Ucrania: Trump promete una reunión tripartita y vende más armas

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Uno al final no logra dilucidar si se trata de alta política o sólo de negocios, en medio del habitual circo mediático y las repetidas amenazas de alcanzar la paz que no llega ni en cuentagotas, y postergar los negocios de venta de armas.

La que convoca es la voz del amo (his master voice). No la del perro Nipper escuchando el fonógrafo de RCA Victor ni la de la novela de Stanislaw Lem, que explora un proyecto gubernamental que intenta descifrar un mensaje del espacio exterior. No: es la voz de Donald Trump que tras visitar los hielos árticos para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, convocó a sus repetidores europeos a una reunión en Washington el lunes 18 de agosto donde le fue mejor que en la cumbre de Alaska.RCA Victor | Famous dogs, His masters voice, Famous cartoons

Al finalizar la jornada, dijo que está preparando un encuentro entre Zelensky y Putin. No hay fecha ni lugar aún. Por el momento, el Kremlin tampoco lo ha confirmado oficialmente, pero el anuncio es fruto de una llamada entre Trump y Putin del mismo lunes.

Garantías de seguridad para Ucrania, pero a cambio de «posibles intercambios de territorios» con Rusia. Este ha sido el planteamiento de Trump a los líderes europeos y Zelensky, quien optó por cambiar de estrategia en esta segunda visita a Washington y mostrar docilidad ante Trump.

Ahora parece apostarlo todo a la improbabilidad de que llegue a materializarse esta reunión tripartita y se ha mostrado abierto ante los líderes europeos a la posibilidad de discutir las cesiones territoriales en ese encuentro. «Después de que tenga lugar esa reunión, celebraremos un trilateral, que consistirá en los dos presidentes, más yo mismo. Una vez más, fue un muy buen primer paso para una guerra que ya dura casi cuatro años, escribió en su red social.

La reunión de Trump con dirigentes europeos en la que se analizó cómo lograr la paz entre Rusia y Ucrania, sirvió para ratificar la profunda grieta existente entre Estados Unidos y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).  Al llamado corrieron raudos el secretario general de la OTAN, Mark Rutte; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer; la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni; el presidente de Finlandia, Alexander Stubb; el canciller federal de Alemania, Friedrich Merz, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Allí quedó reflejado el patético papel al que se ha visto reducido Volodymir Zelensky, siempre presto a seguir en el cargo de presidente, de un territorio.

Parece que han aprendido la lección de no contradecir a Trump.  Quizás se les fue la mano esta vez, porque se deshicieron en elogios hacia su persona, agradeciendo en todo momento sus esfuerzos, pese a la obvia divergencia de intereses, objetivos y estrategias con que arrancó y terminó el encuentro, que de social tenía poco, pese a que muchos de los “invitados” aprovecharon para conocer la Casa Blanca por dentro. Eso también tendrá su costo.

Mientras el anfitrión reiteró su rotunda negativa a la admisión de Ucrania en la OTAN y dejó de lado incluso la amenaza de endurecer las sanciones contra Moscú, el británico Starmer volvió a comprometerse con una “vía irreversible” para sumar a Ucrania a la alianza militar.

A través de su portavoz repitió el (des)propósito de desplegar tropas británicas en Ucrania junto con otros países que conforman una “coalición de los dispuestos”. Ese fue el nombre dado por Washington a los países-comparsas que se sumaron en su aventura colonial en Irak y que ahora retoma el gobierno de Trump.Trump y Zelenski tienen una reunión tensa en la Casa Blanca - The New ...

El aún presidente ucraniano se esmeró en llenar de alabanzas al anfitrión. Zelensky fue más allá al afirmar que “Rusia sólo puede ser obligada a alcanzar la paz por la fuerza, y el presidente Trump tiene esa fuerza”. Obviamente, un pedido descabellado e imprudente, ya que significa un llamado a la guerra directa entre las dos máximas potencias nucleares del planeta.

Zelensky instó a una confrontación que no llegó a plantearse siquiera en los momentos más tensos de la relación estadounidense-soviética y que podría desencadenar nada menos que la aniquilación de la humanidad.

