Venezuela oficializa la nacionalización de su industria aurífera

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La Presidencia de la República promulgó el Decreto con rango, valor y fuerza de ley orgánica que nacionaliza la explotación e industrialización del oro para regular lo relativo al régimen de las minas y yacimientos de oro, la reserva al Estado de las actividades primarias, conexas y accesorias al aprovechamiento de dicho mineral y la creación de empresas para su ejercicio. ⎮ABN.*

Venezuela tiene reservas de 365,8 toneladas de oro, las segundas más grandes de América y entre las 20 mayores del planeta.

El Decreto 8.413, publicado en la Gaceta Oficial 39.759 del pasado viernes 16, destaca que la aplicación de la legislación "permitirá revertir los graves efectos del modelo minero capitalista, caracterizado por la degradación del ambiente, el irrespeto de la ordenación territorial, el atentado a la dignidad y la salud de los mineros y pobladores de las comunidades aledañas a las áreas mineras, ya que pretende vincular la explotación del mineral con la ejecución de políticas públicas que se traduzcan en el buen vivir del pueblo, la protección ambiental y el desarrollo nacional".

La normativa, decretada en el seno de la Ley Habilitante —promulgada a mediados de diciembre pasado—, establece que los yacimientos de oro del país pertenecen a la República y son bienes del dominio público y atributos de la soberanía territorial del Estado, además de inalienables, imprescindibles y carentes de naturaleza comercial por ser recursos naturales no renovables y agotables.

“Todo el oro que se obtenga como consecuencia de cualquier actividad minera en el territorio nacional, será de obligatoria venta y entrega a la República Bolivariana de Venezuela, a través de la aplicación de prácticas científicas y tecnológicas, procurando la óptima recuperación o extracción racional del recurso aurífero, respetando la conservación ambiental y la ordenación del territorio”, reza el texto.

De este modo, las actividades mineras sólo podrán ser ejercidas por la República a través de su institutos públicos, o empresas de su exclusiva propiedad, o filiales, así como por empresas mixtas, en las que la República, tenga control de las decisiones y mantenga una participación, mayor del 55% del capital social.

La Ley contempla el cambio de las concesiones, autorizaciones para el ejercicio de la pequeña minería y contratos para la exploración y explotación del oro, a un esquema de Empresa Mixta, por lo que se designará una comisión que negociará, en un margen de 90 días continuos a la publicación del Decreto Ley, la constitución de estas asociaciones

Asimismo, determina que, de las cantidades de oro extraídas de cualquier mina o yacimiento, el Estado tiene derecho a una participación de 13% como regalía, cuyos parámetros serán establecidos por el Ejecutivo nacional.

Dichas regalías podrán ser rebajadas hasta un límite del 3% a las empresas mixtas vinculadas a proyectos mineros de interés social.

Aquellos que realicen las actividades primarias, conexas o auxiliares, sin cumplir con las formalidades establecidas por el Estado, serán penados con prisión de seis meses a seis años.

Regulación económica, social y ambiental

Para el presidente de la Comisión Permanente de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional, diputado Luis Acuña, la medida, que le permite al Estado tomar el control del sector aurífero generará beneficios en los aspectos económicos, sociales y ambientales.

Indicó que a partir de la promulgación de la Ley se le garantizará al Estado la posesión del oro que se extraiga dentro del país.

“Antes cualquiera extraía y comercializaba oro y comercializaba sin ningún control, pero ahora todo el mineral debe pasar a manos del Estado, quien deberá cancelar lo que corresponda a los que realicen las labores de extracción”, dijo a AVN.

Señaló que se mejorarán las condiciones de vida de los mineros que trabajan en las pequeñas empresas.

“El Estado ha considerado importante agruparlos y organizarlos, para tratar de que ellos, en conjunto con el Estado, efectúen de una manera adecuada las actividades de explotación, lo que significará unas mejores condiciones de vida para aquellos a los que por muchos años se les ha expoliado el producto de su trabajo y no gozan con ningún tipo de seguridad”, subrayó.

Sobre el impacto ambiental de la normativa, resaltó que el gobierno tendrá la potestad de evitar que se ubiquen áreas de explotación en zonas que deben ser resguardadas por su importancia ecológica.

“La Ley protege nuestros recursos naturales frente a la depredación de cuencas de ríos, daños ambientales, contaminaciones por mercurio, ya que lo que se plantea es una explotación racional, apegada a las normativas de preservación”, agregó.

* En
www.argenpress.info

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