¿Que es la familia?
La salud psíquica, la paz y concordia de la humanidad, no dependen de los avances tecnológicos e innovaciones que vivimos, sino más bien de lo que ocurre en la sala de estar, en el comedor, la cocina, el dormitorio o el jardín de millones de hogares comunes y corrientes en todas partes del mundo; es decir de lo que se aderece en las familias, desde la infancia hasta la vejez de sus integrantes.
Sería difícil enumerar las instituciones que más influyen en determinar la forma de vivir de una sociedad. Pero sin ninguna duda la primera es el hogar. Todas las demás, la escuela, el sistema económico, el gobierno, incluso la Iglesia, tienen su base en la fortaleza y virtudes enraizadas en la casa.
Familia es el conjunto de personas unidas por vínculos de sangre, y en ella se incluyen a los padres, descendientes y ascendientes. De acuerdo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. No hay un consenso sobre la definición de la familia. Jurídicamente está determinada por algunas leyes, y esta opinión suele darse en función de lo que cada legislación establece como matrimonio.
El término familia procede del latín familia, “grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe de la gens”, a su vez derivado de famulus, “siervo esclavo”. El vocablo abrió su campo semántico para incluir también a la esposa e hijos del pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que acabo remplazando a gens.
Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un parentesco reconocido socialmente, como el matrimonio –que, en algunas sociedades, solo permite la unión entre dos personas mientras que en otras, es posible la poligamia-, y relación de consanguinidad, como la filiación entre progenitores e hijos o los vínculos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre.
Se considera que la familia nuclear derivada del matrimonio heterosexual es la familia básica. Sin embargo las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales, económicos y afectivos. Como cualquier institución social, tiende a adaptarse al contexto de una sociedad.
Esto explica, por ejemplo, el alto número de grupos extensos en las sociedades tradicionales, el aumento de familias monoparentales en las colectividades industrializadas y el reconocimiento legal de las familias homoparentales en aquellas comunidades cuya legislación ha reconocido el matrimonio homosexual, estas unidades familiares aparecieron en Occidente en las décadas de 1960 y 1970. En los años 1990 se comenzaron a promulgar leyes en diferentes países que ofrecen protección a estas familias y han legalizado su estatus al reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Origen
El antropólogo, filósofo y etnólogo, franco-belga, Claude Lévi-Strauss,-1908-2009-, uno de los intelectuales más influyentes del Siglo XX, que dedicó su vida al estudio de la familia, señala: “la familia tiene su origen en el establecimiento de una alianza entre dos o más grupos de descendencia a través del enlace matrimonial entre dos de sus miembros. Está constituida por los parientes, es decir, aquellas personas que por cuestiones de consanguinidad, afinidad, adopción u otras razones diversas, hayan sido acogidas como integrantes de esa colectividad, formadas por unos pocos individuos que suelen compartir la misma residencia”.
“Las investigaciones históricas –explica- muestran que la estructura familiar ha sufrido pocos cambios a causa de la emigración a las ciudades y de la industrialización. El núcleo hogareño era la unidad más común en la época preindustrial y aún sigue siendo la unidad básica de organización social en la mayor parte de las sociedades industrializadas modernas. Sin embargo, la familia actual integrada ha variado, con respecto a su forma más tradicional, en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padres”.
“Las familias suelen estar constituidas por unos pocos miembros que suelen compartir la misma residencia. Dependiendo de la naturaleza de las relaciones de parentescos entre sus miembros, puede ser catalogada como una familia nuclear, formada por la madre, el padre y su descendencia, o familia extensa, constituida por parientes cuyas relaciones no son únicamente entre padres e hijos, que puede incluir, abuelos, tíos, primos y otros consanguíneos”.
El Instituto de Política Familiar, (IPF) señala en su informe de 2006, “Evolución de la familia en Europa” que “La crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas han hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para el amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas como el paro, las enfermedades, la vivienda, las drogodependencias o la marginalidad. La familia es considerada hoy como el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad, siendo mucho más que una unidad jurídica, social y económica. La familia es, ante todo, una comunidad de amor y de solidaridad”.
