Rolando Araya Monge / Costa Rica: estrategia para el cambio. La refundación: apuntes para un propuesta

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La sociedad costarricense vive –se diría– un proceso especial que va mucho más allá de la contabilidad –y  justificación– de los apoyos u oposiciones al gobierno de Arias; búsqueda, discusión, propuestas entrecruzan el escenario político y cultural permeando los sectores sociales, revitalizando el concepto ciudadanía. El documento que presentamos es parte de ese nervio en absoluto enervado y se publica para contribuir al intercambio y la polémica entre ciudadanos. No sólo de Costa Rica.

La Emergencia
La crisis mundial se expresa de muchas formas. El derrumbe financiero produce una emergencia en un mundo afectado por el final de los combustibles fósiles, la insuficiencia alimentaria y el cambio climático. La guerra, la criminalidad, la pobreza, la concentración de riqueza y el desconcierto político, muestran un trance muy difícil. El fundamentalismo de mercado, dogma básico del neoliberalismo, cae estrepitosamente y abre paso a una nueva encrucijada ideológica. 

Este panorama sorprende al país lleno de complicaciones. La incapacidad del sistema para decidir y resolver se convierte en el mayor problema. La crisis moral, la criminalidad, la débil economía, la amenaza alimentaria, la pobreza, la manipulación informativa y la desigualdad atizan confrontación. La corrupción causa ilegitimidad y, junto a la propuesta equivocada, generan conflicto. El resultado ha sido la anulación de la capacidad de decisión. En lugar de “empoderarnos” (facultarnos, habilitarnos, apoderarnos), la sociedad y el sistema político han caído en un círculo vicioso de cancelación mutua de poder, hasta generar impotencia política. El país necesita cambio.

Ante la incapacidad del actual orden político, muchos prefieren confiar en la Sala Constitucional y esta se convierte en el árbitro supremo de interminables conflictos, generando la judicialización de la política, la democracia y la administración pública. La ingobernabilidad, la parálisis y la astenia estatal son también resultados de esta cadena de desautorizaciones, estimuladas por la confrontación ideológica que generan.

Un solo diputado podría impedir cualquier reforma constitucional. El sistema no puede garantizar la tranquilidad de los ciudadanos y una ola de delincuencia somete a los poderes públicos y a la propia sociedad. Ni el Gobierno, ni la Asamblea Legislativa son representativos de la sociedad, la cual acaba cuestionando la misma institucionalidad.

El miedo y la desilusión se apoderan del espíritu colectivo. Una crisis moral sin precedentes afecta todos los órdenes del quehacer social. Se pierde la fe en la política, vista como sinónimo de corrupción. La imposición del TLC con Estados Unidos dividió más a la población. No obstante, las nuevas circunstancias mundiales y en los Estados Unidos anuncian cambios para replantear la negociación en otros términos.

Costa Rica está en una emergencia y eso convoca a los ciudadanos a evitar que el país caiga en un abismo. Una operación de todo el pueblo por el rescate nacional  evitará que el país se hunda por varias generaciones.

Referéndum para el Cambio

El actual orden político está incapacitado para encontrar una salida. Así, el proceso electoral del 2010 no puede ser solo un evento para sustituir a los actuales jerarcas, sino en un verdadero referéndum para el cambio, y aprobar el inicio de la refundación. Hemos conocido una democracia de partidos, ahora debemos prepararnos para reinventarla y construir una democracia de ciudadanos/as, como primer escenario para la expresión real del espíritu de la nación.

El nuevo orden promoverá una mayor despersonalización de la política y acabará con el soberbio presidencialismo que ha puesto a la democracia al servicio de dirigentes políticos y oligarquías. La concentración de poder y de riqueza se ubica en la base de los problemas actuales. Ha llegado el momento del cambio para distribuir poder, con más consulta popular, más participación y más democracia directa: “empoderamiento” individual y social.

Sólo con suficiente poder personal y social es posible vencer la pobreza, las lacras sociales y el desorden político. Nuestro lema será: más democracia para distribuir poder, mejor educación para crearlo. Los problemas se arreglan con un gobierno del pueblo, como el que disfruta el pueblo de Suiza.