Pero el ambiente en los salones de la Casa Blanca reflejaba el añejo empecinamiento de Europa Occidental de seguir adelante la política de “todos contra Rusia” que se remonta a la guerra de Crimea (1853-1856). La rusofobia creada entonces y exacerbada durante el periodo soviético continuó después de la desaparición del bloque oriental y de su brazo armado, el Pacto de Varsovia, tras cuya disolución la OTAN perdió cualquier razón de ser con atisbos de legitimidad.

Trump con los líderes europeos en la Casa BlancaPero hete aquí que, en lugar de disolverse por la desaparición de su enemigo ideológico y geopolítico, la OTAN, impulsada por los sucesivos gobiernos estadounidenses, continuó su expansión hacia el este como un instrumento para maniatar a Rusia con una cadena de países hostiles en todo su flanco occidental, ampliando la hegemonía estadounidense sobre Europa.

Cabe recordar que la permanente agresión contra Rusia tuvo el efecto no planeado, pero previsible, de alborotar el nacionalismo en ese país y facilitar el surgimiento de la figura de Vladimir Putin, quien puso un alto al expansionismo occidental en Georgia en 2008 y en Ucrania en 2014, cuando un golpe de Estado orquestado por Estados Unidos y la Unión Europea instaló un régimen dócil cuyo actual titular es Zelensky.

El expresidente estadounidense Joe Biden decidió escalar las tensiones hasta precipitar una guerra entre la OTAN y Rusia, con los civiles y militares ucranios como carne de cañón. Pero hasta ahora Occidente no ha logrado destruir a Rusia ni derrocar a Putin. Si bien Trump no comparte los objetivos de su antecesor y se muestra renuente a seguir financiando a una marioneta como Zelensky, la UE trata de prolongar la guerra en un país donde ningún ucraniano ya se une voluntariamente a las fuerzas armadas.

La reunión de Washington fue un buen negocio para Trump: Ucrania promete comprar armas a Estados Unidos por 100 mil millones de dólares, que serán financiadas por Europa, como parte de un acuerdo para obtener garantías de seguridad de Washington en caso de un eventual acuerdo de paz con Rusia, informó el Financial Times.  El diario británico, basado en un documento que circuló en las altas esferas de los gobiernos europeos, agregó que Ucrania y Estados Unidos también llegarían a un acuerdo para la producción conjunta de drones, por valor de 50 mil millones de dólares.

Mientras, los 32 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se comprometieron el pasado 24 de junio, durante una visita de Trump a Europa, a destinar 5 por ciento de su producto interno bruto a su presupuesto de defensa. En esa ocasión el secretario general de la alianza, Mark Rutte, elogió al mandatario estadounidense por lograr que Europa “pague de gran manera” el gasto en defensa.

Esa nueva meta representa un incremento sustancial respecto al objetivo actual de 2 por ciento, que sigue sin ser alcanzado por casi uZelensky and Kellogg pictured sat around a long table with their teamsn tercio de los 32 aliados. Tras la reunión en la Casa Blanca, Rutte dijo que no se discutió la redefinición de las fronteras de Ucrania, porque eso será abordado en la posible reunión que sostendrán Putin, Zelensky y Trump. Rutte aseguró que no está en discusión la membresía de Ucrania en la alianza, y agregó que no se contempla el despliegue de tropas para apoyar a Kiev en el frente.

Cumbre más, cumbre menos, la realidad es que Zelensky, Von der Leyen, Starmer, Merz, Macron y los medios rusófobos se empeñan en seguir sacrificando a la población de Ucrania en un juego de poder sin perspectiva alguna de victoria que han disfrazado como una lucha por la libertad y la democracia, pero poco pueden hacer si la Casa Blanca decide dejarlos a su suerte.

Los “líderes” europeos tomaron nota de la línea que deben seguir. Y para calmar a los nerviosos, Trump habló con el mandatario ruso y anunció un encuentro tripartito en “semanas”.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

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