Prensa, Chile. – DESPIDOS E INTRUSIONES

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

EL MERCURIO COMPRA Y DESPIDE

Ernesto Carmona*

Según un documento de los sindicatos, existe una “creciente e incontrolable ola de despidos, y amenaza permanente de cesación de empleo que desde hace un tiempo a esta parte, han debido sufrir sus trabajadores, los sindicatos número 1 y 2 de Trabajadores y Periodistas de El Mercurio de Valparaíso”.

Los periodistas manifiestan entender que “una situación financiera compleja, se debe acometer con un plan de emergencia para sobrellevar estos problemas”, pero “rechazan categóricamente que el único mecanismo factible para terminar con los problemas sea a través del despido masivo de personal, sobre todo porque las indemnizaciones implican un desembolso económico no contemplado”.

Incumplimiento de obligaciones contractuales

Aseguran: “a los trabajadores despedidos, al pagárseles sus indemnizaciones, se les niegan los dineros extras pactados en las negociaciones colectivas y, entre otras anomalías, tampoco se les reconocen los años de servicio cumplidos en la empresa El Mercurio de Valparaíso S.A.P.”

Además, el diario engaña a los trabajadores sobre su real situación financiera. “Lamentamos también que haya un doble estándar en las escasas informaciones que se entregan sobre la situación financiera de la empresa, por cuanto se insiste en dar a conocer un estado de crisis que no es tal”, denunciaron los sindicatos.

Añadieron que “una vez más, el recurso humano no es tomado en cuenta para estas políticas de ajuste y se opta por abaratar los costos con la menor cantidad de obra de mano disponible, con los riesgos que ello conlleva en la calidad de los productos y servicios prestados por El Mercurio de Valparaíso”.

El Mercurio de Santiago publicó una información breve, perdida al lado del obituario, bajo el título genérico “Protesta en diario de Valparaíso”, reseñando el mitin y entregando, además, la versión de la gerencia general de la empresa, que “informó haber conversado desde el año pasado con ambos sindicatos respecto de la incorporación de nuevos sistemas tecnológicos, productivos, editoriales, comerciales y administrativos”.

La pobreza sale de compras

El imperio mediático de Agustín Edwards posee ahora 23 periódicos, pero ello no significa menos precarización del trabajo. El primer efecto de una nueva expansión del imperio mediático de Agustín Edwards es la amenaza de desempleo para los periodistas mayores de 50 años de El Sur y el vespertino Crónica, ambos de Concepción. Desde que El Mercurio compró –el 30 de junio– el 50% de la empresa Diario El Sur S.A., que publica también Crónica, la nueva administración cerró la corresponsalía en Santiago y despidió a cuatro periodistas de planta, más una media docena de colaboradores permanentes.

El Mercurio crece, mientras desaparecen diarios como Siete, un periódico de orientación progresista que nunca recibió publicidad del Estado. Según el estudio Inversión publicitaria de las instituciones gubernamentales y empresas públicas – Su importancia y Distribución, realizado en mayo 2006 por el Observatorio de Medios FUCATEL para los años 2004 y 2005, el periódico de Agustín Edwards percibe el 48% del gasto en publicidad del sector público, en la práctica un subsidio del Estado.

En cuanto El Mercurio se hizo de El Sur y Crónica, a través de su subsidiaria Sociedad Periodística Araucanía S.A., que opera los diarios regionales del sur, comenzó a concretar “el despido de cincuentones” en Concepción con la salida de Francisco Gatica, de internacional, y de Daniel Padilla, de política, mientras procura comprar el fuero del dirigente sindical Carlos Alarcón. Los trabajadores del diario viven un clima de incertidumbre, se temen otros despidos, no sólo por edad.

El 30 de junio fueron designados los nuevos directores de El Sur y Crónica, Ernesto Montalba Rencoret y Felipe Saavedra Arellano, ambos provenientes de El Llanquihue de Puerto Montt, donde fungían como director y jefe de informaciones, respectivamente. El anterior director del diario de 123 años, de las familias Lamas, Maira y Paul, era dirigido por Aurelio Maira Lamas, a la vez presidente de la empresa, quien permanecerá en el directorio, que ahora preside Julio Manuschevich Weinstein.

Control prensa escrita

El Sur y Crónica de Concepción forman parte ahora de la cadena de 20 diarios regionales que incluye a La Estrella de Arica, La Estrella de Iquique, El Mercurio de Antofagasta, El Mercurio de Calama, La Estrella del Norte, La Estrella del Loa, La Prensa de Tocopilla, El Diario de Atacama, El Mercurio de Valparaíso, La Estrella de Valparaíso, El Líder de San Antonio, El Renacer de Arauco, El Diario Austral de Temuco, El Renacer de Angol, El Diario Austral de Valdivia, El Diario Austral de Osorno, El Llanquihue de Puerto Montt y La Estrella de Chiloé.

Todos estos medios regionales se suman a los dos diarios de circulación nacional que se imprimen en la capital, El Mercurio y Las Últimas Noticias, más el vespertino La Segunda, que aparece en Santiago y también circula al día siguiente en las cabeceras de las 15 regiones en que se divide el territorio.

Los 23 periódicos pronto podrían aumentar a 24. El diario La Prensa Austral de Punta Arenas, fundado en 1941 como continuador de La Verdad (1938-1941), aparece como «diario asociado» en la propaganda corporativa de El Mercurio. De todos los periódicos regionales, el único que no ha caído bajo el control de Agustín Edwards es El Día de La Serena, fundado en 1944, de Antonio Puga y Cía. Ltda.

