Cada vez que los terroristas logran matar a un gran numero de civiles la nación y los medios de comunicación despliegan la misma rutina, siempre y cuando las victimas pertenezcan al mundo civilizado. El resto son solo estadísticas. Primero, la conmoción de los medios cuando llega a la escena de la tragedia. Si hay suficientes victimas habla Obama con la actitud de un juez moral condenando los hechos… ¿cuántas veces los ha condenado sin que nada pase?…
Luego viene el recuento, segundo a segundo, de lo que esta pasando, con especial enfoque en las fuerzas de seguridad. Testigos dan cuenta del caos y el pánico. Expertos en terrorismo y seguridad nacional nos iluminan con su sabiduría que, en el fondo, consiste en una misma narrativa que nadie contradice. Al día siguiente los programas están llenos de héroes del momento que se transforman en el orgullo nacional. El sitio del ataque se llena de flores, velas y fotografías de las victimas. Las ceremonias religiosas se transmiten por televisión. Las banderas a media asta y el jefe de Estado habla a la Nación y define el ataque como un asalto al mundo libre y civilizado. Los valores de la Nación serán defendidos y los culpables, perseguidos y destruidos. La Nación se mantiene fuerte y desafiante, a pesar de que cada ruido produce una estampida.
¿Qué es lo que causa estos ataques? El gobierno y los medios de comunicación no nos van a ayudar a entender que esta pasando. Ambos están patrocinados por compañías de petróleo y contratista de armas. El asunto es que cuando el terror es una vía de doble transito no es extraño que hayan contragolpes. Incluso la CIA habla de “predictable and consequent blowback “. No debiéramos sorprendernos del olvido selectivo de la historia… ¿No hay un escalofriante parecido entre el nacimiento de Pol Pot en Cambodia y la evolución de ISIS en el Medio Oriente? En su comienzo el Pol Pot también era una secta despiadada y premoderna. Y, ellos también fueron el producto del terror norteamericano en el Asia, en el siglo pasado. Como dice John Pilger, éste era un pequeño movimiento de no más de cinco mil guerrilleros pobremente alimentados y armados con una incierta estrategia y táctica y lideres sin una clara visión. Pero, la “Operation Menu”, ordenada por Nixon y Kissinger, cambio todo esto.
Los bombarderos B-52 aplanaron pueblo tras pueblo, dejando 600 mil cadáveres en los campos de Cambodia, de acuerdo con “A Finnish Government Commission of Inquiry” . Este fue el primer paso en la década del genocidio que luego Pol Pot, el beneficiario, completo. Con el bombardeo norteamericano, Khmer Rouge se transformo en un formidable ejercito de 200 mil combatientes… ¿No hay aquí un parecido con ISIS? Bush y Blair ordenaron la invasión a Irak en el 2013 que causó la muerte de aproximadamente 700 mil seres humanos en un país sin tradición de “yihadismo”. Suní y Shai tenían diferencias sectarias, pero por la mayor parte vivían en paz y el matrimonio mixto era bastante común. Los norteamericanos e ingleses hicieron añicos todo esto.
Al-Qaeda renace después del golpe sufrido en Afganistán. ISIS es la respuesta a EEUU, Londres y Paris que han cometido un verdadero crimen en contra de la humanidad. ISIS es el terror que se fusiona con el terror occidental. Un estudio de la Fundación para Niños de las Naciones Unidas encontró que entre 1991 y 1998 , el periodo del bloqueo a Irak, hubieron 500 mil muertes en “exceso” de niños bajo los cinco años de edad. En “exceso” significa que, debido al bloqueo, ellos no tuvieron acceso a vacunas ni medicamentos que podrían haberles salvado la vida.
El terror en contra de los musulmanes es bueno. El terror en contra del mundo libre es malo. El occidente no puede tener este doble estándar. No puede apoyar a Arabia Saudita, Qatar y Turquía, que financian o facilitan el movimiento de ISIS , y, al mismo tiempo, decir que están combatiendo a ISIS.
La identidad algeriana de uno de los terroristas trae de vuelta la horrible herencia de la guerra colonial en Ageria. La actual muerte de 129 victimas inocentes es la peor atrocidad que haya ocurrido en Paris desde la segunda guerra mundial, según dicen los medios de información. Y, ciertamente, fue una atrocidad. Lo que no mencionan, sin embargo, es la masacre de Paris en 1961 que dejó hasta 200 argelinos muertos que participaban pacíficamente en una marcha ilegal en contra de la guerra colonial francesa. La mayoría fueron muertos por la policía francesa, otros torturados en el “Palais des Sports” y sus cuerpos lanzados al Sena. La policía admitió solo 40 muertos. Olvidando su historia colonial, Francia se imagina a si misma como la luz de la libertad y la fraternidad. Por supuesto, una guerra que ocurrió cinco décadas atrás no explica la masacre de Paris.
Pero es un contexto sin el cual cualquier explicación va a carecer de sentido. La destrucción del régimen de Siria, por largo tiempo, ha sido un objetivo del gobierno francés. Cuando las tropas del ejercito sirio perdieron Palmira en mayo después de luchar en contra de ISIS, EEUU y Francia podrían haber destruido los convoyes desde el aire con sus bombarderos. Tenían la capacidad y el poder para hacerlo. El deseo de derrotar a Assad, sin embargo, fue más importante que detener a ISIS. Ahora el gobierno francés dice que atacaron a la capital de Raqqa 20 veces. Revancha por el asesinato de los ciudadanos parisienses… ¿por que no lo hicieron antes?
ISIS es un movimiento fanático, creyentes en busca del martirio, ejecutantes e instrumentos de la voluntad de Dios. Desafían a los invasores imperialistas y al mismo tiempo replantean la prioridad de la autoridad religiosa en contra del secularismo en el gobierno de las naciones. Lo que ellos quieren es lo opuesto a una política progresista. No se pueden tomar sus amenazas a la ligera. Sus códigos ultra reaccionarios los imponen por la fuerza con un extremismo sádico que no puede tener cabida en ningún proyecto de justicia social.
EEUU, Francia e Inglaterra discuten en el G20 quien va a presidir el cambio de régimen en Siria y que figura decorativa lo va a reemplazar. Putin, por otro lado, encabeza el “eje de la resistencia” abriéndose camino a bombazos para ocupar un lugar en la mesa de discusiones de la que había sido excluido. La rivalidad no ha desaparecido, pero eso, por ahora, pareciera no ser obstáculo para llegar a algún tipo de arreglo… ¿Qué será? ¿”Cambio de régimen” o “sobrevivencia de régimen” en Siria? Después de todo lo visto uno podría preguntarse… ¿serán capaces de traer algo mas que caos y barbarismo? Bombardear ISIS, dispersarlo y arreglar el estado de seguridad en Damasco… ¿no es fortalecer las condiciones subyacentes que aumentan el terror, los refugiados, la guerra y la muerte?
Además de la nueva repartición de Siria que los poderes del mundo están negociando, también están discutiendo cómo controlar el caos en esta parte del mundo, parte que ha sido el lugar de encuentro de las fuerzas imperialista en competencia por controlar la región por mas de una centuria. Una región en la que ellos creen tener el derecho a decidir su destino. Y mientras crean tener ese derecho… ¿Cómo la región podría recuperar su autonomía? La sabiduría en las relaciones internacionales raramente ha sido el fuerte del Occidente… no hay muchos indicios de que esta vez va a ser diferente. Al parecer, esta es una trampa sin salida, a lo menos, por ahora.
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