Venezuela y el cielo encapotado del mundo

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La derecha intenta, a propósito de sus primaria con miras a las elecciones futuras, jugar adelantado. Así le irá. Mientras la revolución comienza el año con el pie derecho y llama desde ya al pueblo a la calle, como debe ser, ella, la derecha, se inicia en medio de una campaña para justificar políticamente el posible fracaso de la convocatoria a elecciones primarias. |NÉSTOR FRANCIA.*

Anny Higgins, vocera del Gran Polo Patriótico, informó que el próximo 12 de febrero se realizará una gran actividad central de movilización en Caracas, con motivo del Día de la Juventud. También, entre el 9 y 11 del mismo mes, se realizará movilizaciones políticas y culturales en toda Venezuela.

¿Cómo ha reaccionado la oposición ante este anuncio? De manera insólita, los adalides de la “democracia” y de la “libertad de expresión” se alarman y se oponen a que el pueblo marche en las calles. Estamos, aunque usted no lo crea, ante la intención de confiscar el Día de la Juventud, en beneficio de un acto político de un sector minoritario de la sociedad, acto que por lo demás no tiene ninguna relación con la efeméride de ese día.

El Día de la Juventud en Venezuela conmemora la Batalla de La Victoria, importante hito de la lucha independentista, donde un ejército conformado por jóvenes estudiantes inexpertos, además en desventaja numérica, se enfrentó al ejército realista y lo derrotó bajo la dirección del prócer José Félix Ribas, el año 1814.

Desde que la Asamblea Constituyente decretó el 10 de febrero de 1947 que el 12 de ese mes se celebraría a la juventud caraqueña heroica de La Victoria, abundan en esa fecha histórica actos, manifestaciones y otras jornadas de lucha. La MUD pretende que el pueblo sacrifique su memoria en aras de las veleidades de sus pre-majunches.

Pero la intención de la derecha es clara: justificar, como hemos dicho, la muy probable alta abstención que se registrará en la jornada electoral contrarrevolucionaria de ese día.

El primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, instó a la militancia socialista a mantenerse alerta porque “ante el desastre de las primarias, la oposición quiere echarle la culpa al gobierno”. La vocería del evento popular anunciado ha dicho nítidamente que “Primero, no se trata de provocar a nadie. El 12 de febrero no es el día de las primarias, es el Día de la Juventud. Así ha sido y así seguirá siendo. Segundo, se trata de actividades que se desarrollarán en dos espacios distintos”.

Jesús Manzanares, otro vocero del GPP, ha dicho que “Aspiramos a meter en Caracas a un millón de jóvenes con tres objetivos: celebrar esa fecha fundamental para la historia de nuestra independencia, entregarle al presidente, Hugo Chávez, las propuestas de la juventud venezolana para el Proyecto Nacional Simón Bolívar 2013-2019 y ratificar nuestro compromiso con la revolución”.

La derecha, por supuesto, esgrime sus propios argumentos. El pre-majunche Diego Arria ha dicho que “Es necesario que la MUD y los candidatos alertemos a Venezuela y al mundo sobre esta provocación. No podemos apelar al silencio, ni mucho menos a la manida declaración de la masiva participación, porque es evidente que hay miedo y resistencia, por eso buscan esta nueva intimidación a la sociedad, ampliando el expediente que tienen abierto por la persecución selectiva”.

“Miedo”, “resistencia”, “persecución”. Así se prepara la matriz para explicar el probable fracaso del acto comicial escuálido. De esta forma pretenden ocultar su escaso poder de convocatoria.

En la misma onda justificadora, Teresa Albánez, presidenta de la comisión electoral de la MUD, indicó que se destruirá el registro de votantes 48 horas después de las primarias en las que se elegirá al rival de Chávez en las presidenciales de octubre, con el fin de “proteger su identidad y evitar posibles represalias políticas”. Albánez afirmó: “Este es un país que está atemorizado, que tiene miedo a expresar que es de oposición y para que la gente supere ese temor hemos garantizado a todos los participantes que los cuadernos de votación van a ser destruidos”.

Es claro que si se da el fracaso cuantitativo de las primarias, ante el mundo se dirá que la gente no votó por miedo a la “tiranía”, y eso inclusive les servirá para seguir empañando la transparencia y la legitimidad de las elecciones de octubre. Es decir, que quieren hacer como Jalisco, que si no gana, arrebata.

Lo cierto es que para nosotros no puede pasar inadvertida la gran importancia política de la actividad revolucionaria del 9, 10, 11 y 12 de febrero en pleno año electoral. Se trata de la activación callejera del Gran Polo Patriótico y de una línea de acción válida para todo este año: el pueblo movilizado en la calle, tanto para garantizar una gran victoria revolucionaria el 7 de octubre, como para enfrentar los planes desestabilizadores y golpistas que guarda bajo la manga la derecha contrarrevolucionaria. A eso es a lo que más temen los majunches de la MUD y sus jefes de la burguesía.

Panorama turbulento

No podemos dejar de lado, por supuesto, los augurios ya conocidos sobre las turbulencias que traerá el año 2012 en el plano internacional. En cuanto a los temas principales en ese nivel, seguirá la gran inestabilidad política, social y militar en el Medio Oriente. Los hechos comienzan a demostrarlo.

Tras nueve años de intervención militar, la retirada de tropas gringas de Irak deja como herencia un país fuertemente dividido, donde el pueblo ha celebrado como una victoria esa retirada y donde las fuerzas nacionalistas y antiimperialistas están, como decimos en criollo, vivitas y coleando.

En Egipto siguen las protestas populares contra el gobierno militar. En Libia, se presencia incontrolables combates armados entre tribus rivales y facciones enfrentadas. Grupos fuertemente armados provenientes de Misrata y Bengasi han hecho tronar los cañones en la misma Trípoli, mostrando la volatilidad y la inestabilidad en el país libio.

Del mismo modo, continuarán y se profundizarán las amenazas contra Siria e Irán, y se incrementará el peligro de una guerra devastadora. Esto ocurre, además, en un reñido año electoral presidencial en Estados Unidos, lo cual complica la situación y la capacidad de actuar del imperio, en medio de una crisis general del capitalismo que no cede, sino que más bien tiende a ampliarse y a profundizarse.

Habrá más protestas callejeras y acciones sindicales en Europa, y continuará la gran crisis de la Eurozona. También abundarán las agresiones y amenazas contra las fuerzas que empujan los cambios nacionalistas y revolucionarios en América Latina, con especial énfasis en Venezuela en este año de elecciones presidenciales.

Entramos en un año en el que se profundizarán las contradicciones y la lucha de clases mundial. Se siguen cumpliendo las “profecías” que expresaron Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, texto de asombrosa vigencia.

Para muestra solo un botón: “…la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró… Las condiciones sociales burguesas resultan ya demasiado angostas para abarcar la riqueza por ellas engendrada. ¿Cómo se sobrepone a las crisis la burguesía?  De dos maneras: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas y conquistándose nuevos mercados, a la par que procurando explotar más concienzudamente los mercados antiguos.  Es decir, que remedia unas crisis preparando otras más extensas e imponentes y mutilando los medios de que dispone para precaverlas”.

* Periodista.

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