Perú: la lucha por el agua y la vida

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Toda inversión en una región, sobre todo de explotación de recursos naturales, debe partir por hacer un estudio del ecosistema social y económico con el fin de conocer a los actores locales, sus criterios, sus problemas y sus formas de pensar. La primera prioridad por lo tanto es determinar el posible impacto que tiene una inversión, por ejemplo minera o de cultivos comerciales o de trasvase de aguas o de generación de hidroenergía, sobre la población local.| AXEL C. DOUROJEANNI.*

 

Los emprendimientos ya existentes en la región deben permitir conocer los impactos que genera y las reacciones. Se debe determinar qué alternativas disponen para mejorar su calidad de vida en función de la inversión propuesta.
 

 

En zonas donde hay presencia de poblaciones muy pobres, sobre todo de campesinos y población ancestral, el tema de estudios de impactos trasciende los estudios usuales. El tema de la pobreza es lo más importante y más complejo aun si hay ya varias emprendimientos que no han llevado mejoría notable a la población.

 

Son aspectos muchas veces de responsabilidad del Estado (nivel nacional, regional y de municipios) que no han sabido asistir al desarrollo local pero que repercuten en la inversión minera. Además las tradiciones locales, la presencia de lagunas con connotación cultural (lagunas sagradas como las Huaringas por ejemplo) o de tradiciones son aspectos que no debe dejarse de lado en los estudios de EIA.
 

 

En segundo lugar debe determinarse su efecto a nivel nacional en materia de ingresos al país (y no a la inversa). Hecho eso la empresa deberá calcular la ventaja o desventaja de sus inversiones y calcular sus rentabilidades hasta llegar a un acuerdo aceptable para todos.
 

 

En forma paralela se debe estudiar el efecto acumulado de las intervenciones en el medio ambiente y las formas de compensación empleadas hasta ahora, si las hay, para poder mitigar los efectos en el ambiente y sus éxitos relativos.

 

Esto implica estudiar el efecto de todas las intervenciones en el medio y no solo los de la minería formal o informal. Lo ideal es conocer el efecto de una intervención en la cuenca o cuencas sobre las cuales dichas intervenciones ejercen efecto. Un nuevo emprendimiento agrega efectos y por lo tanto deberá compensar los propios y ajenos debido al efecto acumulado. Los estudios, más que de impacto ambiental, deben ser estudios de compensación de impactos ambientales puntuales y acumulados en la o las cuencas.
 

 

Debe recordarse que toda intervención en el medio ambiente causa efectos, sea esta formal o informal, a corto o largo plazo, efectuadas por el Estado o transnacionales o por empresas o simplemente por habitantes del lugar…. Por ello lo que como sociedad nos debe preocupar es tener la posibilidad de controlar u compensar por todo los impactos generados y no solo por la gran empresa minera (da lo mismo para el ambiente si es afectado por una transnacional que por mineros informales).

 

En todos los casos debemos poder gestionar las intervenciones en el medio intervenido conociendo como funciona y de que manera se puede alterar sin perder las bases de sustentabilidad.
 

 

Los estudios de impacto ambiental tienen hoy una enorme trascendencia para lograr poner en marcha un proyecto pero en general no cuestionan lo más básico:
–¿cuál es el límite que debemos poner a las intervenciones, el límite del no retorno… de pérdida irreversible de biodiversidad?
–¿Quien fija dicho límite y como puede obligarlo a que se cumpla?
–¿Cuánto podemos mover ese límite conociendo mejor el medio a ser intervenido y nuestra capacidad de compensar los efectos no deseados?
–¿Cuál es el efecto acumulado de las intervenciones?
 

 

En general los estudios de impacto ambiental no  están enmarcados en estudios del efecto acumulado de las intervenciones en una cuenca, sean mineros u otros. Como se carece de  investigaciones de largo plazo que permitan ubicar una nueva intervención dentro del contexto de una cuenca y sus habitantes, los estudios efectuados en un plazo corto, por ejemplo de un año, no son suficientes aun cuando se inviertan millones de dólares para hacerlo.

 

Tan importante es el estudio socio-económico como el ambiental. El estudio ambiental debe velar sobre todo por conservar la base de la biodiversidad. El  desarrollo  sustentable y sostenido se “sustenta”  sobre la base de preservar los mecanismos de substitución de especies a perpetuidad vía su reproducción y por ello es necesario conservar las bases genéticas. Los seres humanos hemos alterado siempre el medio ambiente, lo que no debemos hacer es perder la base genética.
 