La refundación.
La democracia de ciudadanos/as

Al emitir el voto en el 2010, el pueblo debe saber que vota por el cambio,  por una democracia de ciudadano(a)s, la cual implica varias acciones en el campo institucional:

– Asamblea Constituyente para una reforma general de la Constitución.
– Establecer un sistema parlamentario de mayor representación popular.
– Instaurar la revocatoria del mandato (jefe de Estado, diputados, magistrados, regidores y alcaldes).
– Que el ciudadano escoja al candidato de su preferencia aunque vote por papeleta.
– Establecer formas expeditas de consulta ciudadana en todos los ámbitos. Dar poder, potenciar, “empoderar” a la ciudadanía es la base de una nueva democracia política, social, económica y mediática.
– Instaurar un sistema de control ciudadano. Las decisiones de los Cabildos tendrán valor vinculante.
– La Jefatura de Estado saldrá del Parlamento y se podrá cambiar si pierde el respaldo de la mayoría. 
– Que se produzca una descentralización real, que la democracia brote en los cantones, con recursos suficientes para un traslado de competencias.
– Establecer un sistema movilizador de participación ciudadana.
– Establecer el sistema del Presupuesto Participativo, con el cual los ciudadanos puedan escoger entre varias opciones el destino de sus impuestos.
– Instaurar la posibilidad de escoger entre personas (no solo entre partidos) en las elecciones locales.
– Replantear las atribuciones de la Sala Constitucional.
– Una nueva legislación electoral para limitar el gasto de los partidos y el financiamiento de las campañas.
– Un nuevo sistema de contratación administrativa basado en la subasta inversa.
– Una reforma tributaria para una presencia digna del Estado.
– Que las instituciones descentralizadas se conviertan en empresas públicas, propiedad del Estado, con una administración autónoma y técnica.
– Una reforma general de la Administración Pública para establecer un modelo orgánico, interconectado, menos jerarquizado, usando las facilidades tecnológicas para lograr la mayor eficacia.
– La modernización urgente del sistema de seguridad social coherente con el cuidado de la salud visto como la más alta prioridad.
– Reforma del actual  sistema de seguridad pública.

(El desarrollo de una estrategia para atacar el crimen organizado y el aumento de la delincuencia es cuestión  de emergencia nacional. Se ha llegado a permitir que verdaderos delincuentes, reincidentes por múltiples veces, anden libres en las calles, mientras la ciudadanía vive aterrorizada. El deterioro social agrava la situación. Los policías temen actuar y los testigos no hablan por miedo a la red mafiosa que está a punto de establecer la ley y el orden.

Las organizaciones mafiosas se han convertido en “gobierno” de terror en muchas comunidades, como recaudadores, extorsionadores y secuestradores. Este problema debe ser afrontado como una amenaza a la nación costarricense. Urge la acción conjunta de una fuerte organización ciudadana y policial, con un enfoque civilista y técnico, para articular una estrategia de defensa nacional ante la inminente amenaza de los grandes carteles del crimen organizado).

La restauración ética
Ningún cambio en las estructuras políticas será exitoso sin otro en la conciencia de la sociedad. Debe producirse una verdadera catarsis social, una restauración ética, como un requisito ineludible para la transformación. El cambio no puede garantizarse si solo se realiza en el campo institucional.

Superar la crisis moral es una condición que antecede todo intento de reforma. En el fondo, la causa real de los problemas se encuentra en la cuestión ética. Costa Rica vive un trastorno moral: corrupción, criminalidad, violencia, evasión de impuestos, enriquecimiento ilícito, fraude,  abusos sexuales, alcoholismo y adicción a las drogas, violación de las leyes laborales, prostitución infantil, manipulación informativa y otras prácticas sociales perniciosas hieren el alma de la nación. Ningún orden social puede ser viable en estas circunstancias.

Se han instaurado estándares éticos espurios y sobre ellos se aspira a mejorar la situación económica y social. El poder político a cualquier precio, el dinero como sea, el “ráting” por encima de todo. Hasta el liderazgo espiritual ha salido afectado y el oportunismo político, mezclado con el drama moral, también ha carcomido la esperanza del pueblo.

La crisis anuncia una transformación mundial. El país necesita una Refundación en el orden político y una restauración ética en el orden social: no hay revolución posible sin cambiar al revolucionario. Reivindicamos el derecho a la vida, la libertad, la búsqueda de la felicidad, el amor, la fraternidad y la igualdad, como valores esenciales. La propia emergencia mundial muestra la superioridad de un mundo de igualdad, autenticidad, atención a los demás, cuidado de la naturaleza, protagonismo de la mujer, de paz, de autoorganización y solidaridad. Debe triunfar un culto a la verdad, un regreso a la responsabilidad, a la mesura en vez del consumismo. Más que cambio de modelo, se trata de una nueva conciencia.