La familia radial y la TV en dulce espera

La cadena Radio Digital FM es el otro pie del imperio mediático Edwards. La red opera 34 frecuencias a lo largo del país, entre Arica y Punta Arenas, incluyendo las ciudades intermedias de Iquique, Calama, Antofagasta, Copiapó, La Serena-Coquimbo, Pichidangui-Los Vilos, La Ligua, San Felipe-Los Andes, Gran Valparaíso, San Antonio-Litoral Central, Casablanca, Melipilla-Pomaire, San José de Maipú, Rapel, Rancagua, San Fernando, Curicó, Talca, Linares-Longaví, Chillán-San Carlos, Bulnes, Cabrero, Concepción, Talcahuano, Tomé, Los Angeles, Temuco, Villarrica-Pucón, Valdivia, Osorno, Puerto Montt-Puerto Varas y Coyhaique.

Para una fecha próxima se anuncia la señal de la emisora número 35, que cubrirá Chiloé Castro.

El próximo paso será un canal de televisión de alcance nacional, probablemente una vez que el Estado de luz verde a la televisión digital, donde la banda de cualquier estación abierta como las actuales podrá ofrecer cinco señales en resolución de 525 líneas. El mundo empresarial informático ya inició el lobby para  influir en la regulación legislativa del nuevo negocio que traerá consigo el inminente cambio tecnológico.

Los periodistas de la cadena despachan para la red de emisoras por el mismo salario, con la rara excepción de un modesto bono equivalente a unos 20 dólares mensuales adicionales. A El Mercurio no le interesa que El Sur tenga su propia corresponsalía en Santiago, sino que recoja el flujo informativo de la matriz, como cualquier otro diario regional de la cadena.

El nuevo perfil de El Sur fortalecerá la información regional y local, para no duplicar un editor de noticias nacionales en Santiago y otro en la capital penquista, además que tampoco le interesa competir consigo mismo: Al fin de cuentas, El Mercurio de Santiago ofrece cotidianamente su agenda política e informativa a todo el país.

Favoritismo estatal

Además del subsidio indirecto del gasto público en avisaje, El Mercurio ha sido favorecido con fondos concursables creados para estimular a la prensa regional independiente por la ley 19.733 «Sobre libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo», comúnmente llamada Ley de Prensa.

Por ejemplo, el “diario regional independiente” El Mercurio de Antofagasta ha ganado estos concursos de fondos públicos. En contraste, los medios impresos independientes libran una lucha de años por una distribución menos desigual del gasto en avisos del Estado, por lo menos en el espíritu de la Ley de Prensa, pero hasta ahora sin resultados.

fotoEl favoritismo estatal y gubernamental, sin embargo, no impide que El Mercurio realice campañas grandilocuentes contra los gobiernos que le han tendido la mano en los últimos 16 años, últimamente mediante encuestas de dudosa seriedad y la amplificación informativa del delito, que desciende estadísticamente pero aumenta en la caja de resonancia mediática. Así como en los años 60 emergió el slogan “¡El Mercurio miente!” hoy podría añadirse “…Y muerde la mano que lo alimenta”.

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* Periodista y escritor.

UN EDWARDS QUE VENDE CRUCES: MAFIAS EN ACCIÓN

Con unas patas impresionantes jerarca del diario que vendió Chile a la CIA reclama en Venezuela contra el Presidente Chávez en nombre de la libertad de expresión.

Luis Eduardo Silva de Balboa

Una comisión de la SIP (Sociedad Interamericana de la Prensa) se ha apersonado ante el gobierno del Presidente Hugo Chávez de Venezuela para reclamarle falta de respeto a la libertad de prensa y la utilización de resquicios legales para acallar a un diario del interior de ese país, cuyo edificio fue expropiado para beneficio de la comunidad en la ampliación de un área verde adjunta a una plaza.

Todo esto resulta muy comprensible, salvo que entre los integrantes de la comisión figura Felipe Edwards, subdirector de El Mercurio de Chile, diario que a comienzos de la década de los setentas se confabuló con la siniestra CIA para derrocar al presidente Salvador Allende y posteriormente servir a la dictadura con la más brutal distorsión de la realidad nacional y de los derechos humanos. Todo ello concluyó con la condonación de una mayúscula deuda de la Empresa Periodística El Mercurio con el Banco del Estado, sin explicación al país hasta estos días por ese regalo.

¿Qué autoridad moral tiene un Edwards para pedirle cuentas a un gobernante democrático venezolano acerca de una libertad que él mismo atropelló groseramente en Chile? Este Edwards, que pendula entre viñatero y empleado de su padre, se presenta sin pudor a exigir lo que nunca han sido capaz de dar, respeto a la pluralidad y a las libertades.

Preferible sería que aprovechara el viaje para vender vino, lo que le ayudaría para aristocratizar su apellido de inmigrante y que sólo pertenece al mundo del dinero, sin merced ni aquí ni allá.

Una palpable demostración de la inconsistencia absoluta en estos valores, tiene que ver con la permanente censura que es aplicada a la discrepancia en el blog de ese diario, donde solamente se publican lo que les resulta coincidente con los valores, perdón, intereses de El Mercurio.

El presidente Hugo Chávez, ciertamente con más moral que “El Mercurio”, puede estar muy tranquilo, ya que sus denunciantes tienen mucha ropa sucia que lavar; por suerte ni siquiera fueron recibidos por autoridad alguna de ese país.

fotoLamento que la SIP donde dimos valiosas luchas en pro de la verdadera libertad de prensa tanto con mi amiga Violeta Chamorro, como con otros en la década de los setenta, cuando Edwards justificaba el arresto del director de Revista Cauce, Gonzalo Figueroa Yánez, por la publicación de una nota mía enviada desde Washington sobre el crimen de Orlando Letelier, se preste a un “salto de tenca“ que sólo la desprestigia.

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* Periodista

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