 

Los aspectos socio económicos deben estudiar no solo la pobreza con todo lo que ello conlleva sino las razones de que exista dicha pobreza. Sobre todo en casos como el de zonas con presencia minera debe determinarse por qué a pesar de haberse generado riqueza no existe un mejoramiento  paralelo en las condiciones de calidad de vida de la población local. La relación centro-región y toda la burocracia asociada debe ser revisada a fondo.
 

 

Mourik Bueno de Mezquita por ejemplo señala:  ..El paradigma presente en muchos discursos de la gestión integrada de los recursos naturales, en particular del agua, implica efectivamente una gestión articulada del territorio, sus ocupaciones e intervenciones humanas de gran diversidad y con diferentes orígenes de construcción socio-económico y cultural: doy énfasis en lo cultural, porque se trata de culturas con grandes diferencias e influencias; una cultura estatal y de gestión publica (aún muy distante de las poblaciones en el Perú), una cultura de gestión social diferenciado a lo largo de una cuenca (con dificultades de conectarse y conocerse), y una cultura de gestión empresarial extractiva de los recursos naturales y de optimización de la rentabilidad de la explotación y del capital invertida por accionistas y fondos internacionales que no tienen y sienten nada con el territorio que explotan, pero que generan transformación profundas del territorio (inclusive mucho mas allá de las concesiones).
 

 

Los EIA con errores o afirmaciones sin fundamento u ocultando información agravan la situación a extremos cuasi sin retorno cuando las partes pierden credibilidad[2]]. Uno de los aspectos más sensibles por cierto es la posible afectación del agua y los sistemas hídricos naturales asociados al agua (paisajes, ecosistemas, humedales, lagunas, glaciares, cursos de agua, manantiales o afloramientos de agua subterránea y cuenca en general donde se asienta el proyecto o de la cual obtiene y hacia donde devuelve agua).

 

Esto es particularmente relevante cuando la población de la cuenca o cuencas donde se ubica el proyecto siente que el agua de la cual dependen se ve amenazada en cantidad y calidad por el emprendimiento o peor si afecta además valores culturales de la población.
 

 

La intervención masiva de un proyecto minero, sobre todo si es a cielo o tajo abierto, deja profundas cicatrices sobre el territorio que son difíciles de remediar. No es necesariamente que disminuya el volumen de agua ya que eso lo pueden remediar con obras hidráulicas de regulación y hasta aumentar la dotación pero lo que se altera es todo el sistema natural de regulación y depuración del agua y sus ecosistemas así como la relación establecida entre el hombre y su naturaleza, sus manantiales, curso de agua y paisajes.
 

 

No están errados cuando se señala que las intervenciones de de mayor impacto son las que se hacen en las cumbres divisorias de agua (mountain top mining[3][2]) si están zonas retienen agua sea en forma de glaciares y nieve sea en forma de lagunas y bofedales o ambos. La afectación puede ser en forma directa y o indirecta por ejemplo cuando se extrae agua de bofedales (humedales) o lagunas o cuando se extrae mineral directamente sobre los sitios de lagunas o humedales o cuando se contaminan dichos sitios. Una intervención masiva en mesetas puede desviar curso de agua y trasvasar agua de una cuenca a otra.[4][3]
 

 

Debe ser admitido por lo tanto  que toda intervención humana en gran escala sobre el territorio implica que se deberá re-crear o volver a crear lo que la naturaleza tenía ya establecido y funcional una vez terminada la explotación. Para ello hay que guardar el banco madre de los ecosistemas.  

 

Y eso no es tarea a ser improvisada y en ello radica el desafío, tan igual como lo es recuperar  un río contaminado al punto de haber extinguido  las especies que lo pueblan (como lo hacemos con el río Rímac y muchos otros ríos del país o cuando desaparecemos un valle fértil bajo el cemento de una ciudad…) ¡La minería no es lo único que afecta el ambiente! Tampoco no es menos pernicioso la minería informal que la formal, el cultivo de coca y la introducción de químicos que un oleoducto perdiendo petróleo en la Amazonía… Todo afecta.
 

 

Un tema importante a ser considerado en los EIA es el efecto acumulado de las intervenciones con el consiguiente impacto ya existente en el ambiente y la población que haya sido afectada o está siendo afectada.