Así, el dolor y el grito de los pobres habrán de resonar como un reto a la sensibilidad humana, como un desafío moral, y no solo como una bandera ideológica.
   
La democracia integral
Democracia integral es a la vez política, social, económica y mediática.

Democracia económica
Hemos hablado de poder político, ahora se trata de distribuir poder económico, de distribuir riqueza, como la mejor forma de eliminar pobreza y desigualdad. Una nueva concepción de las relaciones sociales y económicas habrá de reestablecer la primacía de la vida y el ser humano sobre las finanzas, de la democracia sobre el mercado, del trabajo sobre el capital y la responsabilidad del Gobierno de proteger a los ciudadanos, a los trabajadores y a los más débiles.

Cooperativismo
El cooperativismo ha encontrado tierra fértil en Costa Rica y tiene el mayor desarrollo de todo el continente. Una sociedad gestada en la pequeña propiedad agrícola encontró formas de solidaridad para sobrevivir y desarrolló un fuerte sector cooperativo, lo cual debe continuar. El cooperativismo implica una gran vocación democrática, combina lo individual y lo colectivo, lo pequeño y lo grande. Lo respaldamos como una magnífica fórmula para la creación de un sector nacional de empresas, con un adecuado equilibrio entre la competencia y la solidaridad, como una de las formas más eficaces de distribución de riqueza y de poder.

Economía Social

La riqueza y el bienestar del pueblo dependen del trabajo físico e intelectual. Un modelo basado solamente en la codicia no puede lograr el bienestar general. Un nuevo sistema de economía social y solidaria debe incluir nuevos principios que combinen la técnica, la eficiencia, la cohesión social, el equilibrio natural y la diversidad cultural. Los fondos de pensiones están creando un sector de empresas de los trabajadores en varios países. En Costa Rica, en lugar de aventurarse en riesgosas inversiones especulativas, estos fondos deberían invertirse en grandes proyectos nacionales más seguros y crear una participación accionaria de los trabajadores. La participación laboral en los beneficios empresariales fortalecería este propósito.

Avances como este crearían mejores relaciones y facilitaría, así, las condiciones para afirmar el derecho a la contratación colectiva, establecido en la Constitución, pero negado en la práctica. Ante este desafío, el sindicalismo debe participar en el desarrollo económico, social y político de la nación, como factor esencial de la institucionalidad democrática, en busca de alcanzar más igualdad y bienestar con pleno respeto a la dignidad humana y al equilibrio ambiental. La acción ante la pobreza, el hambre, los efectos de las desastres naturales, la construcción de vivienda y otros programas sociales debe dar un espacio protagónico a las organizaciones sociales. Una economía social deberá mejorar los ámbitos para la interlocución, en la cual, el principio de solidaridad debe ser la guía en la acción reivindicativa de los trabajadores de los distintos sectores del quehacer económico. 


Defensa de la agricultura y la pesca 
  
El desarrollo de los valores democráticos y el igualitarismo han sido influidos por la proliferación de la pequeña propiedad. Eso explica un modelo social más avanzado, la democracia económica y la creación de un Estado fuerte. La pequeña agricultura está en la raíz de la nacionalidad. La intención de acabar con la pequeña agricultura e importar los alimentos va contra el espíritu de la nación, pero el fracaso mundial de esta idea augura cambios radicales. Una defensa de la agricultura y de la pesca nacional se basa en democracia económica,  justicia social y en la necesidad de una nueva política económica. Por ello es esencial:
 
– Establecer una clara política de autoabastecimiento alimentario.
– Establecer programas de ayuda a pequeño(a)s agricultore(a)s, en el campo tecnológico, financiero y en seguros de cosechas.
– Fijar políticas de precios y reglas de juego estables.
– Un plan de ordenamiento territorial.
– Resurgimiento de la investigación científica y la transferencia tecnológica.
– Nueva estrategia para democratizar más la tenencia de la tierra.
– Énfasis en capacitación de productores agrícolas para implantar la máxima técnica empresarial y administrativa.
– Convertir a Costa Rica en una potencia de producción agrícola orgánica, conservacionista y de medicamentos de origen natural. 
– Fomentar consorcios cooperativos agrícolas y agroindustriales, con una verdadera Banca de Desarrollo.
– Protección especial de seguridad social para agricultores y pescadores.
– Oponernos frontalmente a la apertura comercial basada en la competencia desleal establecida en el TLC con Estados Unidos.
– Impedir  la perpetuidad de patentes en los agroquímicos.
– Una clara política de ruralidad para subir la calidad de vida en el campo.
– Promover la diversificación económica rural con artesanía, agroturismo, ecoturismo, los programas de riego y la acuicultura.
– Definir una verdadera política pesquera y defensa de los pescadores locales para el aprovechamiento óptimo de la gran riqueza de nuestros mares.

