Ruidos peruanos y divorcio a la guatemalteca

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Muchos observadores internacionales sostienen que el electorado peruano es volátil, que rápidamente cambia de parecer. Lo dicen fundados en la evolución de las recientes encuestas, donde se observó un brusco cambio. Las encuestas de los últimos días y los resultados electorales mostraron a Ollanta Humala (31,8%) como triunfador y a Keiko Fujimori detrás (a 8 puntos). Los demás candidatos, que hasta pocas semanas antes las encabezaban, quedaron atrás. No hay tal volatilidad, lo que pasa es que las empresas encuestadoras, en general, son parte del poder económico y querían trasmitir una imagen distinta a la realidad. Con el paso de las semanas y ya próximos al proceso electoral -como hacen siempre- ajustan sus números a la realidad. La realidad es que Humala sacó el mismo porcentaje de votos que en la primera vuelta de hace 5 años atrás. En aquella oportunidad le siguió a una distancia semejante (unos 6 puntos) el actual Presidente Alan García, quien lo derrotara en la segunda vuelta. La diferencia es que Keiko Fujmori, por la historia de corrupción y violación a los derechos humanos de su padre preso, también provoca fuertes rechazos en vastos sectores. Con ello aumentan las posibilidades que Humala ahora pueda llegar a la presidencia. Lo que sí ha sido ratificado es que hay algo más del 30% de sectores pobres, mayoritariamente concentrados en el interior profundo, que siguen buscando que un candidato que represente “a los de abajo” llegue a la presidencia.

En Guatemala, con el objetivo de evitar el nepotismo familiar, hay una disposición constitucional muy particular. Ella prohíbe que los familiares del Presidente de la República, hasta el cuarto grado de consanguinidad y el segundo de afinidad puedan aspirar a sucederlo. El actual Presidente Alvaro Colom no puede ser reelecto. Aparentemente no cuenta con un delfín que le asegure lealtad y continuidad al proceso que está llevando adelante. En el seno de su familia encontraron el remedio. Su esposa Sandra Torres tomó el toro por las astas y decidió divorciarse de su esposo Presidente, de esa manera eluden la prohibición constitucional. "Me estoy divorciando del Presidente para casarme con el pueblo, con la gente de Guatemala", fueron sus palabras. Hay coincidencias que se trata de un “divorcio por amor…”, según la propia protagonista de trata de “amor al pueblo”, según los opositores es “amor al poder”. La novel candidata recibió un masivo apoyo, cuando anunció la culminación de los trámites legales que abrían paso a su candidatura, más de un millón de firmas avalaron la presentación de la ex primera dama.
En un país donde la violencia produce más muertos que Irak o Afganistán hasta ahora quien tenía mayores posibilidades de vencer en las elecciones de setiembre era el General retirado Otto Pérez Molina  quien estuviera al frente de la inteligencia militar en el conflicto interno que duró alrededor de una década y derivó en más de 200 mil muertos.
Desde los sectores populares reivindican la acción del actual Presdiente y la artimaña utilizada por su ex esposa en el hecho que el gobierno está haciendo una tibia gestión de características populares y antioligárquicas. Frente a ese hecho estiman que no debe colocarse el eje en las cuestiones formales.

Juan Guahán, Question
 

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