 

Esto es muy relevante y una de las mayores causas de fracaso aun cuando no sea directamente de responsabilidad del nuevo emprendimiento. Pasivos ambientales ya existentes generan severos anticuerpos a la nueva iniciativa aun cuando esta planee aplicar las técnicas más avanzadas para evitarlos. La carencia de agua debido a que ya existen más demandas que oferta es otro de los causales de rechazo a nuevos emprendimientos, aun cuando, como en el caso de Chile, el mercado de agua le permita adquirir legalmente derechos, inclusive no usados previamente y hasta sobreexplotar “legalmente” los acuíferos. Esto va mucho mas allá de derechos otorgados por leyes y funcionarios públicos sobre la naturaleza.
 

 

Los estudios de impacto ambiental de los efectos potenciales de emprendimientos mineros deberían más propiamente denominarse estudios y diseño de estrategias de compensación ambiental de los I.A. para poder incluir todos estos aspectos y presentar opciones de solución en forma detallada. Esto no significa que todas las alteraciones ambientales pueden mitigarse así que hay zonas que son únicas y que deben preservarse, sobre todo para conservar la biodiversidad.
 

 

Siendo la cuenca el territorio que se ha seleccionado por su vinculación al agua (aun cuando las aguas subterráneas pueden tener otros límites) es importante determinar el efecto de una intervención minera y de todo tipo de intervenciones, incluyendo caminos a todo lo largo de la cuenca o cuencas impactadas (eso incluye hasta el efecto de construcción o ampliación de caminos hasta las faenas además del efecto en cantidad y calidad del agua, inclusive si usa agua salada o desalinizada).

 

Las compensaciones ambientales, por otro lado, deben extenderse a compensaciones sociales si afectan poblaciones. Las compensaciones pueden ser de carácter directo o indirecto.
 

 

Dado que no se puede renunciar a la minería (todos usamos productos que viene de la minería) se debe ser cauto y realmente disponer de normas de ordenamiento y de estudios de compensación social y ambiental  capaz de orientar los estudios y el diseño de estrategias para compensar por el efecto de las intervenciones tanto al ambiente como a la población[5][4].
 

 

No hay varitas mágicas que permitan la minería sin alterar el medio, eso es imposible. Por ello hay que tener claro cómo las inversiones pueden, primero, mejorar la calidad de vida d de la ´población local y, segundo, conocer los ecosistemas y como funciona el sistema natural de captación de agua y drenaje en las zonas a ser intervenidas …para hacer todo lo imposible para qu las poblaciones locales sean beneficiadas por un lado y que al cerrar las faenas el sistema natural de drenaje y regulación sea reconstituido lo más cerca posible de cómo era o hasta mejor si en ese proceso por ejemplo se regula mejor la disponibilidad de agua.
 

 

Para facilitar y orientar todas estas acciones es necesario disponer de organizaciones de gestión de agua por cuencas. La ley de aguas lamentablemente no aclara que un Consejo de Recursos Hídricos por cuencas (que es el órgano de la organización, algo así como un directorio) no puede hacer prácticamente nada si no dispone de un organismo técnico o equipo técnico permanente de apoyo (Secretaría Ejecutiva, Agencia de Cuenca u otra denominación).

 

Lo que se conoce como CEPAL, con sede en Santiago de Chile (Comisión Económica para América Latina y El Caribe), en la realidad no es la Comisión, sino la secretaría ejecutiva de la Comisión.  La comisión como tal solo se reúne solo una vez cada dos años. Sin la secretaría ejecutiva los miembros de la comisión no tendrían material elaborado sobre que decidir..

E

 

n el Perú, y en varias países de América Latina, hay  consejos creados pero ¿Y ahora que van a hacer? 

 

Si no se les asignan un equipo de apoyo… los miembros de los consejos (en el Perú ad honorem y solo consultivos) van a renunciar. Los equipos de apoyo deben tener personal estable, personería jurídica, financiamiento garantizado por alguna fórmula etc… Así si se puede conocer, monitorear y orientar las intervenciones en una cuenca y deberían ser los encargados del validar los EIA. De hecho la gestión de intereses contrapuestos de muchos actores que intervienen sobre un sistema compartido es la base de la llamada gestión integrada del agua y las cuencas.
 