Defensa de la pequeña y la mediana empresa (PYMES)
Esta acción también debe formar parte de la democracia económica. El mejoramiento social no viene solo de la creación de empleo. El mayor bienestar social lo logran las pequeñas empresas en los países más avanzados. Una fuerte y auténtica Banca de Desarrollo podrá promover estas empresas y facilitará su integración en proyectos más grandes. 

Solidarismo

Aun cuando su nacimiento tuvo como padrino a un feroz antisindicalismo, su filosofía corresponde a una sociedad solidaria donde la cooperación supere el conflicto. Hasta ahora, la mayoría de las asociaciones solidaristas funcionan como un mecanismo de ahorro, pero la experiencia de algunas en empresas de los trabajadores anuncia más democracia económica, para lo cual, hace falta más autonomía laboral en las organizaciones solidaristas.

El Sector de Economía Popular
La pequeña actividad laboral familiar no suele calificar en ninguna categoría de empresa. Miles de personas dependen de actividades de este tipo y, por lo tanto, la economía popular no puede seguir al margen de las políticas, ni seguir siendo consideradas como economía subterránea o informal. Es altamente beneficiosa la promoción y la ayuda crediticia, como la del Banco Grameen en Bangladesh, lo cual puede mostrar inusitados resultados sociales, particularmente con las mujeres, en reducción de la pobreza y la generación de mayor cohesión social.

El gran consorcio empresarial privado
En la economía costarricense, sin empresas privadas poderosas, solo quedan dos opciones para grandes proyectos: las transnacionales o el Estado. Sin subvalorar la atracción de inversiones extranjeras, es necesario crear un fuerte sector empresarial de base local. Con el estímulo del Estado, las empresas costarricenses de todos los sectores, podrán crear grandes consorcios, privados o mixtos, para la producción y la comercialización.

Uno o varios grandes consorcios, como existen en otros países, evitarán que nuestras empresas sean el corderillo en la mesa de las grandes transnacionales. Se pueden plantear grandes proyectos como el transporte ferroviario, la modernización del transporte urbano, una flota pesquera, empresas de comercialización para la exportación, empresas mixtas para el aprovechamiento de nuestro mar patrimonial.

La democracia social

La seguridad social solidaria
Aun con sus defectos y el atraso administrativo, el sistema solidario de seguridad social costarricense destaca en el continente. La universalización de los seguros y la virtual socialización de la medicina han puesto a Costa Rica a la vanguardia regional en seguridad social. Nuestros índices de salud son los de un país desarrollado y esto revela un mayor grado de cohesión social y de educación, sino la existencia de un sistema solidario, donde tanto derecho tiene el gerente como el trabajador agrícola.

La actual disfuncionalidad de la CCSS surge por un enorme atraso en la administración, la ineficaz composición de la Junta Directiva, y la ausencia de una estructura que diferencie con claridad las tres grandes áreas de acción: administración hospitalaria, pensiones y recaudación.

La modernización de la CCSS es la mejor manera de prevenir la amenaza privatizadora que pone en riesgo los principios de la seguridad social solidaria. Sin embargo, superar la neurosis creada por el aplastante dominio mediático en la cultura, y los efectos de una visible ignorancia en la cultura alimenticia, son propósitos fundamentales de una nueva estrategia por mejorar la salud pública.

El Movimiento de la Democracia Comunal
El movimiento de Desarrollo Comunal en Costa Rica ha sido arrollado por el clientelismo. Pero es un potente instrumento para una democracia social. La experiencia del llamado Saemaul Undong, en Corea del Sur, es ejemplar. Nació para promover el desarrollo de la comunidad, hasta convertirse en un titánico bastión de construcción nacional.

La articulación de comunidades organizadas puede canalizar energía social hacia ambiciosas metas en la construcción de un orden nuevo. El ejemplo coreano ha llegado a superar la cuestión de las necesidades comunales para ensancharse a la producción, la cuestión social,  y la creación de grandes consorcios empresariales propiedad del pueblo.