Otros investigadores contemporáneos sostienen que el esquema de familia predominante en las sociedades industrializadas tiene también una base utilitaria, al permitir la transmisión de capitales económicos, simbólicos y sociales. La etnóloga francesa Martine Segalen, -1940-2021-, en su trabajo “Detrás de la palabra “familia”, sostiene: “Lo que distingue a nuestras sociedades industrializadas de las sociedades exóticas es el hecho de que nuestros grupos sociales se reclutan menos sobre la base del parentesco que sobre las clases de edad, la clase social, la afinidad amical, el lugar de trabajo, el ejercicio del ocio, etc.”.
Segalen, afirma que el grupo doméstico antiguo, del cual no existe un único tipo sino varios, “es tan inestable como la célula conyugal contemporánea”. Y que en este sentido, “nuestra sociedad no ha inventado ni la movilidad geográfica ni la inestabilidad de los matrimonios sometidos”. Para esta analista la estructura familiar predominante en las sociedades industriales es una figura “efímera” y “transitoria” entre los modelos clásicos y los que están apareciendo actualmente.
Una hipótesis similar había sido realizada por Federico Engels, -1820-1895- filosofo, economista y político alemán, en su trabajo “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”, sostuvo que, lo que la sociedad llama “civilización” es un proceso centrado en la organización de las familias, la que evolucionó desde los primitivos gens hasta la forma moderna como manera de acumular riquezas, pero no por parte de la sociedad sino en forma individual. En su concepto, el fenómeno obedece a la lucha de clases, genera injusticias y es insostenible.
-“La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, -señala Engels-, como el término de una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los propios elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la razón y la ciencia. Será un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas gens, pero bajo una forma superior”.
Otras funciones que antes desempeñaban la familia, tales como el trabajo, la educación, la formación religiosa, las actividades de recreo y la socialización de los hijos, en la familia occidental moderna son realizadas, en gran parte, por instituciones especializadas.
El trabajo se realiza normalmente fuera del grupo familiar y sus miembros suelen laborar en ocupaciones diferentes lejos del hogar; la enseñanza, por lo general, la proporcionan el Estado o grupos privados. Finalmente, la familia todavía es la responsable de la socialización de los hijos, aunque en esta actividad los amigos y los medios de comunicación han asumido un papel muy importante.
Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual del rol de la mujer. En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar o reingresar después de haber tenido hijos en el mercado laboral en cualquier etapa de la vida familiar, por lo que se enfrenta a unas expectativas mayores de satisfacción personal respecto de hacerlo sólo a través del matrimonio y de la familia.
Los afectos y el amor son fundamentales para el equilibrio y la sensatez del ser humano y es en el seno del hogar donde se desarrollan y adquieren la dimensión necesaria para la plenitud humana. La fortaleza de la familia es fuente de energías emprendedoras.
Es natural que los padres busquen la forma de construir un patrimonio familiar, para asegurar la educación y el desarrollo profesional de los hijos y tener los recursos para cubrir las necesidades económicas de la senectud. De ahí que sea positivo facilitar el desarrollo de empresas familiares.
La unidad doméstica es fundamental para la estabilidad social, y esto depende de la generosidad de los progenitores. La dinastía estará unida si los cónyuges lo están, si se dan el uno al otro con magnanimidad demostrándolo en todas las ocasiones que se presenta la oportunidad. Una pareja bien avenida es un foco de atracción, irradia luz y calor, hay un ambiente donde la gente se encuentra bien y contribuye a la afinidad de otras uniones; la familia es la “célula original de la vida social”, en que el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el de la vida.
La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad. Debe vivir de manera que sus miembros aprendan el cuidado y responsabilidad, respecto de los pequeños y mayores, de los enfermos o disminuidos. La importancia de la progenie para la existencia y el bienestar de la colectividad entrañan una responsabilidad particular de esta en el apoyo y fortalecimiento del vínculo y de la estirpe.
La autoridad, la estabilidad y la existencia de relación en el seno familiar constituyen los fundamentos de la autonomía, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la población. La descendencia es la comunidad en la que desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, se comienza a honrar a Dios y a comprender el bien de la libertad.
La familia es un taller de educación y de desarrollo integral de las personas; es un verdadero grupo doméstico donde se vive al Dios de la vida y del amor; donde los padres y los hijos, unidos bajo el techo de la unión, celebran su relación familiar diaria, se agradecen, se perdonan, se respetan mutuamente y se aceptan sin condición. Se dice que la familia, es sagrada.