impunidad. Por eso deciden silenciar a los periodistas asesinándolos», explica Pavla Holcová en declaraciones a Publico tras su denuncia ante el tribunal. «Hace un par de semanas publicamos una historia sobre el primer ministro checo y sus inversiones offshore y sus compras de inmuebles lujosos en Francia. Desde entonces las amenazas se intensificaron», añadió.

Afirma que si la gente en Eslovaquia no hubiera salido masivamente a la calle a presionar al Gobierno y a la Policía para demandar Justicia tras el asesinato de Ján Kuciak, se hubiera venido abajo. Pero la gente salió masivamente y derrocó al Gobierno.

«Por eso creo que lo que hemos hecho hoy en este Tribunal del Pueblo es importante, porque es clave que la sociedad en general sepa que el periodismo de investigación es un trabajo duro y peligroso y que muchas veces producimos información que nos pueden costar la vida. Pero la gente asume que va a tener este tipo de información gratis y de forma fácil de consumir», concluye Holcová.

Addendo

En Colombia: impunidad en casos de asesinatos de periodistas se acerca al 80 %

Hallan tres cuerpos en Colombia que podrían pertenecer a los periodistas ecuatorianos desaparecidos y asesinados en la frontera - LatAm Journalism ReviewSegún la Fundación Para la Libertad de Prensa, en Colombia se han registrado 132 amenazas contra periodistas en 2021

Este martes 2 de noviembre se conmemora el ‘Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas’, con motivo de esta fecha la Fundación Para la Libertad de Prensa (FLIP) alertó por los niveles de violencia que alcanza Colombia en este escenario.

De acuerdo con la Flip, la impunidad en casos de asesinatos de periodistas en el país alcanza el 78,8 %; cifra que aumenta si se tienen en cuenta otros crímenes como las amenazas que llegan al 98 % de impunidad.

El último informe de tendencias mundiales sobre seguridad de los periodistas de la Unesco registra una disminución del 20 % en el número de asesinatos de periodistas entre 2016 y 2020, comparado con el periodo entre 2011 y 2015.

Sin embargo, en Colombia las cifras son contrarias. De acuerdo con la Flip, en los últimos cinco años fueron asesinados ocho periodistas en el país, mientras que entre 2011 y 2015 fueron asesinados siete.

“Esto evidencia la violencia contra la prensa y la persistencia de los homicidios como la forma más severa de silenciamiento. La impunidad en estos crímenes genera un ambiente de permisividad para que los violentos sigan agrediendo a la prensa sin temor a consecuencias”, puntualizó la fundación.

En Colombia, entre 1938 y 2021 han asesinado a 163 periodistas por razones vinculadas a su oficio. En el 78,8 % de estos casos no se ha proferido ninguna condena a los responsables y sólo en uno de ellos, el caso de Orlando Sierra, se ha logrado una justicia plena, aseguró la Flip este martes.

El último asesinato fue hace menos de dos meses

Continúa impunidad en crímenes contra los periodistasEl pasado 19 de septiembre el periodista Marcos Efraín Montalvo fue asesinado en Tuluá en hechos que aún no han sido esclarecidos por parte de las autoridades. Según la Flip, existen indicios suficientes para sostener que el homicidio de Montalvo estaría relacionado con las denuncias que realizaba en el desarrollo de su oficio.

Como el crimen no ha sido esclarecido por parte de las autoridades competentes, no se ha hecho justicia por la muerte del periodista pues se desconoce quién o quiénes son los responsables materiales e intelectuales del hecho.

Las amenazas son el delito más constante contra los periodistas en Colombia. En el informe que publicó la Flip este martes 2 de noviembre, se resaltó el delito que más se comete contra periodistas en el país es el de amenaza. De acuerdo con la entidad, en los últimos cinco años las amenazas han ido en aumento hasta consolidarse como la agresión más recurrente contra periodistas.

“Durante todo el 2020 la FLIP registró 152 amenazas, y en lo corrido del 2021 van 132. A pesar de algunos avances en las investigaciones, la Fiscalía General de la Nación mantiene el 98% de los casos de amenazas a periodistas en la impunidad”, aseguró la fundación.

La Palabra y El SilencioEn este documento la Flip resaltó el reciente fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en el caso de la periodista Jineth Bedoya, en el que se estableció que las amenazas no son una agresión menor.

Citando el mismo caso, la entidad aseguró que las medidas de reparación ordenadas por la CIDH se convierten en una oportunidad y la hoja de ruta para que el Estado avance “en la dirección correcta para formular una política integral de prevención, protección y procuración de justicia en los crímenes contra la prensa, que resulta esencial para el fortalecimiento de una sociedad democrática”.

“El Estado debe cumplir la deuda histórica en la lucha contra la impunidad de los crímenes contra los y las periodistas. Solo a través del trabajo diligente de las entidades encargadas de la investigación y judicialización se podrán disminuir las cifras de ataques contra la prensa y se logrará justicia”, añadió la Flip.

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