Obama tiene el gobierno, le falta el poder

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Frida Modak*

 

  Suele ocurrir, en particular en los países llamados en desarrollo, que grandes movimientos populares ganen el gobierno pero no conquisten el poder y que los presidentes no puedan desarrollar sus programas y tengan que buscar acuerdos con otras fuerzas para sacar adelante iniciativas que ya no son las mismas que ofrecieron.  Eso es lo que le está sucediendo al recién estrenado presidente de Estados Unidos.

Barack Obama hizo una campaña electoral en la que planteó lo que sería su programa de gobierno y, tanto por eso como por algunas características de su personalidad, obtuvo un triunfo arrollador, con una amplia mayoría absoluta.  También tiene mayoría en la Cámara de Representantes, pero no la logró en el Senado.  Cuando faltaban pocas semanas para la elección afloró en toda su magnitud la crisis económica y financiera que en estos momentos se traduce en una recesión a nivel mundial y hay pronósticos que apuntan al fin del reinado de la superpotencia que dominó al mundo unipolar que surgió a la caída de la Unión Soviética.

Sin duda, un escenario muy distinto a aquel en el que Obama inició la búsqueda de la presidencia de su país.  La responsabilidad que recae sobre él es demasiado grande, porque aunque no fueron sus acciones las que han provocado esta catástrofe, a él le toca enfrentarla y buscar una salida que no conlleve la pérdida de la hegemonía porque si eso ocurriera, y es posible, marcaría su gestión de gobierno opacando el hecho político histórico de ser el primer presidente negro de Estados Unidos.

Las cosas se le complican aún más porque la administración Bush actuó a partir del supuesto establecido por el vicepresidente Cheney de que el poder eran él y el presidente y sus decisiones se imponían así estuvieran fuera de la ley, como ocurrió en asuntos internos, o violaran el derecho internacional como sucedió en las guerras emprendidas, a las que Obama tiene que buscarles un final que no suene a derrota porque son incosteables.

En busca del bipartidismo

Para buscarle una salida a la compleja coyuntura Obama tiene que negociar con los republicanos por un lado y con los militares por el otro, por eso ha incluído republicanos en su gabinete y ha conservado como secretario de Defensa a Robert Gates, que ocupaba el mismo puesto con Bush.  Veamos la negociación política.

  En la política exterior estadounidense se anuncian cambios importantes en relación a los países árabes, marcando algunos contrastes con la administración Bush.  Ya el nuevo presidente afirmó que su país no es enemigo del mundo musulmán, en una entrevista con el canal de televisión Al-Arabiya.  A eso se agrega la carta, que según ha trascendido, enviará al líder supremo iraní, Ayatollah Alí Khamenei, pero esto no es lo único.

En el informe escrito que Hillary Clinton presentó al Senado en su audiencia de confirmación como secretaria de Estado, señaló que cumpliendo lo ofrecido por Obama se abrirán las America Houses en ciudades del mundo árabe, las que tendrán bibliotecas por internet, cursos de inglés e historias sobre musulmanes en Estados Unidos.  Otro proyecto se denomina America´s Voice Corps y reclutará jóvenes estadunidenses, que se relacionarán con gente de esos países y habrá un Fondo Global de Educación de 2 billones de dólares para educación primaria.

Junto con esto se reanudarán las negociaciones con Rusia sobre el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas,y se sumen o no al Tribunal Penal Internacional, el documento de Hillary Clinton expresa que cesarán las hostilidades hacia esa instancia, lo que conlleva que también se terminarán las presiones y amenazas contra los países que apoyan a ese tribunal, como ha venido sucediendo hasta ahora.

Sobre América Latina el documento no agrega nada a lo dicho de viva voz por la secretaria de Estado en cuanto a que se buscará una asociación energética con la región, planteamiento que debe considerarse a la luz de algunos hechos nuevos.  Lo que Obama ha planteado es que buscarán energías renovables para no depender del petróleo y para desarrollar automóviles que no contaminen.  Ocurre que además del etanol, el otro producto esencial para la fabricación de vehículos híbridos o eléctricos también se encuentra en nuestros países.

Se trata del litio y casi la mitad del litio que existe en el mundo, está en Bolivia, 5.4 millones de toneladas.  Según un dirigente indígena boliviano su país “puede llegar a ser la Arabia Saudita del litio”.  Otros 3 millones de tonelada están en Chile,1.1 millón en China y Estados Unidos sólo tiene 410 mil toneladas.

El proyecto de independencia energética, que es una de las prioridades planteadas por el mandatario estadunidense, depende de las riquezas naturales de nuestros países.

* periodista,  fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.

 

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