El Movimiento de la Democracia Comunal es un auténtico sistema de desarrollo local y se une con el Estado, las cooperativas, los municipios y las empresas para grandes proyectos de desarrollo, que van desde infraestructura, acueductos, servicios de salud, vivienda, medios de comunicación, hasta grandes empresas en agricultura, pesca, salud, generación eléctrica, construcción, telecomunicaciones y demás. Las empresas de servicios públicos podrían ofrecer un adecuado ámbito de articulación entre las comunidades y las Corporaciones Municipales.

El Movimiento de la Democracia Comunal no solo vendría a constituir un bastión ante problemas locales, o en la defensa nacional ante el crimen organizado, la corrupción y la instauración del control ciudadano; es también uno de los más fuertes puntales para alcanzar el bienestar económico y la mejor manera de organizar el apoyo al deporte y al enriquecimiento de la cultura. Y también, la forma de construir un ejército de voluntarios para organizar la solidaridad con otros pueblos.

En él participará toda la comunidad y permitirá establecer la obligación de todo habitante de dar al menos dos horas semanales de trabajo para la comunidad donde viven. Lograr una gran sinergia nacional de acción comunal y de participación ciudadana dará una increíble potencia al progreso nacional. Ciudadanos y comunidades con poder de decisión, la nación con poder: una revolución democrática.

La red de información alternativa
Si conviene combatir toda concentración de poder, debe apoyarse una estrategia para distribuir poder informativo y ampliar la democracia mediática. Proponemos que el Sistema Nacional de Radio y Televisión sea dirigido por un órgano de dirección compuesto por personas escogidas en concurso público, con garantía de pluralidad política. La producción audiovisual pedagógica, la educación cívica, el periodismo ciudadano y la promoción del arte habrían de ser sus objetivos.

El impulso a los medios pequeños alternativos es de interés público y el Gobierno deberá ayudarlos económicamente, ampliar la red de emisoras culturales existente y, de igual manera, vemos el acceso creciente de los costarricenses a internet como una cuestión de estrategia económica y política. La idea del periodismo ciudadano debe abrir más posibilidades a una sociedad basada en la verdad y la transparencia.

Más protagonismo de la mujer
Partiendo de los avances logrados en la participación de la mujer en puestos de elección popular y su creciente protagonismo en la vida económica y social, son necesarias más ideas para lograr más igualdad, mayor conciencia femenina en la sociedad, más alma femenina en la cultura. Decenas de miles de mujeres se desempeñan como amas de casa y tienen la mayor responsabilidad en la educación y el cuidado de sus hijos. Siendo esta la tarea más determinante en la formación de las personas, no se considera parte de la educación.

Por esta razón y otras ligadas a la justicia social, las labores en el hogar deberán ser reconocidas como trabajo, y como tal, debe ser remunerado. Pocas aspiraciones sociales podrán tener efectos tan profundos en mitigar las causas de la mayor parte de los problemas de una sociedad.

La nueva estrategia económica

Con el actual colapso financiero mundial, fenece la pretensión de poner el mercado por encima de la sociedad, el Estado y la democracia misma. Con esto cae la matriz de donde salieron las privatizaciones, la desregulación y la idolatría al mercado como el mágico distribuidor económico. Con la caída anterior del centralismo estatista, nace un nuevo paradigma y se impone un nuevo orden económico internacional

Sin embargo,  no se trata simplemente de sustituir un modelo por otro, sino impulsar un proyecto basado en ventajas visibles de cada país y, en el caso de Costa Rica, plantear una nueva estrategia basada en:

Educación – Energía – Ecología (EEE)
Hasta ahora, la política económica se ha centrado en crear condiciones para atraer inversiones y llenar así el gran déficit creado por la cultura consumista. Ante una crisis económica (energética, ambiental, financiera y agrícola), nuestras mayores fortalezas serán la abundancia energética, la riqueza ecológica y la educación del pueblo. Desarrollar esto generará más inversiones que el paraíso fiscal y el modelo neoliberal.

Este tríptico estratégico -educación, energía, educación- potenciará un auténtico modelo de desarrollo nacional autónomo, menos dependiente,  capaz de deparar el verdadero bienestar.

