Torturas: la CIA, el gobierno estadounidense y los nuevos héroes de la medicina

928

Surysur*

No pocos médicos trabajaron,  trabajan, en conjunto con los torturadores en las tareas de "interrogación" de los sospechosos de ser agentes terroristas en las cárceles clandestinas o mantenidas en secreto por la CIA en distintas partes del mundo. La presencia de estos profesionales en tales lugares no es nueva, desde luego, ni únicamente como ayudantes de la CIA. No  surge una explicación coherente de por qué el juramento hipocrático se convierte en tapadera de una conducta hipócrita.

La presencia de profesionales de la medicina en las cámaras de tortura, prolijamente documentada durante el ciclo dictatorial en Amérca del Sur (décadas de 1971 /80 y  siguiente) prueba que se trata de una práctica no sólo habitual, sino corrobora que la tortura es un método extendido que cuenta con el patrocinio de los Estados en los que se produce.

Respecto de la función de los médicos en las cárceles de la CIA, el Comité Internacional de la Cruz Roja señáló que se t rata de una violación flagrante de la ética profesional. En estos lugares –protegidos, como su perdsonal, por el secreto militar psicólogos, enfermeros/as y doctores sirven de consejeros a quienes practican la tortura.

La misión de estos profesionales, resulta obvio, no es cuidar de los torturados, sino aconsejar para extender el período de abusos hasta lograr que el prisionero "se quiebre", según informa la versión electrónica del New York Review of Books donde se difunde el texto del Comité, a título de información firmada por Mark Denner, que lo obtuvo de fuentes personales toda vez que dicho Informe se mantiene bajo estricta reserva. En él se indica que la Cruz Roja entrevistó durante 2007 a 14 personas que fueron objeto de torturas.

Un torturado, por ejemplo, dijo que el personal médico observó sus niveles de oxígeno en la sangre mientras era sometido al submarino o asfixia por inmersion en aguas habitualmente servidas. Otros dijeron que mientras aguantaban con grilletes, con sus brazos encadenados sobre sus cabezas, un doctor evaluaba regularmente la hinchazón de sus piernas e indicaba cuando era conveniente sentarlos.

El informe de a Cruz R oja ndica que también este personal partició en forma directa en las sesiones de tortura.

Las 14 víctimas, todas varones, permanecieron en cárceles secretas en "países amigos" de EEUU antes de ser confinados en el campo de concentración de Guantánamo. Todos ellos permanecieron en condiciones de aislamiento hasta por tres o más años; en Guantánamo no se les permitía ninguna relación humana a la fecha en que la Cruz Roja logró el permiso de visita.

Señaló otro torturado: “Luchaba contra las correas, tratando de respirar, pero era inútil. Creí que me moría. Perdí el control de mi orina. Desde entonces todavía pierdo el control de mi orina cuando estoy bajo presión”.

Mark Danner es periodista y profesor de periodismo. Cinco copias del informe del CICR habrían sido oportunamente entregadas a la Casa Blanca y funcionarios de la CIA a comienzos de 2007.

Según Danner, en conversación con el The Washington Post, No podría ser más importante que el CICR explícitamente utilice las palabras ‘tortura’ y ‘cruel y degradante’ (…) “El CICR es el guardián de las convenciones de Ginebra, y cuando utiliza esas palabras tienen fuerza de ley”.

Una página del informe da una lista de las técnicas interrogatorias utilizadas: “Ahogo por agua; estar de pie durante tiempo prolongado; golpes y patadas; confinamiento en una caja; desnudez prolongada; privación del sueño y uso de música fuerte; exposición a temperaturas frías/agua fría; uso prolongado de esposas y grilletes; amenazas; afeitadas forzadas y privación o restricción de alimentos sólidos”.

* Fuentes:
– http://es.noticias.yahoo.com (siete de abril de 2009)
– www.jornada.unam.mx, periódico mexicano (cuatro de abril de 2009)
– www.pagina12.com.ar, periódico argentino (17 de marzo de 2009)
 

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.