 

El arte de las organizaciones de gestión por cuencas es orientar como intervenir el medio generando compensaciones y beneficios, primero a la sociedad local y al medio ambiente y, luego, al país como un todo.  

 

Si no podemos hacerlo entonces renunciemos a intervenir. Los andenes en el Perú son medidas de compensación por la intervención sobre las laderas: eso es lo que debemos entender y aprender a hacer.

Sobre la debilidad de la información

 

Un tema que salió a relucir en el debate del Acuerdo Nacional fue el vacío que tenemos en materia de información sobre la situación del agua en el Perú, información necesaria para la toma de decisiones.

 

Desde hace años seguimos repitiendo balances efectuados desde la época de la ONERN, más el resultado de algunos estudios realizados hasta fines del 70.

 

También hay estudios mas recientes, pero muy dispersos y poco se sabe donde se encuentran.

 

Desde esas fechas la disponibilidad de recursos y expertos fue reduciéndose y los estudios no se encuentran disponibles ordenadamente por cuencas .

 

Las pequeñas cuencas alto andinas evidentemente no tuvieron estudios sobre todo sobre acuíferos, en zonas altas.Cuando se habla de cuencas de cabecera siempre nos imaginamos una zona de lagunas o glaciares —como la zona de Yanacocha y Conga pero ello no es uniforme en el país.

 

Sobre el acceso a la información

 

Uno de los temas urgentes es estudiar los recursos hídricos cuenca por cuenca y establecer lo que en Francia se conoce como los Observatorios de Cuenca (observatoire de bassin versant; ver (ejemplo).

 

En esos sitios web se acopia toda la información de cada cuenca (ver observatorios de cuenca: www.observatoriocuencas.cl, que se estuvo empezando a establecer para la cuenca del rio Copiapó) .
——
* Ex profesor principal de la Universidad Nacional Agraria La Molina, ex Director General de Aguas del Perú, ex director de la División de Recursos Naturales, Energía e Infraestructura de la CEPAL, actual consultor internacional en la Fundación Chile en materia de recursos hídricos (Gerencia de Agua y Medio Ambiente, Eco minería).

 

Notas
[2][1][2][1][2][1] Alejandro Rossi Valls (jurista, especialista en derecho ambiental, asesor técnico principal del proyecto ATEREA), Carlos Angelaccio (ingeniero, especialista ambienta, consultor externo), Roberto Morales Juárez (ecólogo, consultor externo), revisores.
Revisión ad hoc del estudio de impacto ambiental, proyecto Tía Maria, informe de observaciones y requerimiento de información complementaria. UNOPS Y PNUMA, asistencia técnica especializada para la revisión de los estudios ambientales del Ministerio de Energía y Minas del Perú, proyecto ATEREA, Lima, Marzo 2011.
El silencioso escándalo de la UNOPS, el ministro y Tía María, En medio de un escenario de conflictos sociales y decenas de estudios ambientales defectuosos y congelados en el Ministerio de Energía y Minas, Lima, Marzo 2011 Ver
aquí
[3][2] Mountaintop Mining Consequences, M. A. Palmer, E. S. Bernhardt, W. H. Schlesinger, K. N. Eshleman, E. Foufoula-Georgiou, M. S. Hendryx, A. D. Lemly, G. E. Likens, O. L. Loucks, M. E. Power, P. S. White,1 P. R. Wilcock, www.sciencemag.org SCIENCE VOL 327 8 JANUARY 2010. Natasha Gilbert, Mountaintop mining plans close to defeat , Environmental review details ‘unacceptable’ impacts. for more on mountaintop mining see: go.nature.com/9qlr6u
[4][3] La República, Perú. Proyecto Conga, Perú: el ministro del Ambiente entregó al premier un informe que pone objeciones al proyecto minero Conga, El documento de once páginas señala que en el polémico caso del agua y la utilización de cuatro lagunas “el proyecto Conga transformará de manera significativa e irreversible la cabecera de cuenca, desapareciendo varios ecosistemas y fragmentando los restantes, de tal manera que los procesos, funciones, interacciones y servicios ambientales serán afectados de manera irreversible”. Ver
[5][4] Guía Para Evaluar EIAs de Proyectos Mineros, Alianza Mundial de Derecho Ambiental (ELAW), Eugene OR 97403, © 2010 por la Alianza Mundial de Derecho Ambiental, Derechos Reservados1era Edición, Julio del 2010, 

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