Educación
Considerar la educación como un factor económico nace en percibirla como la cuestión más determinante para lograr prosperidad. Esta es la “variable macroeconómica” más importante. La transformación educativa no solo es importante por su efecto en la convivencia social, la cohesión y la calidad de vida, sino también porque es la principal herramienta para alcanzar el mejoramiento económico y el crecimiento humano.

Colocar la educación como componente de una estrategia económica parte también de reconocer la información como factor primario de creación de riqueza. Lograr altos niveles de bienestar no es solo cuestión de crecimiento económico, sino el logro de una nueva sociedad, basada en un nuevo ser humano con capacidad, poder personal y fuertes valores éticos. Costa Rica ya logró posicionar la cuestión ecológica como una fortaleza a escala internacional. Alcanzar el sueño de una educación para una sociedad superior hará posible lograr los niveles de bienestar que ya gozan otras naciones del mundo.

Una población educada, con fe en sí misma y en sus capacidades propias, es la más máxima fortaleza para lograr un sistema económico y social avanzado. Nada supera la ventaja de una población altamente educada. Seres humanos con valores y poder personal son la base de cualquier mejoramiento, incluyendo la eliminación de la pobreza.

Crear fe en uno mismo produce “empoderamiento” y se convierte en la mayor ventaja que un ser humano pueda tener para mejorar y superar dificultades. Con ello, nacen otras virtudes como la diligencia, el amor al trabajo y una sorprendente capacidad para aprender, para servir, para compartir, para emprender, hasta para curarse. Seres humanos con más poder personal son la base de la creación de un orden nuevo.
   
El actual proceso educativo se ha centrado en la lógica materialista de la competencia, la acumulación, el poder, el estatus personal, el crecimiento ilimitado y el consumo, y con ello crea, más bien, el debilitamiento, la baja autoestima y la pasividad. Costa Rica necesita una verdadera revolución educativa para invertir la tendencia y crear las condiciones para una transformación social.

– La gran meta es el desarrollo del ser, los valores, la creación de poder personal, fe en sí mismo, carácter y el despertar de facultades aletargadas.
– La nueva estrategia pretende formar el ser humano libre.
– El proceso educativo integral se centra en la elevación espiritual, mental, emocional y psicológica de la persona, y crear así conciencia de sí mismo, de su tiempo y su entorno social y natural. 
– La educación es el centro del quehacer humano. Todo en la vida es aprendizaje.
– La reforma educativa trasciende lo programático y los métodos de enseñanza, pretende ser la base del cambio, profundizar  la democracia y desarrollar valores de crecimiento humano integral.
– El cambio incluye enseñar inteligencia, alegría, salud, creatividad, responsabilidad y solidaridad.
“Empoderar” y llenar de voluntad al estudiante es el primer paso para lograr una educación de óptima  calidad.
–La educación como proceso de información debe usar las técnicas de aprender a aprender, la cibernética, la tecnología y una renovación pedagógica.
– Debe garantizarse el 6% constitucional de gasto educativo para ponernos al día, y subir a un 8% para la gran transformación.
– Gratuidad real y obligatoriedad hasta los 17 años de edad.
– El INA y los colegios técnicos deben integrados en  un mismo sistema educativo.
– La revolución educativa convierte todo espacio de relaciones sociales en ámbito educativo: el hogar, la oficina, el taller, la finca, el campo deportivo.
– Los medios deben asumir una responsabilidad irrenunciable en el proceso  educativo.  
–La estrategia de aprendizaje se guía como una emulación ecológica: integral, transdisciplinaria, holística, interrelacionada.
– Los educadores son mediadores, inductores y, para ello deben  formarse. El cambio debe ser algo que los motive y los haga formar parte esencial del proceso.
– Cero hambre. Todo niño tendrá al menos dos raciones de alimentación al día en los centros educativos. 
– Sistemas eficaces de control de calidad sustituirán el llamado examen de bachillerato.
– Enseñar el verdadero trabajo en equipo, la investigación y el autoaprendizaje.
– Erradicar totalmente la competencia y la violencia en el proceso, reconocer la parte femenina de la sociedad para neutralizar la cultura machista.
– Mejorar la condición laboral del docente y descentralizar la administración.
– Fomentar las comunidades de aprendizaje.

Un revolucionario avance educativo convertirá a Costa Rica en un centro internacional de educación avanzada. Esta propuesta es una introducción sobre la transformación educativa, bajo la idea de que seres humanos superiores producen sociedades superiores. 

Energía

La convergencia de un cambio energético con una innovación en la comunicación, ha producido cambios de época. Nos encontramos ante uno de ellos. El encuentro de un nuevo paradigma energético con internet abre una nueva etapa en todo el mundo. El aumento de los precios, causado por la cercanía del pico mundial en producción petrolera, unida a la amenaza del calentamiento global impulsa más el uso de fuentes renovables: energía solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, biomasas y de las olas del mar.

Energía abundante se convierte en una gran ventaja económica en cualquier país. Y Costa Rica tiene un altísimo potencial energético renovable por habitante. Esas ventajas nos conducen a una política basada  en:

–Nuevo plan estratégico para el ICE.
– Aumentar la generación eléctrica renovable para autos eléctricos y similares, industria intensiva en electricidad y la exportación. 
–Prioridad total al transporte colectivo.
–Desarrollo de una economía de hidrógeno.
– Fomento de motores eléctricos, híbridos y de pilas de combustible.
– Descentralización máxima de la administración pública.
– Mayor “dieselización” y gasificación” de la flota vehicular.
– Producción de biodiesel con especies vegetales de alta productividad.
– Diseño de edificios y residencias generadores de energía.
– Generación distribuida de energía (como en internet)
– Plan nacional de ahorro energético en todos los campos.

La estrategia energética es la columna vertebral de una política hacia un nuevo concepto de desarrollo.

Ecología, Costa Rica como potencia mundial
Costa Rica tiene la mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado en el mundo, y eso plantea una ventaja. El control de los gases de invernadero y la titánica tarea por moderar el cambio climático es una cuestión que nos lleva a pensar en estrategias de sobrevivencia de la humanidad. Costa Rica puede ser protagónica en este combate y puede convertirse en una potencia mundial en la cuestión ecológica y ambiental.

La meta de convertir a Costa Rica en un país neutro en emisiones de dióxido de carbono ubicará a Costa Rica a la vanguardia para prevenir el calentamiento global. La riqueza biológica, el clima y la belleza escénica, así como la proporción de áreas protegidas, ya generan resultados en la economía nacional.

El hecho de poder combinar esa gran riqueza biológica con una política de punta en la protección ambiental traerá óptimos efectos en la cultura social y se convertirá, junto con la energía y la educación, en la base de una nueva economía. El desarrollo ecológico pasa a ser algo sustantivo en la economía, no solo un complemento, como evidencia el turismo ecológico. 

Con el propósito de ubicar a Costa Rica como una potencia ecológica a nivel mundial enumeramos algunas acciones iniciales: 

– Establecer los programas para alcanzar la meta de convertir al país en un modelo internacional de protección ambiental y ecológica. 
– Crear una cultura ecológica para cambiar radicalmente nuestros estilos de vida.
– Convertir al país en una potencia en investigación científica y tecnológica relacionada con aspectos ecológicos y ambientales.
– Establecer una política de protección y defensa del agua, como recurso altamente estratégico.
– Crear una avanzada tecnología en la protección y el uso de recursos naturales.
– Prohibir la minería a cielo abierto y la exploración petrolera en las proximidades de áreas protegidas y parques nacionales.
– Ser líder internacional en la regulación del uso de productos químicos contaminantes.
– Un nuevo paradigma en urbanismo y el diseño de edificios basados en  eficiencia energética y armonía ambiental será otro vector de desarrollo.
– Aumentar fuertemente la producción de energía eléctrica a través de fuentes renovables, para un nuevo transporte eléctrico y en la reducción de la generación térmica tanto en el país como en los países vecinos.
– Limpiar definitivamente la cuenca del Río Grande.
– Aprovechamiento de la riqueza marítima y los fondos oceánicos de nuestro Mar Patrimonial.

Como en los casos anteriores, esta es solo una pequeña parte de la gran estrategia nacional por la vida ligada, como debe estar, con la cultura y la cuestión económica.

Faltan otros temas como la macroeconomía, la cuestión tributaria, la infraestructura, las telecomunicaciones, las relaciones internacionales, hasta el restablecimiento de la soberanía plena del país. Con estas ideas, espero provocar una discusión entre quienes quieran acompañarnos en esta hermosa aventura por el cambio, para mejorarlas, modificarlas, criticarlas o plantear otras, y construir juntos el pensamiento, con el cual nos movilicemos a combatir por la esperanza de la Refundación.


* Político –dirigente socialdemócrata–, periodista e ingeniero químico costarricense.

 

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